A los que vienen desde lejos a ver en Zaragoza la Capilla de la Virgen del Pilar les sorprenderán varias cosas. Una que la Virgen, su imagen, sea tan pequeña. Otra su posición encima de un pilar que parece de plata pero que es de mármol forrado de plata. Antes tenían el icono de la Virgen del Pilar con el manto que iba cambiando todos los días, ahora desde el COVID eso se acabó sin saber bien los motivos.
Pero también les parecerá curioso el número de personas que entran y salen de la iglesia constantemente. Eso sin contar de la grandiosidad exterior e interior de la basílica o la inmensa plaza que rodea la zona, y eso que algunos no pisan el Puente de Piedra, una zona poco puesta en valor para el turismo que nos visita.
Como tampoco sabemos explicar bien (y esto ha mejorado algo en los últimos años) el papel de Francisco de Goya o de Francisco Bayeu en algunas de las obras del interior de la basílica.
Así que para los posibles turistas que nos vienen a ver, un detalle del Camarín de la Virgen del Pilar, y así se pueden llevar la primera impresión de qué se van a encontrar antes de venir. Sin duda merece la visita con calma, y a ser posible con información anterior para saber algo de historia de toda esta zona.
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