Contra la pared siempre. O casi. Contra el blanco cerámico hoy roto, o casi siempre. Gentes de alcurnia, de poderes, de saber cogérsela con la mano sin humedecer los dedos. Gente de bien. De bien joder, quiero decir. De bien joder a todo bicho viviente.
Hoy quedan en Canfranc estos artilugios rotos que sirvieron para recoger, para vaciar, para desahogar pesadas cargas de líquidos. Artilugios machos. Para señoras de sombrero también había…, pero menos fotográficos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario