5.1.24

Las Cámaras de Comercio y el partido Unión Nacional, en Zaragoza

En la actual sede de la Caja Rural de Aragón, en el edificio que durante décadas fue el Casino Mercantil en el Coso nada más salir de la Plaza España hacia la calle Alfonso I, se fundó la Cámara de Comercio de Zaragoza. En la imagen vemos una fotografía coloreada de una de sus sesiones del año 1901.

La Cámara de Comercio de Zaragoza se fundó el 16 de septiembre de 1886. Una parte muy representativa de las fuerzas económicas locales se reunió en el Centro Mercantil y crearon una comisión organizadora, presidida por José Montañés y formada por 210 asociados. 

La intención de las Cámaras de Comercio, era recuperar a España del final del siglo XIX con una economía muy débil, recordemos el llamado Desastre de 1898, utilizando para ello los trabajos políticos e intelectuales, unidos a los de los comerciantes y empresarios de toda España.

La primera sede de la Cámara de Comercio de Zaragoza fue la sede del propio Centro Mercantil que ya llevaba 10 años funcionando, y en la presidencia de la Cámara se sucedieron en los primero años Joaquín Carderera, Tomás Higuera y, desde 1893, Basilio Paraíso, el gran protagonista del fin de siglo.

El partido Unión Nacional que había nacido en Valladolid se funda en Zaragoza para todo Aragón en esta sede de la Cámara de Comercio de Zaragoza, en lo que también era el Casino Mercantil.

Este partido en realidad fue impulsado por Joaquín Costa como político de la Liga Nacional de Productores Agrícolas y Comerciales, por Basilio Paraíso desde las Cámaras de Comercio y el zamorano vallisoletano y liberal Santiago Alba propietario de El Norte de Castilla. Como vemos, dos aragoneses entre sus tres fundadores.

Pero la verdad es que aquella Unión Nacional que presidió Joaquín Costa desde su nacimiento en 1899 nació herida de muerte por varios motivos, pues no llegó a poderse implantar en toda España, y sus dirigentes venían de ideas diferentes y de territorios muy alejados y distantes en modernidad. Incluso por su compleja relación entre Costa y Paraíso. 

Y por tener en su seno dos tendencias aragonesas bien diferentes para enfrentarse al poder, bien desde dentro y suavemente (Costa), bien desde fuera y con más firmeza (Paraíso). Aunque pueda parecer lo contrario, el suave era Costa, que era más conocedor de las fuerzas de todo tipo que tenía el Gobierno para reprimir como en Barcelona, todo tipo de manifestaciones.

Costa quería que la Unión Nacional se convirtiera en Partido Político al uso, y Paraíso que no, que fuera solo una Agrupación o Liga Política. Y Costa tenía mucho miedo a que los intentos por regenerar aquella España terminaran en una Revolución.

La Unión Nacional como Liga Política (no llegó a ser partido propiamente dicha, y ese posiblemente fue el mayor de sus errores) se propuso reorganizar la enseñanza, la representación electoral, el ejército y la marina, la administración civil, provincial y municipal; transformar los procedimientos administrativos, forjar una política económica vigorosa; mejorar la situación de las clases obreras; revisar los monopolios concedidos por el Estado y apoyar las demandas de los agricultores en favor de la construcción de canales, pantanos, embalses y crédito agrícola, etc. 

Es decir, casi nada dentro de una España dividido, empobrecida y que no creía en ella misma. Su primer Programa Político constaba de 85 artículos que sin duda iban a cambiar totalmente el ámbito de gestión política de aquella España anquilosada.

Duró dos años el partido Unión Nacional y se terminó fusionando con la Liga Nacional de Productores y con las Cámaras de Comercio, dejando de lado casi toda su labor política de primer línea. 

Cuando decidió disolverse surgieron muchas voces de intelectuales españoles que reclamaban sobre todo a Joaquín Costa, que siguiera con la idea muy interesante pero sobre todo muy necesaria en aquellos años, para regenerar una España muy débil.



En la viñeta de arriba publicada en marzo de 1900 podemos ver a Joaquín Costa junto a Basilio Paraíso reflejados en un espejo de La Veneciana, con una regadera entre ambos con el lema de "Política Hidráulica" lo que nos muestra el trabajo que deseaban realizar. 

El texto es francamente identitario del momento. Se publicó en la revista política Gedeón. Una revista semanal cuyo lema era ya en 1900 un claro mensaje de lo que siempre ha sido España como reflejo de lo que es la política. Decía el lema: Gedeón es el periódico de menos circulación de España.

En la viñeta de abajo en cambio, mucho más ácida, se muestra como Joaquín Costa tira los orines de la noche sobre los militares mientras en el orinal pone Manifiesto de la Unión Nacional.





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