18.9.18

Fernando Rivarés, zancadilleado. Zaragoza piensa

Son tiempos de zancadillear, de ir de caza al político, del ejercicio de derribar y del de jugar al ajedrez. Todos contra todos, es decir, todos contra todos y contra el tablero. Ahora la toca en Zaragoza a Fernando Rivarés, ese político que se sale de la media gris y que con equivocaciones o sin ellas, pretendía tener una Zaragoza más activa. No contaba con los poderes escondidos.

Se equivocan quienes creen que la derecha rancia y con poder de Zaragoza se llama Partido Popular. A los de Ciudadanos no los nombro pues pisan y pesan poco. 

En nuestra tierra ¿noble? la derecha jodienda está escondida entre apellidos famosos, familias de Real Abolengo y despachos que no están en la Plaza del Pilar. Los voceros son unos, los peones otros y los alfiles ni los conocemos.

Así es imposible tener una Zaragoza lógica, pues los ciudadanos, los vecinos, nos dejamos engañar con las frases de libro, con los marcos estudiados para joder a la izquierda. 

En mayo del 2019 a los que mandan no los podremos votar, no se presentan con su nombre. Pero les podemos poner las cosas más fáciles. Eso depende de nosotros. Y estoy seguro que nos volveremos a equivocar, lo cual me alegra en gran medida.

Es lo que tenemos y estoy además seguro que es lo que nos merecemos. Inevitablemente tenemos que hundirnos más, para sopesar otro tipo de soluciones. Pero por favor que sea rápido, que lo quiero ver. Sigamos pensando como la escultura vieja del parque.

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