Hoy Manuel Castell, ministro de Universidades decía algo básico en toda gestión social y política democrática. No es un texto exacto pues él se refería a los alumnos de la universidad pero sirve para todos, y encaja perfectamente en el momento de tensión que está viviendo la Sanidad, no solo por la pandemia del COVID.
"Cuando una parte de la sociedad se siente maltratada en sus derechos, reacciona reclamando más poder"
No siempre se logra el poder simplemente reclamándolo, pero en democracia cualquier intento de lograr cambios y más poder, solo se puedo ofrecer, lograr o controlar, o bien desde lo establecido y cediendo… o acudiendo a la represión, es decir, a menos democracia.
En estos momentos, en la Sanidad del mundo —pero me quiero centrar en la aragonesa— las disfunciones de la gestión nos llevan a pocas soluciones válidas y muchas menos todavía que sean rápidas.
Hay que gestionar mejor el SALUD aragonés, pero a su vez, hay que transmitir MUCHO MEJOR lo que se hace, lo que no se puede hacer, y lo que es además imposible, explicando los motivos.
O reflexionamos, o damos a una vuelta real y efectiva a todo lo ya establecido para resolver mejor los problemas —y esto es muy complejo en tiempos de tormentas y pandemias— o la propia sociedad se irá separando cada vez más de sus gestores e intentará otra forma de gestionar.
Los gestores que esperan y se frotan las manos, se pueden encontrar con una situación tan compleja de gestionar, que sus fórmulas pueden ya no servir de nada. Todos creemos que conocemos muy bien a la sociedad, todos creemos hasta donde se puede estirar la cuerda elástica. pero todos nos podemos equivocar, y a veces las equivocaciones pasan una factura excesiva.
Nota.: La imagen es de El País.
Julio Puente - Miembro del Consejo de Salud de Aragón
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