No escucho ninguna idea nueva para el enorme solar de la Estación del Norte de Zaragoza, y no entiendo que el nuevo alcalde de Zaragoza, el señor Azcón, no se haya fijado en este espacio emblemático por muy diversos motivos, que le podría granjear unos buenos réditos políticos si supiera gestionarlo con inteligencia urbana y social.
Muchas veces los políticos se equivocan a la hora de gestionar sus decisiones y creen que deben acudir sobre todo a las zonas en donde obtienen los mejores resultados, como premio a sus votantes. Es una decisión equivocada pero así llevamos décadas.
La Estación del Norte de Zaragoza, desde la que se ve el Ebro, la Zaragoza histórica, el Puente de Piedra y el Pilar o La Seo, es unas pastilla pública muy golosa que ha gozado de excesivas ideas, para no tener nunca una solución. Y parece que ahora tampoco tiene quién le escriba. Seguramente porque no hay ideas buenas, ideas realizables, ideas que sirven para demostrar chicha política.
Hay una solución muy sencilla. Regalársela a los catalanes, vitorianos, valencianos, malagueños o madrileños, para ver qué harían ellos con este lujo vacío. O una más sencilla, llamar a unos asesores urbanos y en una jornada dejarles hablar y escucharlos. Tal vez así podrían surgir ideas novedosas e interesantes.
De nada. Lo que más siento es que yo nunca pude lograr que mis ideas avanzaran y eso que tuve alguna responsabilidad en la gestión de algunas de ellas.
Julio M. Puente Mateo
1 comentario:
Lo ideal sería que dieran continuidad al parque ya existente, pero si lo van a tener así eternamente, mejor que hagan viviendas.
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