Las flores moradas en verano son abundantes por Aragón. Tendrán su secreto, su sentido. De entrada las damos puesto de honor en una tarde en que empiezan a bajar las brutales temperaturas en la cuenca del Ebro. Las comparaciones de ayer en algunos medios de comunicación europeo, mostrando las temperaturas de Zaragoza junto a las de Bagdad, El Cairo o Riad, fueron un detalle duro de aceptar. Jope.
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