El resultado de las urnas y el deseo de una parte de la ciudadanía no siempre se dan la mano. Quienes se niegan a aceptar a Trump en EEUU repiten la frase: “No es mi presidente”. Algo parecido sucedió con Cameron y su famoso Brexit en Reino Unido, donde millones de manifestantes exigieron unas segundas votaciones.
Decía Gandhi: “Si hay un idiota en el poder, es porque quienes lo eligieron están bien representados”
¿Y ahora qué?
Si Trump cumple las aberraciones que en su momento dijo, aviados vamos. Es una amenaza en EEUU para las libertades, derechos civiles y para la economía de los más necesitados, pero le han votado democráticamente.
Su excesivo proteccionismo puede colapsar el comercio mundial, no en vano el gigante americano representa la cuarta parte del PIB. También la seguridad mundial, al pretender salir el nuevo presidente yanqui del bloque de la OTAN o de la lucha contra el cambio climático, siendo el país que más contamina.
¿Y cómo nos puede afectar a los aragoneses la onda expansiva de esto loco si el Congreso americano no frena su ira? Se eliminarán algunas de las exportaciones de productos aragoneses al país americano y aquí, lidiamos también con un gobierno de izquierdas enfrentado, a la espera de aprobar los presupuestos, sin llegar a cumplir los acuerdos pactados en su día por Podemos e IU, junto a PSOE y CHA.
No hagamos mayor la crisis y abandonemos por una vez la política de patio de colegio. A Trump nosotros no podremos cambiarlo pero si podemos hacer que se llegue en Aragón a un consenso. El día a día de miles de familias aragoneses está en juego
Daniel Gallardo Marin
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