Esta imagen es de Zúrich (Suiza) en este año 2017. Es una calle de un barrio (casi) céntrico de la ciudad, pero un barrio al fin y al cabo. Esta calle está dedicada sólo al uso del tranvía. No se puede pasar con coche. Y efectivamente y como podemos ver en el suelo, el número de vías es amplio y son varios tranvías diferentes los que pasan por cada parada.
Las bicicletas son muy utilizadas en esta ciudad como en casi todas las ciudades europeas. Y es esa mezcla de transportes públicos eficientes y bicicletas, los que logran una ciudad menos contaminada y más rápida de movimiento que otras ciudades que siguen empleando el vehículo privado como elemento fundamental.
En esta calle no se puede aparcar, no hay coches, las aceras son muy anchas y aunque por la hora (las 11 de la noche) no hay vida en la calle, durante las horas de luz, el movimiento hacia los comercios de la zona es constante, siempre andando o en bicicletas, tranvías o trolebuses. El uso del vehículo privado es mucho menor que en nuestra Zaragoza, aunque las distancias sean mayores.
En total en Zúrich tiene 14 líneas de tranvías, y estamos hablando de unos 400.000 habitantes, que ascienden hasta los 1,4 millones si le sumamos su área metropolitana. Tiene además 5 líneas de trenes de cercanías e innumerables líneas de buses eléctricos (trolebuses) o de gasoil, e incluso barcos para moverse a través del río y el lago entre Distritos más alejados. Es una ciudad con una gran extensión, mucho más amplia que Zaragoza, con grandes distancias entre barrios, Zonas o Distritos.
Los precios del transporte urbano son muy caros comparados con los de Zaragoza, los sueldos medios casi triplican los nuestros, pero existen muy diversos bonos para que el transporte sea mucho más asequible. Y curiosamente los precios cambian entre Zonas o Distritos, tanto al trasladarse entre varios de ellos, como teniendo un precio más caro del billete sencillo para el Distrito o Zona Centro.
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