Hablar de las carreteras que salían y entraban en Zaragoza a los pocos años de la Guerra de la Independencia es cuando menos triste y algo equivocado, pero esa fueron la realidad que tuvieron que vivir los zaragozanos de 1845, hace poco más de 170 años, que parecen una eternidad pero que no son tantos.
No se hablaba de carreteras pues no había, si acaso de caminos que excepto en cinco de ellos eran considerados de herradura, es decir de caballería. E incluso entre esos cinco solo uno se encontraba bien y el resto en un estadio mediano, que habría que ver a qué llamaban "mediano" en el año 1845.
En este recorte del libro Diccionario Geográfico de España se habla de las producciones que en el territorio de la ciudad de Zaragoza y alrededores se lograban, y aunque se decía que el terreno era fertilísimo, estaba bastante abandonado pues me imagino que la falta de personas para trabajarlo, sobre todo de hombres tras la Guerra de Independencia, no lograban sacar provecho.
Y se habla de la poca industria y muy abatida, del comercio y de las ferias. Unos años tristes tras una Guerra con excesivas bajas para no lograr ningún objetivo excepto empobrecer Zaragoza y su Comarca e incluso casi todo Aragón.
Nunca las guerras sirve para nada, pero en este caso y aunque nos la han vendido como de Independencia, era un claro ejemplo de idiotez real o Real.
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