13.2.22

¿Qué le sucede al Real Zaragoza S.A.D.? ¿Hay soluciones?


Intentar explicar los motivos por los que una empresa va mal es muy complicado pues se unen muchos factores conocidos y desconocidos. La situación financiera en forma de deudas, la productividad de la empresa en forma de clientes o de goles, el buen clima entre los socios, la profesionalidad de los gerentes, las opciones de futuro y de venta de la empresa a otra empresa.

El Real Zaragoza lo tiene muy complicado para poder encarar el futuro con garantías, sobre todo por la mezcla casi en una tormenta perfecta, de todos los anteriores condicionantes. 

Debe (creo) 68 millones avalados por los socios mayoritarios que sí tienen propiedades y efectivo para responder de lo avalado, el equipo funciona muy mal y ya no es respetado por las empresas de su competencia, los socios de la empresa han roto su química y ahora no quieren entenderse para nada que no sea salirse de este embrollo, el Director Deportivo y el Entrenador no se van y no es posible cesarlos por falta de recambios fiables y de dinero para contratar a más personal, y las opciones de venta se mueven en los terrenos entre especulativos de unos y exigentes de otros.

Cualquiera de nosotros que quisiéramos recibir gratis el Real Zaragoza a costa de cambiar los avales de la deuda desearíamos saber qué compramos. 

No es lo mismo quedarse con la deuda en un equipo de Segunda división que en un equipo de Tercera División. O en caso de comprar un equipo de Tercera, seguro que los avales se tendrían que negociar todavía mucho mas de lo que e estarán negociando ahora. Hay que entender que, de caer a Tercera, las deudas aumentarían y los ingresos bajarían, por lo que no sería posible amortizar como hasta ahora.

Lo habitual en estos casos es que algunos socios o profesionales de valía intenten huir. Aquí parece que algunos ya lo han intentado sin éxito. Prohibido escaparse, aunque nos odiemos, parece el lema actual.

No es nada sencillo cerrar una empresa, casi es tan complicado como abrirla, y a veces si las deudas aprietan, es mucho más complicado. Morirse es más doloroso que nacer. Por eso no explota el Real Zaragoza, pues modelos para hacerlo tiene varios. 

¿Pero tiene solución?

Sin duda la mejor, aunque no sea la que más guste en Zaragoza, es que una empresa que ya tenga varias empresas similares en otros países, se haga cargo de parte de la deuda negociando con los deudores y los avalistas, y empiece a meter dinero, y sobre todo a mezclar las empresas para obtener objetivos a medio plazo. Pero hay que entender quién es la parte fuerte y quién es la parte débil. Y así se entiende mejor quién marca los tiempos y las formas. Pensemos qué haríamos nosotros en estas situaciones y lo entenderemos mejor. 

El dinero manda.

La otra opción buena es que un nuevo grupo de profesionales del fútbol (o de parte de los dueños de la deuda), con amores hacia el Real Zaragoza, decidan hacerse cargo de un Real Zaragoza moribundo, también negociando con los deudores y los avalistas pero de forma más exigente para que la deuda de la nueva empresa sea la menor posible, e intenten desde ahora mismo que ni se baje a Tercera (ya, lo sé, no se llama Tercera) y se mantenga una comunión lógica con el tejido social zaragozano.

La gran ventaja del Real Zaragoza es su ubicación dentro de una gran ciudad, su historia y una masa social tremenda para la actual situación. Miles de zaragozanos van al campo, cientos de ellos se mueven entre ciudades siguiendo al equipo, y muchas decenas de miles ven los partidos por televisión. Eso es dinero. Y todas las partes lo saben. Eso es dinero, es publicidad, es estar en la pomada de los medios de comunicación. 

¿Se podría cambiar el nombre del Real Zaragoza por el de una empresa dueña del equipo a costa de no cobrar las deudas?

Ajovín

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