18.11.25
Urbanismo de Saraqusta con los musulmanes
La llegada de los musulmanes a la actual Zaragoza en el siglo VIII produjo una revolución silenciosa pero profundísima en la arquitectura doméstica de Saraqusta. La vivienda familiar cambió de manera tan radical que refleja el cambio de civilización: pasó de ser una estructura abierta al mundo exterior para ser un universo introvertido protegido por muros ciegos. Este cambio no fue solo estético, sino que reveló transformaciones fundamentales en la familia, la privacidad, el rol de la mujer y el concepto mismo de lo "público" y lo “privado". Aquella ciudad abierta a la calle se convirtió en una ciudad llena de recintos cerrados como todavía sucede en el mundo árabe.
La domus romana (casa urbana típica) en Caesaraugusta, seguía un modelo que dominó el mundo mediterráneo durante siglos. Una fachada abierta con múltiples ventanas y puertas visibles desde la calle, que mostraban la riqueza y estatus del propietario, con un atrio central que era el verdadero corazón de la casa, con una abertura (compluvium) en el techo por donde entraba luz y lluvia para formar el patio que era una apertura hacia el mundo. La casa era una "célula de sociabilidad" donde se recibía a visitantes, amigos, familiares y vecinos. Las calles de aquella Caesaraugusta eran espacios de exposición donde el ciudadano romano mostraba su status.
Había en las casas un cuarto del agua dentro del patio o atrio, destinado a recoger aguas de lluvia. La casa romana era fundamentalmente un lugar de representación del poder, con ese atrio que representaba el lugar era donde se recibían clientes y se realizaban negocios o se hablaban todo tipo de temas alrededor de una pequeña mesa con viandas. Las habitaciones más ricas de la casa daban al atrio y as más modestas quedaban apartadas de ese patio. DEsde la calle se podían ver columnas y detalles del estatus de los dueños.
A partir de la llegada de los musulmanes esa Casa Islámica cambió hacia una introversión y privacidad radical. El patio central era ya cerrado e interior (wast al-dar, aunque seguía siendo el centro de la casa. La fachada de la vivienda era ciega, prácticamente sin aberturas hacia el exterior, con solo una puerta como todavía se pueden ver en infinidad de localidades del Norte de África. La casa se vuelca completamente hacia adentro olvidándose de la calle, y se crean espacios separados para hombres y mujeres.
Se busca la privacidad (Hurma) y se amplía el concepto islámico de "lo sagrado, lo inviolable", aplicado especialmente a la familia y la mujer, con una reclusión doméstica como ideal cultural. Pero exteriormente las casas debían parecer iguales desde fuera para mantener la igualdad de la umma (comunidad). El estatus social se expresaba en el patio interior, no en la fachada y ese patio interior funcionaba como regulador natural de temperatura. La fachada completamente ciega o con mínimas aberturas era muy simple, sin que en ningún momento se delatara quien vivía dentro y qué nivel de riqueza tenía.
En esa vivienda todo, cocina, dormitorios, letrinas, comunicaba con el patio que tenía una fuente y alberca como elemento decorativo que proporcionaba frescura. Se rellenaba el espacio con vegetación, macetas, árboles frutales (palmeras, naranjos, limoneros) y representaba una única fuente de iluminación natural para muchas habitaciones y era la zona en donde toda la familia se reunía (especialmente las mujeres) y donde se realizaban las abluciones rituales islámicas
Curiosamente la entrada la vivienda era a través de un zaguán acodado y no recto pues eso evitaba que los visitantes vieran el interior de la casa mientras entraban y protegía la vista de la hurma de las (mujeres de la casa y servía también para facilitaba la circulación de aire fresco desde la calle. Este elemento de la entrada no directa, es tan característico, que su presencia/ausencia permite diferenciar una casa cristiana de una islámica en excavaciones arqueológicas.
La casa Islámica tiende a disponer de letrina privada (bayt al-mā', lo "cuarto del agua”) en un ángulo del patio que en las casas de mayor poder eran distintas para hombres y mujeres; y un pequeño espacio específicamente diseñado para las abluciones rituales obligatorias del islam. Estos espacios eran de tamaño muy reducido, a veces con pavimentos de ladrillo para hacerlos resistentes a la humedad y siempre abiertos al patio para facilitación la limpieza con agua a chorro.
Saraqusta empezó a utilizar en grandes cantidades el ladrillo y yeso frente a la sillería romana. El uso del blanco yeso nos refleja la necesidad de poderse defender del fuerte calor solar (Saraqusta era conocida como "Medina Albaida", la ciudad blanca). En la decoración pasamos de la Escultura Figurada a la Geometría Abstracta ante la prohibición islámica de figuras humanas o animales, con patrones geométricos complejos y una ornamentación basada en caligrafía y motivos vegetales estilizados. Los últimos restos encontrados en Zaragoza cerca de la plaza de José María Forqué nos hablan de una Saraqusta seguía los modelos islámicos estándar con adaptaciones locales.
Si asumimos que la arquitectura es como un espejo de cada civilización, tenemos que asumir que la transformación de la vivienda en Saraqusta entre el siglo VIII y el XI no fue simplemente un cambio de estilos arquitectónicos. Fue la materialización física de un cambio de civilización casi radical.
La casa romana extrovertida reflejaba una sociedad donde el individuo se realizaba en la esfera pública. La casa islámica introvertida reflejaba una sociedad donde la identidad se construía en torno a la familia, el clan y la comunidad religiosa.
El patio islámico, rodeado de muros ciegos, con su fuente central y su vegetación, representa algo más que climatización: representa la creación de un universo privado donde la familia islámica podía vivir según sus valores, y sin interferencia del mundo exterior.
Paradójicamente, esta reclusión doméstica fue también una liberación creativa. Mientras que fuera de casa, en la ciudad, todas las casas eran casi iguales (igualdad de la umma), en el patio cada familia podía crear su propio paraíso particular, expresando su estatus, riqueza y buen gusto, lejos de las miradas públicas. Era democracia en la fachada, y aristocracia personal en el patio.
17.11.25
Ebro 06: Norte de Burgos, origen de Castilla
La boca de la presa del embalse del Ebro libera caudal para que el río rompa hacia el este, se oriente hacia el bochorno salino de su delta en un decurso lento, por meandros y desniveles poco pronunciados.
Los primeros los encontraremos en el norte de la provincia de Burgos en un marco estrecho y rapaz, entre sierras de karst. El Ebro discurre encañonado hasta dejar las tierras castellanas en Miranda e incluso sigue así al entrar en el término municipal de Haro, refrescadas las mejores viñas de Rioja entre recodos y revueltas que alargan la longitud del río hasta sus casi mil kilómetros.
En las sierras del norte de Burgos, do manan y brincan los primeros afluentes del Ebro, nació el Condado de Castilla. Su territorio matriz abarcaba la altiplanicie de la vertiente sur de los montes cántabros orientales y vascos más occidentales.
Castilla, más adelante reino poderoso y cuna del segundo idioma occidental más hablado, pudiera incluso compartir etimología con Cataluña. Ambas significarían tierras de castillos por su “a” plural de cierre”. En otra versión menos extendida, Cataluña se diferenciaría de Castilla por su condición de marca carolingia y asentamiento de aristócratas godos administradores (godos.cat).
Al norte del Ebro y regadas por sus primeros afluentes de la margen izquierda, las villas de las Merindades burgalesas y sus territorios ocupan una superficie semejante a la de toda Álava y superior a las otras dos provincias vascas para un total de población de unas 20.000 personas. Siendo el principal curso de agua tributaria al Ebro el río Nela y los valles más característicos de la comarca, los de Mena y Losa que abren una vía sin apenas puertos que concluye por el valle de Cadagua y las Encartaciones en la ría del Nervión. Paso expedito de riquezas generadas por el transporte de metales y lana desde el asentamiento celta en la región.
Los ríos que desembocan cerca de Oña alimentan a nuestro río padre que avanzará ya caudaloso cuando reciba al alavés Zadorra y los ríos riojanos de su margen derecha, antes de que el Ega en San Adrián y el Aragón en Milagro -por recoger al Irati y Arga- desagüen todas las lluvias de las selvas de Navarra y hagan al Ebro varón, como citaban tantas jotas. Así, su anchura en Tudela es semejante a la que conservará en Tortosa.
Ciudades históricas del norte burgalés o Comarca de las Merindades son Medina de Pomar, Villarcayo y Espinosa de los Monteros, riberanas de los afluentes referidos; como también lo son Oña y Frías, erigidas en su margen derecha. La última merecerá capítulo especial pero todas ellas se mencionan como solares de estirpes de familias descollantes después establecidas en Burgos, primera capital castellana.
Los Velasco, Espinosa, Salinas, Legarda, representan a la nobleza hereditaria de la visigoda, señores del ganado y propietarios de la lana de los valles altos, jefes de clan. Fueron los primeros que utilizaron en su documentación familiar la denominación “Castilla” para describir su tierra somontana, fría y seca. Su llanada con torres y castillos sita al norte del río que nos lleva. Señores que lo eran también del histórico y fundamental valle alavés de la Cuadrilla de Ayala.
El clan fundamental, el primer apellido Velasco de la serie que también presenta la forma de Vélez (de Guevara o Gomera), es indicativo de que se trata de sucesores de la nobleza visigoda a la que pertenecía Rodrigo y sobre la que se conformó, junto con los godos introducidos por Carlomagno en las marcas, una primera organización condal. El apellido que nos ocupa lo detentaban los hijos de Vigila o Vela con la terminación ko patronímica. Uno de los principales actores secundarios de todos los tiempos fue el inigualable Bela Lugosi, aquel dacio tan alto.
La institución de Condestable de Castilla fue un cargo hecho a la medida del clan al mezclarse con sangre real, la de los Fernández de Velasco-Manrique de Lara (el de las coplas a la muerte de su padre), tras paso de algún noble Borja-Gandía aragonés o los Trastámara gallegos por ella y como manifestación de las alianzas políticas matrimoniales de la aristocracia del Ebro burgalés.
A la vez, y en términos actuales de comparación, los condestables eran tenientes generales del CESID y vice Jefes de Estado del reino con poder judicial. Administraron desde la sede en la célebre Casa del Cordón de Burgos, tras bajar de su montaña. Proceso semejante al de la participación de la nobleza pirenaica en la administración de los Aragón por los clanes de los Gil de Jasa, Urriés o Bardají.
Los shogunes japoneses provenientes de castas de samuráis siguieron el mismo proceso de escriturarse tierras antes llamadas “incultas”, emparentar con la Casa Real del crisantemo renovando su sangre para evitar la hemofilia y detentar el poder religioso, dirigiendo sus segundones como abades los monasterios budistas.
Así se advierte que en Castilla, como sucedió en los pequeños reinos de Navarra y Aragón, se fraguó una nobleza terrateniente y reconquistadora, especialmente en el primer reino unido al de León, que vigilaba de cerca a los reyes de la casa Ordóñez-Ramírez asturianos.
Como ellos, los reyes leoneses fueron descendientes de la alta alcurnia visigoda: los Alfonso famosos, cuya raíz es Ataúlfo (que significa noble dispuesto). Nombre prototipo de rey castellano, leonés pero también aragonés, nuestro actual Felipe es vino de Borgoña y no de Ribera del Duero, cuando no de Macedonia y el nombre se lo debió poner su madre.
Es curioso que los reyes de Francia y Navarra, sin embargo, portaran nombres francos o sajones, tales como Luis (de Ludovico, distinguido o noble en el combate) o Carlos, nombre tampoco romano, que deriva de hombre o marido de la casa por su finalización que suena a hus en lenguas norte europeas y vikingas (el hombre grande, de casa y de confianza: Carlomagno).
Las Merindades burgalesas, primera posesión de las sagas de Castilla, ocupan una planicie de valles fríos y altos apta para alimentar buenos rebaños ovinos, producir excelente trigo y manzanas, como refleja el apellido de Medina que es “de Pomar” o manzano. En su día poblada y rica en recursos, fue comarca de paso y cabeza de trashumancia.
Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón
El Ebro y los ríos que en él desembocan atraviesan sistemas calizos mediante hoces o congostos.
Valles glaciares esculpieron con sus hielos las foces que horadan la montaña pirenaica: la navarra oriental de Arbayun-Lumbier; las numerosas en Aragón como las de Salvatierra de Esca, Fago, Biniés, el cañón de Añisclo, el congosto de Olvena o Montrebei (hoy muy visitada su vía ferrata). Asimismo abunadan congostos en el Prepirineo catalán que surcan los ríos con nombre de Noguera o los del curso del padre Segre, el que dio paso natural a los elefantes de Aníbal a las Galias por Ceretania.
Del mismo modo pero de menor longitud y altura, en el Sistema Ibérico pueden hallarse estrechamientos poderosos en sus cursos fluviales. Las paredes de roca, a diferencia de las del Pirineo, presentan tonalidades gris marengo con brillo rutilante y ajeno al de la caliza y hasta tonos de óxido, pues se componen de rocas minerales de origen magmático o de conglomerados de desembocadura de ríos tropicales. Conformados los estrechos por la acción de disolución de arcillas de los ríos Jalón, sus afluentes como el Piedra –el más reconocido de la cuenca- y el Mesa-; los excavados por los altos valles de los ríos Martín y Guadalope o los existentes en los puertos de Beceite, con el célebre entorno del Parrisal como paisaje destacado del valle del Matarraña.
En el caso riojano, el cañón conformado por el río Cidacos desde la soriana villa de Yanguas hasta la pujante capital del calzado riojana, Arnedo, y el sobresaliente y extenso del salvaje valle del río Alhama al sur de la localidad de Cervera.
Cercano a su nacimiento, el estrechamiento denominado “Hoces del Alto Ebro” lo excava directamente el Ebro y uno de sus primeros afluentes llamado Rudrón. Tapizados los acantilados de las hoces según su exposición umbría o solana con bosques mixtos en parte atlánticos y mediterráneos. En pocos montes de la cuenca conviven hayas y encinas en unidad de ecosistema.
Las sierras calizas de paredes verticales, en todas las hoces expuestas, generan en sus fondos atravesados por ríos microclimas más húmedos, y han impedido por su rusticidad y lejanía las actividades extractivas. Por ello se han convertido en santuarios de preservación de bosques originarios abundantes en robles, encinas y arces, con alguna mancha de hayas en sus vertientes norte y bellos bosques de ribera de chopos y alisos.
Las paredes de doscientos metros o incluso de mayor altura son refugio y hogar de todas las aves rupícolas peninsulares, de la fauna mamífera de más alta calidad.
Las filtraciones kársticas en los suelos calizos originan cursos fluviales con ojos, con tramos subterráneos; surgen en forma de manantiales caudalosos como en la fuente de Orbaneja; dan lugar a la presencia abundantes cuevas, que fueron comprobados albergues de trashumantes y cazadores anteriores al Neolítico.
Una de las particularidades más destacables de este alto tramo es que en el mismo existen poblaciones que nadie pensaría regadas por el Ebro, repletas de arquitectura de montaña que asociamos a las cabeceras de sus afluentes.
Especial es la importancia paisajística del Hayedo de Carrales y la arquitectura en piedra de Orbaneja o Pesquera del Ebro, desde cuyo puente se percibe la fuerza del río padre en estado de levantisco adolescente.
17.11 Luis Iribarren
14.11.25
Parque Bruil de Zaragoza y sus problemas
Todos en Zaragoza somos conscientes del problema de sanidad, de limpieza, de riesgo de inseguridad de todos los que están allí, desde vecinos a ciudadanos que están viviendo sin condiciones, unos problemas de indignidad que como ciudad no debemos seguir consintiendo mirando al suelo mientras agachamos la cabeza, admitiendo que sabemos lo complejo que es resolverlo, pero a su vez, que algo distinto tenemos que hacer.
A su vez hay que AGRADECER y poner en valor el inmenso trabajo que desde decenas de asociaciones o desde una parte de la iglesia zaragozana se está haciendo por intentar hacer menos dura la vida de estas personas. Nunca es suficiente, pero es un soplo de aire.
Las sociedades, mientras el problema tienen un tamaño soportable, deben resolver sus problemas. Sabemos que se juega en el doble sentido de que si se hace bien se produce el efecto llamada. Y que si se hace mal a partir de cierto grado, es imposible revertir las situaciones.
Zaragoza debería trabajar más y sobre todo más unida, para analizar estos problemas y sabemos encauzar y humanizar, dentro de sus tremendas dificultades de todo tipo. La imaginación al poder. Más presencia de personas voluntarias, de ese Cuerpo de Voluntarios de Zaragoza o de Cruz Roja, para garantizar una formación ampliada de las personas que allí se encuentran, una sanidad, una integración poco a poco, una seguridad del entorno para todos, es imprescindible como primeros pasos.
En algunos países, en algunas ciudades, en zonas como estas se forman barracones para dar asistencia global, y en donde pueden acudir allí las personas de los alrededores para de forma diferente a la oficial, recibir asesoramiento y ayuda. No es un edificio de albergue, no es para comer o dormir, pero en cambio sí es para ducharse, para recibir consultas médicas o formación.
¿Todo esto crea un efecto llamada? Pues depende de las formas. Nadie quiere vivir en la calle y si se escapan de otros países es por sus propios problemas internos. A veces solo llamamos Efecto Llamada cuando estando ya en nuestros países, no queremos que vengan a nuestra ciudad, a nuestro barrio. Y eso… se debería llamar mejor con otro adjetivo.
12.11.25
La cripta de El Pilar de Zaragoza
En el subsuelo de El Pilar de Zaragoza, debajo justo de toda la zona de la capilla de la Virgen del Pilar, hay una cripta que solo se puede visitar dos días al año, seguidos además, coincidiendo con las festividades de Todos los Santos y Todos los Fieles Difuntos.
Esta cripta alberga los restos de figuras históricas y benefactores de la basílica y de la historia de la ciudad, como el General Palafox o Ramón Pignatelli entre otros muchos, pues sin ser una Panteón Real, si es un panteón de personas Nobles e importantes en la historia o por ser mecenas de la iglesia zaragozana.
La Primera Mezquita de Saraqusta: Entre la Historia y la Arqueología
Sobre todo los judíos de Hispania y de aquella Caesaracosta, estaban muy descontentos con los sucesivos gobiernos godos, en constante peleas y guerras entre ellos, o contra francos, pero a su vez sabiendo que nuestra ciudad era un gran enclave estratégico, muy potente en la vida religiosa, pero que no era capaz de hacer valer sus grandes proyectos de futuro.
Ya en aquel tiempo existía en Santa Engracia una excelente biblioteca y un buen grupo de escribas con numerosos monjes que sacaba copias de aquellos libros, sobre todo para intercambiarlos con otros centros religioso y así poder ampliar su propia biblioteca.
El viaje del obispo Tajón a Roma en el año 646 no fue una iniciativa personal, sino una misión oficial por encargo del rey visigodo Chindasvinto (642-653) con el objetivo muy específico de viajar a Roma para obtener copias de las obras del Papa San Gregorio Magno, que eran difíciles de encontrar en la Hispania de la época. El poder de la religión en aquellos tiempos era tremendo pues controlaba toda la vida política, culturas y social.
Así que la entrada en Caesaracosta fue sencilla pues además los musulmanes no venían a quemar la ciudad ni a exterminar a sus habitantes, que en gran número (excepto los poderosos) simplemente se quedaron en la ciudad sin casi temor, pensando que peor no podía ser su llegada, comparado con lo vivido anteriormente.
Los musulmanes que entraron en la ciudad no debieron de ser muchos, eran yemeníes que venían desde el sur de Arabía, acompañados de qaysíes del norte de ese país, algunos soldados de Siria y un número no muy elevado de bereberes del norte de África. Convertidos todos al islam, convencidos y como soldados de fortuna, que avanzaban por la Hispania, conquistando terrenos y poblaciones sin mucha lucha.
A los habitantes de aquella Caesaraugusta no se les obligó a convertirse al islam, pero se encontraron con unos militares que hablaban un idioma muy diferente y que escribían en un alfabeto que no entendían. Los unos y los otros no se entendían.
Los judíos que se quedaron en la ya Saraqusta se agruparon alrededor del Coso Bajo en la zona de San Carlos y los cristianos ya mozárabes o muladíes pues se iban sometiendo al islam poco a poco, se quedaron en la zona cercana al Pilar, cerca de la muralla, para intentar continuar con su vida anterior.
En realidad era una ciudad llena de sentimientos religiosos. Y de variado tipo. Islam, cristianos, godos, judíos, y además con grandes diferencias pero a la vez con respetos entre todos ellos pues creían en algunas partes comunes de sus religiones.
De aquella mezquita se ha escrito mucho pero se sabe con certeza mucho menos de lo que deberíamos. La primera mezquita de Saraqusta es un edificio que se encuentra entre la documentación histórica clara pero con la evidencia arqueológica incompleta.
Su fundación data entre los años 714 y 716, es decir, nada más entrar en la ciudad se dedicaron a construir esa Mezquita como primer edificio importante de lo que ya querían considerar una gran ciudad.
Su constructor fue Hanash ibn 'Abd Allah as-Sana'aní (también escrito como Hanas ben Abdallah as-San'ani). Este personaje era un tabí' (تابعي), es decir, alguien que conoció directamente a uno de los compañeros del profeta Mahoma, o que convivió con estos últimos.
La mezquita aljama de Saraqusta se encontraba exactamente en el lugar que hoy ocupa la Catedral de La Seo del Salvador. Los musulmanes no reutilizaron la antigua basílica cristiana visigoda que existía en ese lugar (algo que sí hicieron en otras ciudades como Córdoba), y en cambio, prefirieron demoler la basílica cristiana y construir una mezquita nueva, aprovechando el espacio libre de la antigua plaza del foro romano. Querían orientar el edificio correctamente hacia el sureste, hacia La Meca, algo que la antigua iglesia cristiana no permitía por su orientación este-oeste.
Las crónicas andalusíes mencionan que Hanash ibn 'Abd Allah as-Sana'aní fue enterrado en el cementerio de Bab-al-Qibla, junto a la actual iglesia de la Magdalena, y que… ”Su tumba era motivo de peregrinaje desde muchas partes del mundo islámico”. Esto confirmaría la extraordinaria veneración que los musulmanes tenían por el fundador de la primera mezquita de Al-Ándalus. xxxxx
Según las investigaciones del arquitecto y arabista Juan Antonio Souto Lasala, que ha estudiado exhaustivamente las fuentes escritas y los restos arqueológicos encontrados durante las obras de restauración de La Seo (desde 1980), la mezquita original habría tenido una estructura de cinco naves paralelas orientadas hacia el sureste (hacia La Meca), un sahn o patio de abluciones al norte (en lo que hoy es la plaza de La Seo), la entrada principal desde el sahn (igual que hoy) y un mihrab de mármol blanco (probablemente alabastro local) en el muro de la qibla. Un edificio de unos 35 por 45 metros de perímetro.
Tubo una primera ampliación en el año 856 (Época de los Banu Qasi) bajo el gobierno de Mûsà ibn Mûsà, en los que Saraqusta experimentó un notable crecimiento demográfico y económico. Se añadieron dos naves más por el lado sur, ampliando la mezquita hasta siete naves y se construyó un alminar de estilo puramente cordobés, inspirado en la arquitectura siria de donde era originaria la familia Omeya que gobernaba Al-Ándalus.
Durante las recientes obras de restauración de La Seo, se descubrió la huella de este alminar cerca del actual campanario, lo que corrobora las hipótesis sobre la planta de la primitiva mezquita. Hubo luego una segunda ampliación en el Siglo XI (Época de los Banu Hud) bajo el reinado del brillante rey-filósofo Ahmad I al-Muqtádir (1046-1081), en donde la ciudad alcanzó su máximo esplendor cultural y económico. En ese tiempo se realizó la última gran ampliación de la mezquita, y se construyó un mausoleo orientado hacia el sahn (este edificio todavía existe: es la actual Parroquieta de La Seo, un edificio octogonal que fue la capilla funeraria de los arzobispos). Se erigió un nuevo alminar, esta vez de arquitectura zagrí (local): una torre octogonal de ladrillo y yeso semejante a las de San Pablo o a las de Santa María de Tauste, San Andrés y Santa María en Calatayud
Gracias a las obras de restauración de La Seo bajo la dirección del arquitecto Ángel Peropadre (desde 1980), se han encontrado evidencias físicas de la mezquita, con muros de cimentación de época islámica, la huella del alminar del siglo IX cerca del campanario actual, restos de pavimentos de ladrillo y fragmentos de decoración en yeso y cerámica Sin embargo, como explica Juan Antonio Souto en su investigación, la realidad de este material es insuficiente.
Según az-Zuhrí, cuando se hizo la primera ampliación de la mezquita en el siglo IX, fue necesario demoler el muro meridional para añadir las dos nuevas naves. Sin embargo, el mihrab original era tan venerado (por haber sido construido por el tabí Hanash) que excavaron por debajo de él y lo levantaron sobre dos grandes vigas de madera bajo las cuales colocaron unas columnas tumbadas con el fin de trasladarlo de sitio. Es decir, trasladaron físicamente el mihrab sagrado sin destruirlo, demostrando la enorme veneración que le tenían.
¿Por qué no hay más Restos Arqueológicos? Pues principalmente esa escasez de restos visibles de la mezquita original es triple. Por una parte la reutilización inmediata tras la conquista cristiana en 1118, en la que la mezquita fue consagrada como catedral cristiana el 4 de octubre de 1121. No fue demolida, pero si profundamente transformada.
11.11.25
Uzbekistán Aragón 2: El yeso, los ladrillos y la cerámica vidriada que nos unen
Los pueblos nómadas, cuando se vuelven sedentarios, adoptan formas arquitectónicas imperiales. El protocolo debe sustituir la pérdida de energía de las cortes.
De dormir en yurtas o castros de madera, las dinastías edifican religiones que sirvan para apaciguar, con la esperanza de otras vidas (del retorno al campo), interiores urbanos en que la naturaleza yace domesticada y construyen para la posteridad. Con el propósito de legar a sucesivas generaciones un arte sólido, preferentemente de piedra, que perpetúe como sha, khan o califa a las dinastías herederas de los sátrapas.
Cuando vuelvan a la carga otros vándalos de la estepa a asolar, al menos que se encuentren como obstáculos con una red de puentes, iglesias-fortaleza y ayuntamientos ejemplares, que permitan a la población y cultura un refugio provisional, y una subsistencia con los nuevos amos fraguada por interés de todos.
En las regiones arenosas de los ríos, donde no hay piedra ni canteros, la perpetuidad, la torre de Babel que sube, se fragua subiendo al cielo ladrillos cocidos macizos superpuestos por capas por alarifes y, en Aragón llamados piqueros.
El reino altomedieval aragonés esculpió en caliza y arenisca su primer conjunto de monasterios e iglesias para la posteridad. Cuando saltó desde Almudévar al sur, y hasta alcanzar las serranías ibéricas, tuvo que construir en adobe y ladrillo o mantener lo que se encontraron, un arquitectura de yeso espléndida.
La cocción de las pastillas de adobe en moldes se conoce desde Mesopotamia y ofrece un material duro como una piedra, bello, ligero y moldeable, que permite la construcción en serie. En la cultura china se generalizó la producción de ladrillos bastos o más finos, casi de mayólica, que según su resultado eran cuñados por el artesano fabricante.
Los ladrillos se sujetarán con la mezcla, por todos estudiada, de arena, agua y un conglomerante o aditivo que en general es el mortero de cal. Ahora bien, si un país es rico en arcillas y yesos, como lo son Aragón del alabastro y Uzbekistán, al fraguar antes este mortero blanco o pasta, sus albañiles y artesanos crearán torres más altas y airosas, castillos con paredes de tapial de yeso encofradas como se disfruta en el de Calatayud. No teniendo que esperar a un resultado más lento que les hubiera condicionado artísticamente.
La moda de utilizar el yeso como elemento constructivo y base decorativa, la de los arcos entrelazados con atauriques de yeso de la Aljafería, no podía provenir ni lo hizo de Yemen ni la región de Arabia del Hiyaz (La Meca y Medina) sino de la Persia abasí bajo cuya influencia cultural se hallaba la región de Samarcanda.
El recubrimiento cerámico de las magníficas torres de mezquitas que los Aragón mantuvieron por su excelente fábrica como campanario de iglesias, en cerámica verde manganeso, beben del precedente de la Kutubía de Marrakesh, que a su vez es hija del alminar de la gran mezquita de Kairouan de Túnez, el más antiguo y el primero del mundo.
Las torres mudéjares aragonesas y las de las mezquitas y madrasas uzbekas muestran un conjunto común de piezas de ladrillo ya vitrificado y colorido o de discos de diferentes tamaños, fustes de columna para entrelazar arquillos, azulejos cuadrados, verdes, negros y melados, columnillas compuestas por piezas cilíndricas y esféricas achatadas, estrellas de ocho puntas con sus marcos y crucetas de fondo, puntas de flecha…
La taifa zaragozana independiente supuso una ruptura artística con Córdoba y una vuelta al legado abasí, el de Damasco-Persia, que trajo como resultado las airosas y delgadas torres del mudéjar o tagarino aragonés. Más aptas, además, para soportar los vientos extremos del Valle del Ebro.
Los elementos decorativos de repetición, las palmas, la epigrafía cúfica (tiras de inscripciones del Corán), las figuras geométricas, la mano de Fátima, se repiten en las dos familias de torres y decoración exterior que comparamos con dos grandes diferencias: en el mudéjar aragonés se introducen piezas cristianas como las medias lunas de la Parroquieta de la Seo en Zaragoza, escudos o espadas. En la arquitectura uzbeka, es imprescindible revisar la figuración en aves y animales que presentan ciertos remates cerámicos, por cercanos al arte chino y expresión del pueblo turco, recientemente islamizado cuando edifica su legado.
11.11 Luis Iribarren
10.11.25
Palacio Castillo de La Aljafería y otros restos de la época
En las afueras de aquella Saraqusta, junto a una zona que se llamaba al-Musura (Almozara o Llano de la saría) que era en donde se celebraban ejercicios militares, desfiles o maniobras de luchas y de equitación, y en donde posiblemente existía ya un campamento militar desde que al-Rahman III sometió a Saraqusta a los asedios de 935 a 937, se construyó en el siglo X y junto a una torre que comunica con un profundo pozo que todavía existe y que a veces se puede visitar, alrededor de la llamada Torre del Trovador, no lejos de las murallas de tierra de aquella Zaragoza y cerca de algunos arrabales, en un terreno plano, Ahmad I al-Muqtádir mandó construir el Palacio de la Aljafería siendo el segundo monarca de la dinastía de los Banu Hud, que gobernó Saraqusta entre 1046 y 1081.
Ahmad I al-Muqtádir fue el rey más poderoso y brillante de la Taifa de Zaragoza. Durante su reinado, la taifa alcanzó su máximo esplendor económico, político y cultural y además no era simplemente un guerrero militar, sino un poeta, filósofo y mecenas de las artes. Este fue precisamente el período en el que Saraqusta fue centro de atracción de intelectuales como Avempace y el poeta Ibn Jafaya
La construcción de la Aljafería comenzó entre 1065 y 1080, aunque probablemente fue iniciada alrededor de 1065-1070. Las inscripciones caligráficas en algunos de los capiteles del palacio contienen el nombre de al-Muqtádir como "el vencedor" (al-Muqtádir Billah). Este título honorífico no fue adoptado por el rey hasta 1065, tras su victoria en la toma de Barbastro, por lo que la construcción no pudo comenzar antes de 1065. Uno de los relieves dice explícitamente: "Esto [la Aljafería] lo mandó hacer Ahmed al-Muqtádir Billáh”.
Es importante señalar que los musulmanes no lo llamaban "Aljafería", sino "Qasr al-Surur", que significa "Palacio de la Alegría" o "Palacio del Regocijo”. El nombre "Aljafería" es posterior y derivado de "al-Qasr al-Ja'fariyya", que significa "Palacio de Abu Jaáfar" (Abu Jaáfar siendo uno de los nombres del rey). El propio al-Muqtádir lo apodó así porque era su "quinta de recreo", su lugar de descanso y placer lejos de las responsabilidades del gobierno. De hecho, en sus propios poemas, al-Muqtádir se refería a él como "Palacio de la Alegría" (Qasr al-Surur).
A diferencia de la Zuda (alcázar ciudadano), que estaba dentro de las murallas de la ciudad y tenía funciones de defensa y gobierno, la Aljafería fue construida como un "palacete de recreo” y por eso deseaba que estuviera fuera de las miradas de sus ciudadanos y permitía mayor conexión con la naturaleza. Era un lugar tranquilo en donde poder disfrutar de la vida lejos del bullicio de la ciudad amurallada, entre huertas y acequias y no muy lejos del río Ebro, con el que se comunicaba por debajo de tierra por un camino subterráneo.
En aquella zona ya existía la hoy llamada Torre del Trovador, y por ello la Aljafería no fue construida de la nada. Al-Muqtádir encontró en el lugar una fortaleza anterior de origen califal, posiblemente construida sobre el año 950 o algo posterior y tenía la función de torre de vigía y de primera defensa con una torre fuerte de planta cuadrangular con cinco pisos, construida con sillería de alabastro en la base. Fue reconstruida tras un incendio en el año 1039, cuando los Banu Hud de Lérida tomaron la ciudad de Zaragoza. Todavía se puede visitar en su interior, y es muy recomendable hacerlo con calma para ver sus paredes interiores.
Del funcionamiento del Palacio de La Aljafería sabemos bastantes datos. Era la residencia estival y Al-Muqtádir la utilizaba como retiro de verano durante los meses cálidos. Era también un lugar de celebraciones y en donde se realizaban festivales y celebraciones cortesanas en sus salones. Pero a su vez era un espacio para que el Rey cultivara sus aficipnes por la cultura, el rey pasaba tiempo aquí componiendo poesía, algo por lo que era famoso. Y además tenía un Salón llamado "Maŷlis al-Dahab" (Salón Dorado) era donde al-Muqtádir recibía diplomáticos y embajadores, proyectando la gloria y riqueza de la taifa.
Sabemos que tenía un gran patio central (Sahn) como una zona central típica que servía para organizar la entrada al palacio. También que existía un salón del Trono (Maŷlis al-Dahab) y un espacio principal donde se recibía a dignatarios con una sala de Audiencias.
Existían habitaciones privadas del rey con diversas alcobas y dormitorios, tenía baños (Hammam) con un sistema completo con agua caliente, templada y fría y un potente sistema de agua para las fuentes, piscinas y cisternas con jardines acuáticos, típicos de los palacios islámicos.
Como es lógico tenía su muralla defensiva rodeando todo el complejo con una gruesa muralla de piedra y torres cilíndricas y con un foso por todo el perímetro, que se había adaptado al terreno en su forma, como cualquier castillo que usa los dibujos de los terrenos para construir con facilidad defensiva.
Es importante notar que al-Muqtádir continuó ampliando y mejorando el palacio de La Aljafería durante todo su reinado. A diferencia de lo que sucedería tras la conquista cristiana (cuando habría reformas destructivas que cambiaron parte del edificio), bajo dominio musulmán la Aljafería fue un proyecto arquitectónico en evolución constante. Y ha sido el único gran edificio de arquitectura islámica taifal que ha perdurado, testigo del esplendor de aquella Saraqusta que fue la "Atenas del Mediterráneo medieval”.
Nos quedan torres modificadas como las de la Magdalena, San Pablo, San Gil, la Zuda y parte de la Seo de San Salvador, pero muy poco más, excepto la constatación reciente de cementerios o barrios extra radios que van apareciendo, y que sin duda en el futuro depararán muchos más descubrimientos de estos apasionantes siglos de la historia de Saraqusta, pues es una ciudad que guarda bajo sus calles una riqueza arqueológica extraordinaria correspondiente a Saraqusta. Se cree que existían múltiples arrabales (barrios extramuros) alrededor de la ciudad medieval, muchos de los cuales aún no han sido localizados, por ejemplo en la zona de Tenerías, además de en las orillas derechas del río Huerva y se cree que pueden existir una docena de pequeños cementerios en las zonas de alrededor de la Zaragoza musulmana conocida, de ellos cuatro o cinco siendo importantes. Y hay unos detalles menos conocidos y valorados pero sumamente importantes en aquellos siglos y que han continuado hasta las fechas actuales, y que son todo el entramado de acequias que han existido y existen en algunos casos, en los arrabales de la ciudad.
9.11.25
Relación de Gobernadores, Emires y Reyes de Saraqusta (714-1118)
Para finalizar creo que es interesante dejar un listado cronológico y ordenado de todos los gobernadores documentados de aquella Saraqusta desde la conquista musulmana hasta la reconquista cristiana. Este listado combina datos de crónicas árabes, fuentes cristianas medievales e investigaciones históricas recientes. He dividido el período en las principales épocas políticas.
Periodo de Dependencia de Córdoba designados desde allí (714-820)
Muza ibn Nusayr - 714 - Conquistador. No gobernó de forma permanente, dejó guarnición
Tariq ibn Ziyad - 711-714 - Conquistador general. Campaña principal desde Gibraltar
714-750 - Diversos gobernadores pero con pocos nombres conservados
750-770 - Transición entre el Emirato Omeya y la época de los Banu Qasi
Dinastía Banu Qasi (Muladíes): Control Alternado (770-900)
Musa ibn Fortún (Banu Qasi) - 788-789 - Primer Banu Qasi documentado en Zaragoza
Matruh ibn Sulaymán (Banu Qasi) - 791-792 - Gobernador Banu Qasi
Bahlul ibn Marzuq - 798-799 - Rebelde, enfrentamiento con Córdoba
Lubb ibn Muhammad (Banu Qasi) - 832-865 - Caudillo poderoso, sitió y controló Zaragoza
Muhammad I ibn Lubb (Banu Qasi) - 865-890 - Hijo de Lubb, continuador de dinastía
Ismail ibn Muza (Banu Qasi) - 890-900 - Último Banu Qasi de importancia
Dinastía Tuyibí: Establecimiento de Autoridad Emiral (900-1018)
Muhammad ibn Hashim al-Tuyibi (al-Anqar, "el Tuerto”) - 900-925 - Fundador de la dinastía Tuyibí
Ahmad al-Tuyibi - 925-932 - Hijo de Muhammad; bajo su reinado se consolida el poder
Muhammad al-Tuyibi II ("al-Anqar" joven) - 932-934 - Continuación de la dinastía
Período de Asedios por Abd al-Rahman III
934-937 - Asedios calabfales, resistencia Tuyibí
Muhammad ibn Hashim al-Tuyibi - 934-950 - Mismo personaje que el anterior; resistió asedios
Mundhir al-Tuyibi - 950-980 - Rey efectivo durante el Califato de Córdoba
Yahya al-Muzaffar al-Tuyibi - 980-1010 - Reinado importante y estable
Mundhir II al-Tuyibi - 1010-1018 - Último rey Tuyibí; desintegración del Califato de Córdoba
Periodo de Independencia Total (1018-1110)
Sulaymán I al-Musta’in - 1018-1046 - Fundador de la Taifa de Zaragoza; período de consolidación
Ahmad I al-Muqtádir - 1046-1081 - Rey más brillante y poderoso de la Taifa. Época de máximo esplendor cultural. Constructor de la Aljafería. Poeta y filósofo.
Yúsuf I al-Mutamán - 1081-1085 - Hijo de al-Muqtádir; continuó expansión. Murió sitiando Huesca.
Ahmad II al-Musta'in II - 1085-1110 - Último monarca Hudí. Reinado conflictivo. Enfrentamientos internos. Capturado en batalla de Sagrajas (1086).
Abd Allah ibn Ahmad (Abdelmálik) - 1110-1118 - Hijo de al-Musta'in II. Intentó mantener resistencia tras caída de Zaragoza. Se refugió en Rueda de Jalón. Intentó resistencia posterior.
Ocupación por los Almorávides Norteafricanos. Breve periodo almorávida (1110-1118)
Muhammad ibn al-Haŷŷ (Alhay, Alhax) - 1110-1115 - Primer gobernador almorávide, represor.
Ibn Tifilwit - 1115-1117 - Gobernador almorávide. Restauró cierta vida cultural. Nombró a Avempace como Gran Visir (demostración del respeto por intelectualidad zaragozana).
Interregno / Gobernador de Murcia - 1117-1118 - Control desde Murcia mientras Zaragoza se debilitaba.
Gobierno anónimo
Enero-Diciembre 1118 - Últimos meses de gobierno musulmán antes de la reconquista cristiana.
Entre 714-750 y 750-770, la documentación es especialmente pobre. Sabemos que hubo gobernadores, pero muchos nombres se han perdido. Especialmente en el período Banu Qasi (770-900), a menudo había múltiples caudillos rivales reclamando autoridad sobre Zaragoza. En varios momentos (como durante los asedios de 934-937), había rivales en conflicto y he indicado al "ganador" del período.
Períodos Mejor Documentados
Dynastía Hudí (1018-1110): Excelente documentación de fuentes árabes contemporáneas
Época de Abd al-Rahman III (934-937): Bien documentada por crónicas árabes
Primera mitad del siglo IX (Banu Qasi): Documentación parcial
Períodos Peor Documentados
714-770: Muchos nombres perdidos - Transiciones entre dinastías
7.11.25
Uzbekistán Aragón 1: Nosotros cuando viajamos
Destino de moda, bueno en relación calidad precio, la Ruta de la Seda y su embrujo, buena comida… Qué acontece cuando se llega: que las boiras del Amur Daria no dejan ver el Pamir (que debe ser un telón magnífico con sus nieves permanentes), la constatación de que este valle es un jardín del edén hasta que el agua alcanza y generador de una de las principales civilizaciones del mundo.
Turca islamizada, Uzbekistán tiene gran contacto histórico con los turcos europeos del oeste, el resto de pueblos de lenguas semejantes de su entorno –Rusia y China pescando en la división de un conglomerado, atención, de turcos casi equivalente a la población europea- y fue origen artístico de la soberbia arquitectura mogol por la que se visita India.
De ello ya hablaremos, puesto que en mi caso aproveché una oferta para ir a ver las madrasas y mezquitas más semejantes al también Patrimonio de la Humanidad “Mudéjar de Aragón” y porque la novela “Samarcanda” de Maalouf, primera edición de 1988 que llevé, fue una de las causantes de que yo viaje fuera de la zona de confort europea. De que sea un devoto y ferviente discípulo de la prosa poética de Omar Jayyam, golpe a golpe, verso a verso, resaca a resaca… El primer vino de la mañana…
Hoy no quiero hablar de esto, sino de que viajé en grupo. Hacía más de diez años que no me pasaba. Soy reticente a que me aguanten, indisciplinado, terco, solitario, un pastor que trabaja en Zaragoza. En ocasiones pedante, en muchas un anarquista aragonés, solo me salva mi humanidad y mi piedad. Ante las invectivas del turismo de masas contra las sociedades receptoras, me siento abrumado, estupefacto, como ante la gente que no cambia su régimen alimenticio cuando viaja. No me gusta herir, no me gusta criticar, ya desplanta mi ironía, mi capacidad para aguantar en el desierto soledad y la muerte de todo mi pasado.
Me siento más próximo a cualquier abuela uzbeka, a los niños que van en el metro de Tashkent con su determinación y buena educación buscando una oportunidad en la formación, que tanto me recuerdan. Una salida que no sea emigrar para ellos y sus familias.
Las conversaciones desustanciadas, la preocupación por el perfeccionismo en las aficiones de los hijos, las exigencias fuera de lugar en una calidad de servicios en un país que tiene bastante que mejorar –entonces qué no deberíais decir de un tres estrellas europeo- me tocan en la medular de mi animismo. Y como soy de fuego del Tian Shan, como galopo a caballo sin silla, como me dejo llevar donde me llevan las corrientes, mejor me aparto.
Y ésto empecé a hacer hasta que mi grupo configurado por una treintena de personas me confirmó lo que todos ya sabemos: que la base o mínimo común denominador de la población española en el caso límite de que no actúen por conveniencia, es de una calidad inagotable.
Cómo no podemos revisar dialogando una Constitución si nos cimbreamos así por el mundo. La delicadeza y gentileza astur-leonesa, la ironía punzante que consigue resultados con una media sonrisa tras presión malagueña, la nostalgia catalana porque al menos las relaciones con Aragón sean personales y no pastillas de política, la determinación y relación con el territorio soriana, la elegancia salmantina que hace volar cincelada en piedra de Villamayor, ese estar por los demás con una sonrisa propio de los segovianos, la seguridad en movimiento madrileña… dan para muchísimo más como para no valorarnos.
Damos gusto. De lo que dio fe mi nueva madre inglesa a la que le doy un beso. Mi mejor amiga de la infancia de Berdún, Charis Boucher, nació en Sheffield. No muy lejos de la ciudad de mi compañera de viaje: York, tierra angla cuya base nobiliaria es vikinga y danesa, desde la que nos emergió Jane. Con sus ademanes de actriz de la vieja escuela de Michael Caine. Hasta los cockneys eran educados y tenían toque de charme. But not yet?
Mi casa en Berdún era una torre pequeña de la muralla. Por esas cosas de que en el Aragón del Pirineo pensamos en nuestra lengua propia, me llaman en toda Jacetania Luis de Terreta. Pues bien, el grupo contenía una sorpresa mayúscula. Todo un valenciano de huerta de “La Barraca” de Blasco Ibáñez. Un torreón en presencia y humanidad, con un humor desbordante, que se marcó el arroz base uzbeko nada más volver a Valencia, padrazo absoluto de sus hijas y al que no puedes ni te deja más que querer o querer. Esta raza de valencianos llaman a los hortales ante los que nos quedamos conmocionados los aragoneses su “terreta”. Con Ramón se puede ir al fin del mundo y además volver.
Ahora bien, mi conmoción total y absoluta no fue por la gente de mi grupo ni de otros. Eso que en uno había hasta una pareja de Teruel que entendí que estarían iluminados por ver su arte de ladrillo y cerámica interpretado de otra forma en otra civilización, pero no… simplemente viajaban y olé ellos.
Me refiero a una dupla de tío y sobrino de Mieres, en Asturias –si yo pudiera cantarte…- Ese crío que salvó la vida en un accidente sideral en 2020 (me lo contó después Luisa, que parió este texto y no lo supo), de nombre Nacho y fue recuperando poco a poco la movilidad y la conciencia. El zagal camino de niño, porque hombre lo es con mayúsculas, tiene esa sonrisa de los hombres asturianos buenos que porta el jugador de fútbol Cazorla. David Villa venía a las fiestas de mi pueblo y también me pareció un gran guaje, nada chulo y ordinario. Suaaaaaveeeee.
Pero este crío que se llama Nacho tiene una sonrisa que se ve a cuatrocientos metros, una manera de acariciarte con la mirada y la boca que yo no había sentido nunca. Y detrás de ella está su cimiento, su tío Santiago. Santa paciencia minera, en el fondo de la mina mire el cielo y no lo vi.
Yo sí lo vi, sí, Nacho. Gracias a tí y más que en ninguno de los extraordinarios lugares que hemos visto juntos. A veces la vida es justa (mi abuela analfabeta me corregiría, pero qué pocas), y tú eres uno de los casos.
España en movimiento, los de la vida pequeña, no son una sinfonía cuadrada pero aburrida de perfección. Es la música de Abba, vibrantes armonías metálicas, cantando destemplados y con rabia pero con calidad, esa gente de fuego nórdica que no hablaron sino de sus propias vidas.
Como esto va para vosotros, y vosotros tenéis música como sintió nuestro guía maño Ayatola, esto va acompañado por una de las canciones monumentales de un grupo para bien muy popular. De esas que ponen los pelos como escarpias, como vosotros.
Ya perdonaréis la tozudez aragonesa.
06.11 Luis Iribarren









