Este anuncio es de finales del año 1939, de una fábrica de curtidos de Zaragoza, dice que la más importante de España en su género y que curtían y teñían en todos los colores que necesitara el cliente. Andrés Gilart vendía en el centro de Zaragoza, en una tienda en la calle Predicadores, y tenía su fábrica en el Camino del Vido en el Barrio Jesús.