Desde hace un buen puñado de siglos, puede que trece ya, los Gobernadores de Zaragoza se asomaban por estas ventanas para ver la Zaragoza que gestionaban, la miraban igual que ahora, aunque como es lógico no veían lo mismo.
Es un punto de vista curioso de la Zaragoza que se quiere conservar no sin antes pelearse con muchos tontos sin libros que se creen que todo debe ser moderno y de cristal. La historia también debemos conservarla pues no nos pertenece a nosotros, que somos aves de paso y estaremos por aquí décadas, nunca siglos.
Nota.: La imagen es de Luis Iribarren
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