9.1.25

Palabras para Darío Villagrasa. Por Aragón


Darío Villagrasa se postula como algo más que alférez de complemento de Lambán y se presenta a líder del socialismo vertebrador de Aragón, que lo es, y discutirle el gobierno a Azcón.

Apelando a que Aragón sea regido, entiendo, desde una posición de centro izquierda con sesgos municipalistas y aragonesistas, conocedor de la buena gestión de Soro en Canfranc y en el Gobierno de Aragón. Eso sí, a demasiados golpes de proyectos de interés general autonómicos, lo que no es precisamente un canto al municipalismo.

Pero así nos lo anunció en el Centro Cívico del Tío Jorge, tan exigido y logrado por la asociación La Dalla del Arrabal y de los primeros de Zaragoza, este magnífico alcalde, dicen que buena persona y, en lo que lo que le he seguido, excelente gestor cultural –en lo que está especializado por formación-.

Viene de la comarca oscense y zaragozana de los Monegros, de la Bujaraloz colectivizada y cuartel de Durruti y, hace poco, Darío ha votado con su grupo parlamentario y en unidad socialista incluso con su no querida agrupación oscense, prietas las filas en este punto, y –atención- con el grupo popular y el partido aragonesista de derechas, una norma que, fracasada la evacuación de energía de los macro y micro parques de renovables aragoneses por no impulso de línea de alta tensión que lleve electricidad a kilómetro no cero a Barcelona, enronará su territorio de cinéfilo, y la perspectiva de los toros de Osborne de “Jamón Jamón”, de líneas paralelas de alta tensión hasta las granjas de servidores de multinacionales.

Ya se va por tres en la salida norte de Zaragoza con sus correspondientes servidumbres y antes las anunciaba Lambán y ahora las incorporan a su discurso Azcón y Vaquero, hacen que el PIB de Aragón suba como la espuma, generan empleo del que no hay maniobrero pero hay otros, solo citaré a Varoufakis, que denominan a los gobiernos que entregan su territorio a estos efectos como siervos de la gleba de una nueva modalidad de feudalismo.

Por no decir que detrás de la producción en autoconsumo que se revela de facto como de “aloconsumo”, hacia ellos, algo raro habrá visto el resto de la bancada de las Cortes de Aragón que, en votación histórica, ha recibido por razones de fondo y forma el voto contrario –nada menos- que de Vox, Aragón Existe, CHA, Podemos e IU.

Azcón y su grupo que como oposición hubieran votado lo contrario, hoy nos venden –aunque yo diría que nos alertan- las bondades de la inversión exterior en Aragón en única forma de macro granjas de servidores informáticos, que necesitan agua y espacio del que vamos sobrados porque para eso se ha dejado de apoyar a la ganadería desde hace décadas y que generan empleo –como las renovables- no precisamente aquí, sino en toda la cadena de producción. Diga lo que diga en macro cifras la voz de su amo en que se ha convertido el Gobierno de Aragón y sin perjuicio de que asesores tengan los promotores, que antes conoció Darío como eventuales de la propia presidencia de su partido.

Aragón tiene un conjunto de especialistas en derecho administrativo y sus excepciones, una cantera en este sentido, que ríete de la eclosión musical de grupos indie en Murcia –ejemplo que me va a entender por vivido- o de directoras de cine aquí -y a estas las ha tratado a todas-.

En su primer discurso como aspirante a líder, Villagrasa no se desvinculó pero sí se distanció del legado de Lambán orgánico y de chicha política de forma oportuna.

En todo caso, si llega a regir el partido, lo hubieran hecho el presidente de la Diputación zaragozana o el sanchista oscense Sabés, no variaría nuestra sensación de que el PSOE y resto de fuerzas políticas aragonesas, aparezcan como opciones sometidas al líder de cada momento, herméticas para la sociedad.

Colonizadas por los intereses particulares de ocupación del territorio que a cada generación política se le presentan, enfermas de presentar a la sociedad obras públicas incesantes para que cada pueblo se parezca en lo exterior a Puerto Venecia, con calles todas arregladas con casas espaldadas y sus escasos jóvenes viviendo sin convivir, diseminados.

Conformando a todo dios hasta en lo imposible, convirtiendo en pícaros y aprovechados hasta personas sensibles como me parece que es Darío, su generación solo se queda a estar en los pueblos si los depreda, si vive en unifamiliares con jardín. Es la imagen que proyecta perfectamente Pilar Alegría y sus asesores de imagen, esa paracaidista aunque se postule rural que hizo su primer acto al servicio del PSOE de Madrid como comercial de la sucursal aragonesa en su localidad de origen de La Zaida.

A Darío sin embargo y pese a lo que acaba de votar por disciplina de partido heroica le percibo sensibilidad, sentido del ejercicio de la política como interés general en un sentido vocacional y no parece presa del discurso estereotipado común y postural político. Es decir, le siento como un aragonés preocupado porque la vida sea algo más de ver pasar trenes de alta velocidad entre vallas viendo como la vida de los clientes de las plataformas se nos escapan. Con su velocidad se va nuestro lamento sordo a que no quieran formar parte de la actividad política, sino directamente del asociacionismo que fue cantera de concejales, y vivan en su mundo de virtualidad en que Aragón participa solamente con su catálogo de pueblos más bonitos.

Villagrasa puede darse, ya que las conoce perfectamente, una nueva vuelta por las Cinco Villas orientales de su padre político y la población de Fuendetodos. Hasta que llegue a Luna o esté en una calle del pueblo natal de Goya será difícil que haga una foto de las iglesias o palacios de cada pueblo sin que salgan los molinos eólicos que están pegados a sus cascos históricos.

Por lo menos en el segundo caso, su alcalde socialista fue pionero en garantizar un servicio público magnífico, que le hubiera debido regalar el Gobierno de Aragón, de mesón goyesco y museo de grabados. Que en Navarra se hubiera sostenido desde arriba y que aquí, pese a la participación de la DPZ, se ha garantizado en una población de pocos habitantes a partir de su patrimonio. Difícil nos parece buscar en Aragón otra localidad en que el interés hasta estatal así lo haga imprescindible y urgente, como lo es que las granjas de servidores horaden Aragón con su propia tubería a partir de cualquier instalación para su autoconsumo.

Adobado con que los municipios que digan no a trastornar sus paisajes no recibirán compensaciones autonómicas por apostar por la calidad de su memoria visual, por la pervivencia de su turismo rural y de aves.

Trabajo tienes, no sé si te puedes permitir la continuidad y no regenerar la visión de ordenación del territorio de tu partido, opuesta con seguridad a tu sentido humanista y acción como alcalde de tu pueblo.

Qué diría hoy el reportero gráfico Francisco de Goya vuelto mañana a su pueblo. Este zaragozano para mí todavía vivo que en sus grabados dejó ventanas abiertas sin ocupar por tinta –al modo japonés que no conocía- para darles una luz que les curara de sus testimonios de idiotismo, de desequilibrio social. Nadie le quiso por demasiado humano, Darío, en un sentido en el que posiblemente no te interese bucear.

O quizá sí, nos interese por fin que lo hagas, que te pares a pensar porque sabes y puedes, que nos des una visión del Aragón de tu generación a medio plazo y que pares las máquinas y los motores de molino.

Con tu rival es que ni cuento para dialogar sobre estas cuestiones, tiene la suerte de no ver entre Zaragoza y La Zaida más que algún poste con cigüeñas y ya le invitarán para que vea decorados sin vida ni niños por mi paisaje protegido del sur del Pirineo.

08.01 Luis Iribarren

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