El 11 de agosto de 1937 se disolvía el Consejo de Aragón, gobierno legítimo de Aragón con Sede en Caspe, reconocido por el Gobierno de la República. El 25 de diciembre de 1936 la Gaceta de la República publicaba la legalización del Consejo de Aragón y se designó el 19 de enero de 1937 a Joaquín Ascaso delegado y representante legítimo en Aragón del Gobierno de la República.
Largo Caballero delegó en él poderes de todo tipo, incluidos los que correspondían a gobernadores civiles y diputaciones provinciales. Su sede pasó a Caspe. Incluso publicaba un Boletín.
Pronto, desde mediados de 1937, el Partido Comunista inició una estrategia para derribar el Consejo de Aragón, el Gobierno legítimo de Aragón. Forzó la supresión de los consejos comarcales y del Departamento de Orden Público.
El 1 de agosto de 1937 el PCE pidió al Gobierno de la República que disolviese el Consejo de Aragón. Para su ejecución, se desplazó a Aragón la 11 División, mandada por el General comunista Líster.
El 11 de agosto de 1937 era publicado en la Gaceta de la República el decreto de disolución del Consejo de Aragón, cesando de sus cargos al delegado del gobierno Joaquín Ascaso y a los restantes miembros del Consejo.
La dirección de la liquidación del Consejo de Aragón la realizó del 11 al 25 de agosto el ministro de Defensa, Indalecio Prieto.
La 11 División se situó en Caspe (entonces capital de Aragón), la División 27 –comunista- se retiró del frente para tomar el norte de Aragón junto con la 43 —socialcomunista—. El sur fue tomado por la 30 División, republicano-catalana. Todas ellas actuaron al unísono y aislaron las poblaciones, produciendo el caos y el colapso de las subsistencias.
La 11 División atacó el Consejo cuando algunos consejeros estaban en sus despachos, los detuvieron y torturaron en prisiones o en la finca Chacón de Caspe. El Presidente Ascaso, que se encontraba en Valencia (capital de España en ese momento), fue detenido. Se llevó a cabo una actitud de desmantelamiento de la labor del Consejo que en palabras del propio Lister tenía como finalidad que
“se liquidase sin contemplaciones ni trámites burocráticos ni legalistas a todo el que creyese conveniente”.
De agosto a septiembre de 1937 tuvo lugar una fase de detenciones en masa de dirigentes locales y comarcales de colectividades, asaltos armados, quema de documentación sindical o colectiva, encarcelamientos y persecuciones. Fue un elemento desestabilizador del frente de Aragón y una actuación muy violenta. Hubo 600 detenidos, encarcelados sin proceso ni causa.
La producción agrícola se desplomó. Y así acabó el Consejo de Aragón y el Frente de Aragón, que había permanecido estable hasta entonces, cayó.
La guerra continuó, y tras la batalla de Teruel, grave error militar (diciembre de 1937 - febrero de 1938), se iniciaría la ofensiva de Aragón que quedaría conquistado por los fascistas en abril de 1938, salvo la bolsa de Bielsa, que cayó el 15 de junio de 1938.
Jorge Marqueta Escuer.
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