20.11.25

Santo Voto y Félix, zaragozanos en San Juan de la Peña


En Aragón hemos tenido grandes personajes, a veces con suficientes datos históricos para poder hablar de ellos, y otras veces con datos con los que a veces dudar pues no siempre hay constancia total de lo relatado. Este podría ser el caso de los santos aragoneses San Voto y San Félix.

La historia de los santos Voto y Félix es una leyenda fundacional íntimamente ligada al origen del Monasterio de San Juan de la Peña. Aunque la tradición los identifica como nobles mozárabes de la ciudad de Zaragoza, su relato se desarrolla en los Pirineos aragoneses durante el siglo VIII.​ Familia que había decidido pagar por seguir viviendo en la Zaragoza musulmana sin renunciar a su religión cristiana.

La historia comienza cuando Voto, un noble de Zaragoza aficionado a la caza, perseguía un ciervo por las inmediaciones del monte Pano, cerca de Jaca. En su persecución, el ciervo se despeñó por un precipicio, y el caballo de Voto, arrastrado por la inercia, se precipitó también al vacío. En ese instante, Voto se encomendó a San Juan Bautista y, milagrosamente, el caballo se detuvo suavemente en el fondo del barranco, frenando y salvando la vida del jinete.

Al recuperarse del susto, Voto descubrió la entrada a una cueva que tras un gran boquete en la montaña estaba dedicada a un santo y en su interior, encontró una pequeña ermita dedicada a San Juan Bautista y el cuerpo de un ermitaño llamado Juan de Atarés, que había vivido allí en soledad.

Junto al cuerpo, una inscripción relataba su historia y su devoción.​ "Yo Juan, eremita en este sitio, habiendo despreciado el mundo, fundé como pude esta ermita en honor de San Juan Bautista, y aquí descansó en paz. Amén". Voto dio sepultura al cuerpo allí encontrado, un tal Juan del pueblo de Atarés, y se volvió a Zaragoza.

Impresionado por el milagro de haber salvado su vida y por el hallazgo, Voto regresó a Zaragoza y le contó lo sucedido a su hermano Félix. Ambos decidieron renunciar a su vida de nobles, vender y repartir sus riquezas entre los pobres y retirarse a la cueva para vivir como ermitaños.​ Al llegar a dicha ermita edificaron dos celdas continuas a donde había vivido Juan de Atarés, y se dedicaron a oran a todas las horas del día.

En las zona aledañas enseguida se supo de su existencia y acudieron allí los primeros aragoneses para hablar con ellos, y los dos hermanos les exhortaron a defender el cristianismo desde aquellas montañas, luchando contra los musulmanes

La devoción de los dos hermanos por su nueva vida de ermitaños atrajo a otros cristianos y, con el tiempo, su pequeño refugio se convirtió en el germen de uno de los centros espirituales y políticos más importantes del Reino de Aragón: el Real Monasterio de San Juan de la Peña. Se convirtieron en líderes espirituales de las luchas contra los musulmanes desde el norte de un incipiente Aragón, exhortando a la lucha con los que consideraban invasores, reconquistando territorios y haciendo crecer al Aragón a través del liderazgo de Garci Ximénez que formó parte de los llamados siete reyes legendarios del Sobrarbe, siendo el primero de ellos.

Los cuerpos de ambos santos, San Voto y San Félix fueron enterrados allí en San Juan de la Peña, y su historia quedó unida para siempre a la fundación del 
famoso monasterio y de Aragón.

La principal fuente escrita que narra la leyenda de San Voto y San Félix es la Crónica de San Juan de la Peña. Este texto, redactado en su versión definitiva en el siglo XIV por orden del rey Pedro IV de Aragón, tenía como objetivo crear una historia oficial del reino de Aragón, estableciendo sus orígenes y legitimando a su monarquía. 

La crónica recoge la leyenda de los dos hermanos como el mito fundacional del monasterio, que a su vez es la cuna del Reino de Aragón.​ Puede ser un mito, una crónica inventada o un hecho basado en datos reales, no lo sabemos.

Desde el punto de vista de la documentación histórica, no existen fuentes del siglo VIII, IX o X que mencionen a Voto y a Félix. Los archivos del propio monasterio, cuya mayor parte se conserva en el Archivo Histórico Nacional, contienen documentos que datan, en su mayoría, de a partir del siglo XI en adelante. 

Estos documentos tratan sobre donaciones, propiedades y la vida del monasterio, pero no ofrecen pruebas sobre la existencia de los dos fundadores legendarios.

Transformación Urbana del Valle del Ebro, bajo dominio Musulmán


La ocupación islámica de la Marca Superior de Hispania produjo una transformación urbana radical. Mientras algunas ciudades herederas del periodo romano-visigodo experimentaron un extraordinario florecimiento, otras quedaron prácticamente abandonadas. Esta reconfiguración del territorio duró cuatrocientos años e hizo del valle del Ebro una de las regiones más urbanizadas de toda Europa medieval.

La ciudad de Saraqusta tuvo una transformación espectacular y pasó de ser casi una ruina a una metrópolis muy imortante en su época. En su época visigoda final había decaído significativamente desde su gloria romana y en los periodos emiral y califal (siglos VIII al X) se convirtió en una gran ciudad, para alcanzar en el siglo XI (Taifa) su máximo esplendor con aproximadamente más de 20.000 a 50.000 habitantes a mediados del siglo XI, el doble o triple de lo que se creía que tenía anteriormente. El número de vecinos está en constante estudio por los últimos descubrimientos.

La construcción de la Zuda (alcázar) o la ampliación de la Mezquita Aljama en el sitio de la actual Catedral o Seo, supuso la constatación más clara de que aquella ciudad era un espacio urbano en crecimiento tanto en tamaño como en respeto y poder. La construcción de nuevas murallas, la creación de los sistemas de acequias por todos sus alrededores y la construcción del Palacio de la Aljafería bajo al-Muqtádir que representaba un pequeño "oasis de verdor” nos indican el concepto de la nueva ciudad. Los poetas andalusíes la describían como un "oasis de verdor a orillas del Ebro", transformada completamente por los sistemas de riego musulmanes.

Huesca era el Segundo Polo Urbano de toda esta Marca superior. Creció durante la dominación musulmana y en el siglo X se convirtió en una ciudad importante de la Marca Superior. Su tamaño en el siglo XI se movería entre 6.000 y 7.000 habitantes. Su importancia estratégica como capital militar de la frontera norte contra los cristianos fue muy importante. El impacto de la conquista aragonesa liderada por Sancho Ramírez de Aragón en 1096 (22 años antes que Zaragoza) aupó a Huesca como ciudad muy estratégica tras caer del poder musulmán, y su crecimiento urbano prosiguió bajo dominio cristiano.

Calatayud pasó de ser una Aldea a una Ciudad Importante. Su fundación en el siglo IX nos demuestra que antes del islam era prácticamente inexistente, aunque hubiera tenido un gran pasado romano con su cercana Bilbilis. Fue una fundación completamente nueva del período musulmán y se convirtió en una ciudad importante de segundo nivel.

La ciudad de Tudela estaba considerada la Puerta a Occidente y fue fundada en el siglo VIII (antes de Calatayud), siendo la base de operaciones de la familia Banu Qasi. Se convirtió en una ciudad importante por derecho propio con jurisdicción en la Taifa y capital de su propia comarca que incluía Tarazona y Borja extendiéndose hasta la región occidental de la taifa. Su mportancia comercial siempre ha sido clara y era considerada la puerta occidental del reino y el centro de intercambio entre el valle del Ebro y Castilla

La ciudad de Barbastro era la Fortaleza del Este desde su fundación en el siglo X. Surgió como una fortaleza fronteriza dada su ubicación estratégica, y como frontera oriental de la Taifa, en el río Cinca y un punto de encuentro y conflicto con el Condado de Barcelona por lo que se convirtió en ciudad defensiva importante y en centro de operaciones militares contra catalanes.

La ciudad de Fraga era la Guarnición Fronteriza tras su fundación en el siglo X, también una ciudad creada por los musulmanes como plaza fuerte defensiva y fortaleza estratégica fronteriza situada en la ribera del Cinca.

Daroca era el Oasis Interior tras su fundación en el siglo IX, de donde surgió de la nada como nueva ciudad ubicada en una zona interior estratégica. Capital de su propia comarca bajo control de Calatayud fue un centro importante de comercio interior

La ciudad de Tarazona era considerada la Ciudad del Valle con bastante importancia bajo la Taifa, y capital administrativa de una comarca interior incluida en la jurisdicción de Tudela, siendo un centro religioso y comercial

La localidad de Albarracín era la rival Independiente, un caso especial tras la creación de la Taifa de Albarracín tras su fundación en el siglo XI. No formaba parte de la Taifa de Zaragoza, sino que era una taifa independiente gobernada por los Banu Razin. Ocupaba una zona de la actual provincia de Teruel, incluyendo Teruel, Montalbán y la propia Albarracín y limitaba al sur con la Taifa de Zaragoza.

La ciudad de Lérida estaba considerada como la Ciudad Rebelde pues tenía un cierto grado de autonomía dentro de la Taifa, aunque inicialmente dependiera de la Taifa de Zaragoza. Sin embargo, sus gobernadores (especialmente al-Mundir, hermano rebelde de al-Mutamán) a menudo no acataban plenamente la autoridad zaragozana. Lérida era la más importante de todas después de Zaragoza

Medinaceli era la Ciudad Occidental y estaba incluida en la jurisdicción occidental de la Taifa de Saraqusta por ser un importante punto fronterizo con Castilla.

Otras ciudades importantes de este periodos histórico fueron Calanda, Cutanda, Ejea, Monzón, Mequinenza, Ricla y Rueda de Jalón, que también recibieron estatus de ciudad durante la dominación musulmana.

Por otra parte hubo ciudades que decayeron en importancia durante ese periodo tras la presencia goda. Muchas ciudades romanas y visigodas ubicadas en zonas montañosas o altas fueron prácticamente abandonadas porque hubo un cambio de la economía rural. La musulmana se basaba en regadíos de valle, no en zonas de aprovechamiento de montaña. Las montañas eran inseguras constantemente y se realizó un enfoque más basado en el comercio fluvial. El río Ebro se convirtió en eje principal de transporte, y no las rutas de montaña

Ejemplos de ciudades en descenso aunque sin desaparecer completamente fueron Jaca que quedó relegada bajo los emires (aunque resurgiría como capital del reino cristiano de Aragón). También Barbastro que aunque creció como fortaleza musulmana, su importancia era principalmente militar. Muchos de los castillos y fortalezas dispersas que había en el periodo anterior, quedaron deshabitados o solo con guarniciones militares.

Hubo pequeñas localidades que desaparecieron o se vieron reducidas a pequeños núcleos urbanos sobre todo por la falta de agua suficiente pues estaban sin sistemas de riego islámicos y una ubicación alejada de rutas comerciales musulmanas

Las condiciones de frontera inseguras también influyeron, lograron emigraciones sobe todo hacia el Valle del Ebro que vio llegar una transformación Radical. El documento histórico sobre la Marca Superior explica claramente: "La presencia musulmana en el valle del Ebro produjo un constante progreso en la organización de la Marca Superior, centrando ese progreso en la potenciación del sistema urbano como eje de todo el desarrollo."

Zaragoza como Nivel primero con al menos 20.000 habitantes en siglo XI.

Huesca como la Ciudad Mayor y con 6.000 a 7.000 habitantes y Lérida como ciudad grande, pero rebelde)

Luego en un nivel inferior se encontraban las ciudades de: Calatayud, Tudela, Barbastro, Tarazona, Daroca y Albarracín (como capital de su taifa). Y en un nivel menor las localidades de Fraga, Monzón, Mequinenza, Ricla, Rueda de Jalón, Ejea, Calanda, Cutanda, etc. El valle del Ebro se convirtió en una de las áreas más urbanizadas de Al-Ándalus

Población multiplicada en estos periodos de muchas localidades menores, y según algunos estudios se pasó de quizá 500.000 habitantes en toda la región a principios del VIII, a probablemente cerca de más de un millón de habitantes al final del XI. La economía pasó de ser agraria de secano a agraria de regadío intensivo y con mucha capacidad comercial urbana

La ocupación musulmana no simplemente "gobernó" el territorio; lo transformó completamente. Creó como nuevas ciudades de la nada: Calatayud, Tudela, Barbastro, Fraga, Daroca, Albarracín Revitalizó ciudades muertas, muy especialmente Zaragoza. Reorganizó el comercio alrededor del eje del valle del Ebro. Integró economía productivas mediante sistemas de riego y rutas comerciales y amplió sus referencias culturales de aquella Hispania.

Al conquistar los cristianos en 1118, no destruyeron esta red urbana, sino que la heredaron intacta, lo que explica por qué, tras la Reconquista, estas ciudades continuaron siendo importantes pues ya estaban profundamente arraigadas en la organización territorial. Es una de las ironías de la Historia. La estructura urbana del Aragón moderno es fundamentalmente una creación musulmana del siglo VIII al al XI.

18.11.25

Urbanismo de Saraqusta con los musulmanes


La llegada de los musulmanes a la actual Zaragoza en el siglo VIII produjo una revolución silenciosa pero profundísima en la arquitectura doméstica de Saraqusta. La vivienda familiar cambió de manera tan radical que refleja el cambio de civilización: pasó de ser una estructura abierta al mundo exterior para ser un universo introvertido protegido por muros ciegos. Este cambio no fue solo estético, sino que reveló transformaciones fundamentales en la familia, la privacidad, el rol de la mujer y el concepto mismo de lo "público" y lo “privado". Aquella ciudad abierta a la calle se convirtió en una ciudad llena de recintos cerrados como todavía sucede en el mundo árabe.

La domus romana (casa urbana típica) en Caesaraugusta, seguía un modelo que dominó el mundo mediterráneo durante siglos. Una fachada abierta con múltiples ventanas y puertas visibles desde la calle, que mostraban la riqueza y estatus del propietario, con un atrio central que era el verdadero corazón de la casa, con una abertura (compluvium) en el techo por donde entraba luz y lluvia para formar el patio que era una apertura hacia el mundo. La casa era una "célula de sociabilidad" donde se recibía a visitantes, amigos, familiares y vecinos. Las calles de aquella Caesaraugusta eran espacios de exposición donde el ciudadano romano mostraba su status.

Había en las casas un cuarto del agua dentro del patio o atrio, destinado a recoger aguas de lluvia. La casa romana era fundamentalmente un lugar de representación del poder, con ese atrio que representaba el lugar era donde se recibían clientes y se realizaban negocios o se hablaban todo tipo de temas alrededor de una pequeña mesa con viandas. Las habitaciones más ricas de la casa daban al atrio y as más modestas quedaban apartadas de ese patio. DEsde la calle se podían ver columnas y detalles del estatus de los dueños.

A partir de la llegada de los musulmanes esa Casa Islámica cambió hacia una introversión y privacidad radical. El patio central era ya cerrado e interior (wast al-dar, aunque seguía siendo el centro de la casa. La fachada de la vivienda era ciega, prácticamente sin aberturas hacia el exterior, con solo una puerta como todavía se pueden ver en infinidad de localidades del Norte de África. La casa se vuelca completamente hacia adentro olvidándose de la calle, y se crean espacios separados para hombres y mujeres.

Se busca la privacidad (Hurma) y se amplía el concepto islámico de "lo sagrado, lo inviolable", aplicado especialmente a la familia y la mujer, con una reclusión doméstica como ideal cultural. Pero exteriormente las casas debían parecer iguales desde fuera para mantener la igualdad de la umma (comunidad). El estatus social se expresaba en el patio interior, no en la fachada y ese patio interior funcionaba como regulador natural de temperatura. La fachada completamente ciega o con mínimas aberturas era muy simple, sin que en ningún momento se delatara quien vivía dentro y qué nivel de riqueza tenía.

En esa vivienda todo, cocina, dormitorios, letrinas, comunicaba con el patio que tenía una fuente y alberca como elemento decorativo que proporcionaba frescura. Se rellenaba el espacio con vegetación, macetas, árboles frutales (palmeras, naranjos, limoneros) y representaba una única fuente de iluminación natural para muchas habitaciones y era la zona en donde toda la familia se reunía (especialmente las mujeres) y donde se realizaban las abluciones rituales islámicas

Curiosamente la entrada la vivienda era a través de un zaguán acodado y no recto pues eso evitaba que los visitantes vieran el interior de la casa mientras entraban y protegía la vista de la hurma de las (mujeres de la casa y servía también para facilitaba la circulación de aire fresco desde la calle. Este elemento de la entrada no directa, es tan característico, que su presencia/ausencia permite diferenciar una casa cristiana de una islámica en excavaciones arqueológicas.

La casa Islámica tiende a disponer de letrina privada (bayt al-mā', lo "cuarto del agua”) en un ángulo del patio que en las casas de mayor poder eran distintas para hombres y mujeres; y un pequeño espacio específicamente diseñado para las abluciones rituales obligatorias del islam. Estos espacios eran de tamaño muy reducido, a veces con pavimentos de ladrillo para hacerlos resistentes a la humedad y siempre abiertos al patio para facilitación la limpieza con agua a chorro.

Saraqusta empezó a utilizar en grandes cantidades el ladrillo y yeso frente a la sillería romana. El uso del blanco yeso nos refleja la necesidad de poderse defender del fuerte calor solar (Saraqusta era conocida como "Medina Albaida", la ciudad blanca). En la decoración pasamos de la Escultura Figurada a la Geometría Abstracta ante la prohibición islámica de figuras humanas o animales, con patrones geométricos complejos y una ornamentación basada en caligrafía y motivos vegetales estilizados. Los últimos restos encontrados en Zaragoza cerca de la plaza de José María Forqué nos hablan de una Saraqusta seguía los modelos islámicos estándar con adaptaciones locales.

Si asumimos que la arquitectura es como un espejo de cada civilización, tenemos que asumir que la transformación de la vivienda en Saraqusta entre el siglo VIII y el XI no fue simplemente un cambio de estilos arquitectónicos. Fue la materialización física de un cambio de civilización casi radical.

La casa romana extrovertida reflejaba una sociedad donde el individuo se realizaba en la esfera pública. La casa islámica introvertida reflejaba una sociedad donde la identidad se construía en torno a la familia, el clan y la comunidad religiosa.

El patio islámico, rodeado de muros ciegos, con su fuente central y su vegetación, representa algo más que climatización: representa la creación de un universo privado donde la familia islámica podía vivir según sus valores, y sin interferencia del mundo exterior.

Paradójicamente, esta reclusión doméstica fue también una liberación creativa. Mientras que fuera de casa, en la ciudad, todas las casas eran casi iguales (igualdad de la umma), en el patio cada familia podía crear su propio paraíso particular, expresando su estatus, riqueza y buen gusto, lejos de las miradas públicas. Era democracia en la fachada, y aristocracia personal en el patio.

17.11.25

Ebro 06: Norte de Burgos, origen de Castilla


La boca de la presa del embalse del Ebro libera caudal para que el río rompa hacia el este, se oriente hacia el bochorno salino de su delta en un decurso lento, por meandros y desniveles poco pronunciados.

Los primeros los encontraremos en el norte de la provincia de Burgos en un marco estrecho y rapaz, entre sierras de karst. El Ebro discurre encañonado hasta dejar las tierras castellanas en Miranda e incluso sigue así al entrar en el término municipal de Haro, refrescadas las mejores viñas de Rioja entre recodos y revueltas que alargan la longitud del río hasta sus casi mil kilómetros.

En las sierras del norte de Burgos, do manan y brincan los primeros afluentes del Ebro, nació el Condado de Castilla. Su territorio matriz abarcaba la altiplanicie de la vertiente sur de los montes cántabros orientales y vascos más occidentales.

Castilla, más adelante reino poderoso y cuna del segundo idioma occidental más hablado, pudiera incluso compartir etimología con Cataluña. Ambas significarían tierras de castillos por su “a” plural de cierre”. En otra versión menos extendida, Cataluña se diferenciaría de Castilla por su condición de marca carolingia y asentamiento de aristócratas godos administradores (godos.cat).

Al norte del Ebro y regadas por sus primeros afluentes de la margen izquierda, las villas de las Merindades burgalesas y sus territorios ocupan una superficie semejante a la de toda Álava y superior a las otras dos provincias vascas para un total de población de unas 20.000 personas. Siendo el principal curso de agua tributaria al Ebro el río Nela y los valles más característicos de la comarca, los de Mena y Losa que abren una vía sin apenas puertos que concluye por el valle de Cadagua y las Encartaciones en la ría del Nervión. Paso expedito de riquezas generadas por el transporte de metales y lana desde el asentamiento celta en la región.

Los ríos que desembocan cerca de Oña alimentan a nuestro río padre que avanzará ya caudaloso cuando reciba al alavés Zadorra y los ríos riojanos de su margen derecha, antes de que el Ega en San Adrián y el Aragón en Milagro -por recoger al Irati y Arga- desagüen todas las lluvias de las selvas de Navarra y hagan al Ebro varón, como citaban tantas jotas. Así, su anchura en Tudela es semejante a la que conservará en Tortosa.

Ciudades históricas del norte burgalés o Comarca de las Merindades son Medina de Pomar, Villarcayo y Espinosa de los Monteros, riberanas de los afluentes referidos; como también lo son Oña y Frías, erigidas en su margen derecha. La última merecerá capítulo especial pero todas ellas se mencionan como solares de estirpes de familias descollantes después establecidas en Burgos, primera capital castellana.

Los Velasco, Espinosa, Salinas, Legarda, representan a la nobleza hereditaria de la visigoda, señores del ganado y propietarios de la lana de los valles altos, jefes de clan. Fueron los primeros que utilizaron en su documentación familiar la denominación “Castilla” para describir su tierra somontana, fría y seca. Su llanada con torres y castillos sita al norte del río que nos lleva. Señores que lo eran también del histórico y fundamental valle alavés de la Cuadrilla de Ayala.

El clan fundamental, el primer apellido Velasco de la serie que también presenta la forma de Vélez (de Guevara o Gomera), es indicativo de que se trata de sucesores de la nobleza visigoda a la que pertenecía Rodrigo y sobre la que se conformó, junto con los godos introducidos por Carlomagno en las marcas, una primera organización condal. El apellido que nos ocupa lo detentaban los hijos de Vigila o Vela con la terminación ko patronímica. Uno de los principales actores secundarios de todos los tiempos fue el inigualable Bela Lugosi, aquel dacio tan alto.

La institución de Condestable de Castilla fue un cargo hecho a la medida del clan al mezclarse con sangre real, la de los Fernández de Velasco-Manrique de Lara (el de las coplas a la muerte de su padre), tras paso de algún noble Borja-Gandía aragonés o los Trastámara gallegos por ella y como manifestación de las alianzas políticas matrimoniales de la aristocracia del Ebro burgalés.

A la vez, y en términos actuales de comparación, los condestables eran tenientes generales del CESID y vice Jefes de Estado del reino con poder judicial. Administraron desde la sede en la célebre Casa del Cordón de Burgos, tras bajar de su montaña. Proceso semejante al de la participación de la nobleza pirenaica en la administración de los Aragón por los clanes de los Gil de Jasa, Urriés o Bardají.

Los shogunes japoneses provenientes de castas de samuráis siguieron el mismo proceso de escriturarse tierras antes llamadas “incultas”, emparentar con la Casa Real del crisantemo renovando su sangre para evitar la hemofilia y detentar el poder religioso, dirigiendo sus segundones como abades los monasterios budistas.

Así se advierte que en Castilla, como sucedió en los pequeños reinos de Navarra y Aragón, se fraguó una nobleza terrateniente y reconquistadora, especialmente en el primer reino unido al de León, que vigilaba de cerca a los reyes de la casa Ordóñez-Ramírez asturianos.

Como ellos, los reyes leoneses fueron descendientes de la alta alcurnia visigoda: los Alfonso famosos, cuya raíz es Ataúlfo (que significa noble dispuesto). Nombre prototipo de rey castellano, leonés pero también aragonés, nuestro actual Felipe es vino de Borgoña y no de Ribera del Duero, cuando no de Macedonia y el nombre se lo debió poner su madre.

Es curioso que los reyes de Francia y Navarra, sin embargo, portaran nombres francos o sajones, tales como Luis (de Ludovico, distinguido o noble en el combate) o Carlos, nombre tampoco romano, que deriva de hombre o marido de la casa por su finalización que suena a hus en lenguas norte europeas y vikingas (el hombre grande, de casa y de confianza: Carlomagno).

Las Merindades burgalesas, primera posesión de las sagas de Castilla, ocupan una planicie de valles fríos y altos apta para alimentar buenos rebaños ovinos, producir excelente trigo y manzanas, como refleja el apellido de Medina que es “de Pomar” o manzano. En su día poblada y rica en recursos, fue comarca de paso y cabeza de trashumancia.

Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón

El Ebro y los ríos que en él desembocan atraviesan sistemas calizos mediante hoces o congostos.

Valles glaciares esculpieron con sus hielos las foces que horadan la montaña pirenaica: la navarra oriental de Arbayun-Lumbier; las numerosas en Aragón como las de Salvatierra de Esca, Fago, Biniés, el cañón de Añisclo, el congosto de Olvena o Montrebei (hoy muy visitada su vía ferrata). Asimismo abunadan congostos en el Prepirineo catalán que surcan los ríos con nombre de Noguera o los del curso del padre Segre, el que dio paso natural a los elefantes de Aníbal a las Galias por Ceretania.

Del mismo modo pero de menor longitud y altura, en el Sistema Ibérico pueden hallarse estrechamientos poderosos en sus cursos fluviales. Las paredes de roca, a diferencia de las del Pirineo, presentan tonalidades gris marengo con brillo rutilante y ajeno al de la caliza y hasta tonos de óxido, pues se componen de rocas minerales de origen magmático o de conglomerados de desembocadura de ríos tropicales. Conformados los estrechos por la acción de disolución de arcillas de los ríos Jalón, sus afluentes como el Piedra –el más reconocido de la cuenca- y el Mesa-; los excavados por los altos valles de los ríos Martín y Guadalope o los existentes en los puertos de Beceite, con el célebre entorno del Parrisal como paisaje destacado del valle del Matarraña.

En el caso riojano, el cañón conformado por el río Cidacos desde la soriana villa de Yanguas hasta la pujante capital del calzado riojana, Arnedo, y el sobresaliente y extenso del salvaje valle del río Alhama al sur de la localidad de Cervera.

Cercano a su nacimiento, el estrechamiento denominado “Hoces del Alto Ebro” lo excava directamente el Ebro y uno de sus primeros afluentes llamado Rudrón. Tapizados los acantilados de las hoces según su exposición umbría o solana con bosques mixtos en parte atlánticos y mediterráneos. En pocos montes de la cuenca conviven hayas y encinas en unidad de ecosistema.

Las sierras calizas de paredes verticales, en todas las hoces expuestas, generan en sus fondos atravesados por ríos microclimas más húmedos, y han impedido por su rusticidad y lejanía las actividades extractivas. Por ello se han convertido en santuarios de preservación de bosques originarios abundantes en robles, encinas y arces, con alguna mancha de hayas en sus vertientes norte y bellos bosques de ribera de chopos y alisos.

Las paredes de doscientos metros o incluso de mayor altura son refugio y hogar de todas las aves rupícolas peninsulares, de la fauna mamífera de más alta calidad.

Las filtraciones kársticas en los suelos calizos originan cursos fluviales con ojos, con tramos subterráneos; surgen en forma de manantiales caudalosos como en la fuente de Orbaneja; dan lugar a la presencia abundantes cuevas, que fueron comprobados albergues de trashumantes y cazadores anteriores al Neolítico.

Una de las particularidades más destacables de este alto tramo es que en el mismo existen poblaciones que nadie pensaría regadas por el Ebro, repletas de arquitectura de montaña que asociamos a las cabeceras de sus afluentes.

Especial es la importancia paisajística del Hayedo de Carrales y la arquitectura en piedra de Orbaneja o Pesquera del Ebro, desde cuyo puente se percibe la fuerza del río padre en estado de levantisco adolescente.

17.11 Luis Iribarren

14.11.25

Parque Bruil de Zaragoza y sus problemas

 

Todos en Zaragoza somos conscientes del problema de sanidad, de limpieza, de riesgo de inseguridad de todos los que están allí, desde vecinos a ciudadanos que están viviendo sin condiciones, unos problemas de indignidad que como ciudad no debemos seguir consintiendo mirando al suelo mientras agachamos la cabeza, admitiendo que sabemos lo complejo que es resolverlo, pero a su vez, que algo distinto tenemos que hacer.

A su vez hay que AGRADECER y poner en valor el inmenso trabajo que desde decenas de asociaciones o desde una parte de la iglesia zaragozana se está haciendo por intentar hacer menos dura la vida de estas personas. Nunca es suficiente, pero es un soplo de aire.

Las sociedades, mientras el problema tienen un tamaño soportable, deben resolver sus problemas. Sabemos que se juega en el doble sentido de que si se hace bien se produce el efecto llamada. Y que si se hace mal a partir de cierto grado, es imposible revertir las situaciones.

Zaragoza debería trabajar más y sobre todo más unida, para analizar estos problemas y sabemos encauzar y humanizar, dentro de sus tremendas dificultades de todo tipo. La imaginación al poder. Más presencia de personas voluntarias, de ese Cuerpo de Voluntarios de Zaragoza o de Cruz Roja, para garantizar una formación ampliada de las personas que allí se encuentran, una sanidad, una integración poco a poco, una seguridad del entorno para todos, es imprescindible como primeros pasos.

En algunos países, en algunas ciudades, en zonas como estas se forman barracones para dar asistencia global, y en donde pueden acudir allí las personas de los alrededores para de forma diferente a la oficial, recibir asesoramiento y ayuda. No es un edificio de albergue, no es para comer o dormir, pero en cambio sí es para ducharse, para recibir consultas médicas o formación. 

¿Todo esto crea un efecto llamada? Pues depende de las formas. Nadie quiere vivir en la calle y si se escapan de otros países es por sus propios problemas internos. A veces solo llamamos Efecto Llamada cuando estando ya en nuestros países, no queremos que vengan a nuestra ciudad, a nuestro barrio. Y eso… se debería llamar mejor con otro adjetivo.



12.11.25

La cripta de El Pilar de Zaragoza


En el subsuelo de El Pilar de Zaragoza, debajo justo de toda la zona de la capilla de la Virgen del Pilar, hay una cripta que solo se puede visitar dos días al año, seguidos además, coincidiendo con las festividades de Todos los Santos y Todos los Fieles Difuntos.

Esta cripta alberga los restos de figuras históricas y benefactores de la basílica y de la historia de la ciudad, como el General Palafox o Ramón Pignatelli entre otros muchos, pues sin ser una Panteón Real, si es un panteón de personas Nobles e importantes en la historia o por ser mecenas de la iglesia zaragozana.

Tiene dos altares entre los nichos adosados a las paredes. Este que vemos es uno de ellos.

La Primera Mezquita de Saraqusta: Entre la Historia y la Arqueología

Cuando los musulmanes se presentaron en las puertas de aquella Zaragoza goda, llevaban ya tres años en España, dándose cuenta de que era más sencillo de lo previsto adueñarse de toda la península y de que la población estaba en una clara decadencia tras las décadas de los godos gobernando todo este territorio tan interesante para poder entrar en Europa.

Sobre todo los judíos de Hispania y de aquella Caesaracosta, estaban muy descontentos con los sucesivos gobiernos godos, en constante peleas y guerras entre ellos, o contra francos, pero a su vez sabiendo que nuestra ciudad era un gran enclave estratégico, muy potente en la vida religiosa, pero que no era capaz de hacer valer sus grandes proyectos de futuro.

Ya en aquel tiempo existía en Santa Engracia una excelente biblioteca y un buen grupo de escribas con numerosos monjes que sacaba copias de aquellos libros, sobre todo para intercambiarlos con otros centros religioso y así poder ampliar su propia biblioteca.

El viaje del obispo Tajón a Roma en el año 646 no fue una iniciativa personal, sino una misión oficial por encargo del rey visigodo Chindasvinto (642-653) con el objetivo muy específico de viajar a Roma para obtener copias de las obras del Papa San Gregorio Magno, que eran difíciles de encontrar en la Hispania de la época. El poder de la religión en aquellos tiempos era tremendo pues controlaba toda la vida política, culturas y social.

Así que la entrada en Caesaracosta fue sencilla pues además los musulmanes no venían a quemar la ciudad ni a exterminar a sus habitantes, que en gran número (excepto los poderosos) simplemente se quedaron en la ciudad sin casi temor, pensando que peor no podía ser su llegada, comparado con lo vivido anteriormente.

Los musulmanes que entraron en la ciudad no debieron de ser muchos, eran yemeníes que venían desde el sur de Arabía, acompañados de qaysíes del norte de ese país, algunos soldados de Siria y un número no muy elevado de bereberes del norte de África. Convertidos todos al islam, convencidos y como soldados de fortuna, que avanzaban por la Hispania, conquistando terrenos y poblaciones sin mucha lucha.

A los habitantes de aquella Caesaraugusta no se les obligó a convertirse al islam, pero se encontraron con unos militares que hablaban un idioma muy diferente y que escribían en un alfabeto que no entendían. Los unos y los otros no se entendían.

Los judíos que se quedaron en la ya Saraqusta se agruparon alrededor del Coso Bajo en la zona de San Carlos y los cristianos ya mozárabes o muladíes pues se iban sometiendo al islam poco a poco, se quedaron en la zona cercana al Pilar, cerca de la muralla, para intentar continuar con su vida anterior.

En realidad era una ciudad llena de sentimientos religiosos. Y de variado tipo. Islam, cristianos, godos, judíos, y además con grandes diferencias pero a la vez con respetos entre todos ellos pues creían en algunas partes comunes de sus religiones. 

Enseguida se construyó una gran mezquita, casi con toda seguridad en la actual sede o solar de La Seo de Zaragoza, y según dicen algunas tradiciones, uno de los conquistadores llamado Hanash ibn 'Abd Allah as-Sana'aní discípulo del Profeta Mahoma indicó la orientación exacta de la qibla en la nueva mezquita de aquella nueva Saraqusta, y el lugar en donde debía instalarse el mihrab con la orientación sagrada.

De aquella mezquita se ha escrito mucho pero se sabe con certeza mucho menos de lo que deberíamos. La primera mezquita de Saraqusta es un edificio que se encuentra entre la documentación histórica clara pero con la evidencia arqueológica incompleta. 

No disponemos de una sucesión de restos arqueológicos suficiente para reconstruir con exactitud el edificio original, pero la combinación de fuentes escritas árabes, investigaciones recientes y algunas evidencias materiales nos permiten trazar una imagen bastante precisa de lo que fue.

Su fundación data entre los años 714 y 716, es decir, nada más entrar en la ciudad se dedicaron a construir esa Mezquita como primer edificio importante de lo que ya querían considerar una gran ciudad.

Su constructor fue Hanash ibn 'Abd Allah as-Sana'aní (también escrito como Hanas ben Abdallah as-San'ani). Este personaje era un tabí' (تابعي), es decir, alguien que conoció directamente a uno de los compañeros del profeta Mahoma, o que convivió con estos últimos. 

En términos cristianos, sería equivalente a un "apóstol de segunda generación". Según la tradición, la mezquita de Zaragoza era la más antigua de Al-Ándalus, y esto es de extraordinariamente significativo pues indicaría que la mezquita de Saraqusta precedió incluso a la de Córdoba, capital del emirato, donde los musulmanes continuaron utilizando la antigua iglesia visigoda durante varias décadas antes de construir su propia mezquita.

La mezquita aljama de Saraqusta se encontraba exactamente en el lugar que hoy ocupa la Catedral de La Seo del Salvador. Los musulmanes no reutilizaron la antigua basílica cristiana visigoda que existía en ese lugar (algo que sí hicieron en otras ciudades como Córdoba), y en cambio, prefirieron demoler la basílica cristiana y construir una mezquita nueva, aprovechando el espacio libre de la antigua plaza del foro romano. Querían orientar el edificio correctamente hacia el sureste, hacia La Meca, algo que la antigua iglesia cristiana no permitía por su orientación este-oeste.

Las crónicas andalusíes mencionan que Hanash ibn 'Abd Allah as-Sana'aní fue enterrado en el cementerio de Bab-al-Qibla, junto a la actual iglesia de la Magdalena, y que… ”Su tumba era motivo de peregrinaje desde muchas partes del mundo islámico”. Esto confirmaría la extraordinaria veneración que los musulmanes tenían por el fundador de la primera mezquita de Al-Ándalus. xxxxx

Según las investigaciones del arquitecto y arabista Juan Antonio Souto Lasala, que ha estudiado exhaustivamente las fuentes escritas y los restos arqueológicos encontrados durante las obras de restauración de La Seo (desde 1980), la mezquita original habría tenido una estructura de cinco naves paralelas orientadas hacia el sureste (hacia La Meca), un sahn o patio de abluciones al norte (en lo que hoy es la plaza de La Seo), la entrada principal desde el sahn (igual que hoy) y un mihrab de mármol blanco (probablemente alabastro local) en el muro de la qibla. Un edificio de unos 35 por 45 metros de perímetro.

Tubo una primera ampliación en el año 856 (Época de los Banu Qasi) bajo el gobierno de Mûsà ibn Mûsà, en los que Saraqusta experimentó un notable crecimiento demográfico y económico. Se añadieron dos naves más por el lado sur, ampliando la mezquita hasta siete naves y se construyó un alminar de estilo puramente cordobés, inspirado en la arquitectura siria de donde era originaria la familia Omeya que gobernaba Al-Ándalus.

Durante las recientes obras de restauración de La Seo, se descubrió la huella de este alminar cerca del actual campanario, lo que corrobora las hipótesis sobre la planta de la primitiva mezquita. Hubo luego una segunda ampliación en el Siglo XI (Época de los Banu Hud) bajo el reinado del brillante rey-filósofo Ahmad I al-Muqtádir (1046-1081), en donde la ciudad alcanzó su máximo esplendor cultural y económico. En ese tiempo se realizó la última gran ampliación de la mezquita, y se construyó un mausoleo orientado hacia el sahn (este edificio todavía existe: es la actual Parroquieta de La Seo, un edificio octogonal que fue la capilla funeraria de los arzobispos). Se erigió un nuevo alminar, esta vez de arquitectura zagrí (local): una torre octogonal de ladrillo y yeso semejante a las de San Pablo o a las de Santa María de Tauste, San Andrés y Santa María en Calatayud

Gracias a las obras de restauración de La Seo bajo la dirección del arquitecto Ángel Peropadre (desde 1980), se han encontrado evidencias físicas de la mezquita, con muros de cimentación de época islámica, la huella del alminar del siglo IX cerca del campanario actual, restos de pavimentos de ladrillo y fragmentos de decoración en yeso y cerámica Sin embargo, como explica Juan Antonio Souto en su investigación, la realidad de este material es insuficiente.

Según az-Zuhrí, cuando se hizo la primera ampliación de la mezquita en el siglo IX, fue necesario demoler el muro meridional para añadir las dos nuevas naves. Sin embargo, el mihrab original era tan venerado (por haber sido construido por el tabí Hanash) que excavaron por debajo de él y lo levantaron sobre dos grandes vigas de madera bajo las cuales colocaron unas columnas tumbadas con el fin de trasladarlo de sitio. Es decir, trasladaron físicamente el mihrab sagrado sin destruirlo, demostrando la enorme veneración que le tenían.

¿Por qué no hay más Restos Arqueológicos? Pues principalmente esa escasez de restos visibles de la mezquita original es triple. Por una parte la reutilización inmediata tras la conquista cristiana en 1118, en la que la mezquita fue consagrada como catedral cristiana el 4 de octubre de 1121. No fue demolida, pero si profundamente transformada. 

Luego, construcciones posteriores a lo largo de los siglos desvirtuaron lo que había quedado, se fueron añadiendo capillas, ampliaciones y reformas que cubrieron los restos islámicos. La Seo actual es una mezcla y suma arquitectónica con cinco siglos de construcción superpuesta. Los Sitios de Zaragoza (1808-1809) causaron graves daños a la ciudad, incluyendo a La Seo, lo que pudo destruir parte de los restos islámicos que aún permanecían visibles.

11.11.25

Uzbekistán Aragón 2: El yeso, los ladrillos y la cerámica vidriada que nos unen


Los pueblos nómadas, cuando se vuelven sedentarios, adoptan formas arquitectónicas imperiales. El protocolo debe sustituir la pérdida de energía de las cortes.

De dormir en yurtas o castros de madera, las dinastías edifican religiones que sirvan para apaciguar, con la esperanza de otras vidas (del retorno al campo), interiores urbanos en que la naturaleza yace domesticada y construyen para la posteridad. Con el propósito de legar a sucesivas generaciones un arte sólido, preferentemente de piedra, que perpetúe como sha, khan o califa a las dinastías herederas de los sátrapas.

Cuando vuelvan a la carga otros vándalos de la estepa a asolar, al menos que se encuentren como obstáculos con una red de puentes, iglesias-fortaleza y ayuntamientos ejemplares, que permitan a la población y cultura un refugio provisional, y una subsistencia con los nuevos amos fraguada por interés de todos.

En las regiones arenosas de los ríos, donde no hay piedra ni canteros, la perpetuidad, la torre de Babel que sube, se fragua subiendo al cielo ladrillos cocidos macizos superpuestos por capas por alarifes y, en Aragón llamados piqueros.

El reino altomedieval aragonés esculpió en caliza y arenisca su primer conjunto de monasterios e iglesias para la posteridad. Cuando saltó desde Almudévar al sur, y hasta alcanzar las serranías ibéricas, tuvo que construir en adobe y ladrillo o mantener lo que se encontraron, un arquitectura de yeso espléndida.

La cocción de las pastillas de adobe en moldes se conoce desde Mesopotamia y ofrece un material duro como una piedra, bello, ligero y moldeable, que permite la construcción en serie. En la cultura china se generalizó la producción de ladrillos bastos o más finos, casi de mayólica, que según su resultado eran cuñados por el artesano fabricante.

Los ladrillos se sujetarán con la mezcla, por todos estudiada, de arena, agua y un conglomerante o aditivo que en general es el mortero de cal. Ahora bien, si un país es rico en arcillas y yesos, como lo son Aragón del alabastro y Uzbekistán, al fraguar antes este mortero blanco o pasta, sus albañiles y artesanos crearán torres más altas y airosas, castillos con paredes de tapial de yeso encofradas como se disfruta en el de Calatayud. No teniendo que esperar a un resultado más lento que les hubiera condicionado artísticamente.

La moda de utilizar el yeso como elemento constructivo y base decorativa, la de los arcos entrelazados con atauriques de yeso de la Aljafería, no podía provenir ni lo hizo de Yemen ni la región de Arabia del Hiyaz (La Meca y Medina) sino de la Persia abasí bajo cuya influencia cultural se hallaba la región de Samarcanda.

El recubrimiento cerámico de las magníficas torres de mezquitas que los Aragón mantuvieron por su excelente fábrica como campanario de iglesias, en cerámica verde manganeso, beben del precedente de la Kutubía de Marrakesh, que a su vez es hija del alminar de la gran mezquita de Kairouan de Túnez, el más antiguo y el primero del mundo.

Las torres mudéjares aragonesas y las de las mezquitas y madrasas uzbekas muestran un conjunto común de piezas de ladrillo ya vitrificado y colorido o de discos de diferentes tamaños, fustes de columna para entrelazar arquillos, azulejos cuadrados, verdes, negros y melados, columnillas compuestas por piezas cilíndricas y esféricas achatadas, estrellas de ocho puntas con sus marcos y crucetas de fondo, puntas de flecha…

La taifa zaragozana independiente supuso una ruptura artística con Córdoba y una vuelta al legado abasí, el de Damasco-Persia, que trajo como resultado las airosas y delgadas torres del mudéjar o tagarino aragonés. Más aptas, además, para soportar los vientos extremos del Valle del Ebro.

Los elementos decorativos de repetición, las palmas, la epigrafía cúfica (tiras de inscripciones del Corán), las figuras geométricas, la mano de Fátima, se repiten en las dos familias de torres y decoración exterior que comparamos con dos grandes diferencias: en el mudéjar aragonés se introducen piezas cristianas como las medias lunas de la Parroquieta de la Seo en Zaragoza, escudos o espadas. En la arquitectura uzbeka, es imprescindible revisar la figuración en aves y animales que presentan ciertos remates cerámicos, por cercanos al arte chino y expresión del pueblo turco, recientemente islamizado cuando edifica su legado.

11.11 Luis Iribarren

10.11.25

Palacio Castillo de La Aljafería y otros restos de la época


En las afueras de aquella Saraqusta, junto a una zona que se llamaba al-Musura (Almozara o Llano de la saría) que era en donde se celebraban ejercicios militares, desfiles o maniobras de luchas y de equitación, y en donde posiblemente existía ya un campamento militar desde que al-Rahman III sometió a Saraqusta a los asedios de 935 a 937, se construyó en el siglo X y junto a una torre que comunica con un profundo pozo que todavía existe y que a veces se puede visitar, alrededor de la llamada Torre del Trovador, no lejos de las murallas de tierra de aquella Zaragoza y cerca de algunos arrabales, en un terreno plano, Ahmad I al-Muqtádir mandó construir el Palacio de la Aljafería siendo el segundo monarca de la dinastía de los Banu Hud, que gobernó Saraqusta entre 1046 y 1081.

Ahmad I al-Muqtádir fue el rey más poderoso y brillante de la Taifa de Zaragoza. Durante su reinado, la taifa alcanzó su máximo esplendor económico, político y cultural y además no era simplemente un guerrero militar, sino un poeta, filósofo y mecenas de las artes. Este fue precisamente el período en el que Saraqusta fue centro de atracción de intelectuales como Avempace y el poeta Ibn Jafaya

La construcción de la Aljafería comenzó entre 1065 y 1080, aunque probablemente fue iniciada alrededor de 1065-1070. Las inscripciones caligráficas en algunos de los capiteles del palacio contienen el nombre de al-Muqtádir como "el vencedor" (al-Muqtádir Billah). Este título honorífico no fue adoptado por el rey hasta 1065, tras su victoria en la toma de Barbastro, por lo que la construcción no pudo comenzar antes de 1065. Uno de los relieves dice explícitamente: "Esto [la Aljafería] lo mandó hacer Ahmed al-Muqtádir Billáh”.

Es importante señalar que los musulmanes no lo llamaban "Aljafería", sino "Qasr al-Surur", que significa "Palacio de la Alegría" o "Palacio del Regocijo”. El nombre "Aljafería" es posterior y derivado de "al-Qasr al-Ja'fariyya", que significa "Palacio de Abu Jaáfar" (Abu Jaáfar siendo uno de los nombres del rey). El propio al-Muqtádir lo apodó así porque era su "quinta de recreo", su lugar de descanso y placer lejos de las responsabilidades del gobierno. De hecho, en sus propios poemas, al-Muqtádir se refería a él como "Palacio de la Alegría" (Qasr al-Surur).

A diferencia de la Zuda (alcázar ciudadano), que estaba dentro de las murallas de la ciudad y tenía funciones de defensa y gobierno, la Aljafería fue construida como un "palacete de recreo” y por eso deseaba que estuviera fuera de las miradas de sus ciudadanos y permitía mayor conexión con la naturaleza. Era un lugar tranquilo en donde poder disfrutar de la vida lejos del bullicio de la ciudad amurallada, entre huertas y acequias y no muy lejos del río Ebro, con el que se comunicaba por debajo de tierra por un camino subterráneo.

En aquella zona ya existía la hoy llamada Torre del Trovador, y por ello la Aljafería no fue construida de la nada. Al-Muqtádir encontró en el lugar una fortaleza anterior de origen califal, posiblemente construida sobre el año 950 o algo posterior y tenía la función de torre de vigía y de primera defensa con una torre fuerte de planta cuadrangular con cinco pisos, construida con sillería de alabastro en la base. Fue reconstruida tras un incendio en el año 1039, cuando los Banu Hud de Lérida tomaron la ciudad de Zaragoza. Todavía se puede visitar en su interior, y es muy recomendable hacerlo con calma para ver sus paredes interiores.

Del funcionamiento del Palacio de La Aljafería sabemos bastantes datos. Era la residencia estival y Al-Muqtádir la utilizaba como retiro de verano durante los meses cálidos. Era también un lugar de celebraciones y en donde se realizaban festivales y celebraciones cortesanas en sus salones. Pero a su vez era un espacio para que el Rey cultivara sus aficipnes por la cultura, el rey pasaba tiempo aquí componiendo poesía, algo por lo que era famoso. Y además tenía un Salón llamado "Maŷlis al-Dahab" (Salón Dorado) era donde al-Muqtádir recibía diplomáticos y embajadores, proyectando la gloria y riqueza de la taifa.

Sabemos que tenía un gran patio central (Sahn) como una zona central típica que servía para organizar la entrada al palacio. También que existía un salón del Trono (Maŷlis al-Dahab) y un espacio principal donde se recibía a dignatarios con una sala de Audiencias.

Existían habitaciones privadas del rey con diversas alcobas y dormitorios, tenía baños (Hammam) con un sistema completo con agua caliente, templada y fría y un potente sistema de agua para las fuentes, piscinas y cisternas con jardines acuáticos, típicos de los palacios islámicos.

Como es lógico tenía su muralla defensiva rodeando todo el complejo con una gruesa muralla de piedra y torres cilíndricas y con un foso por todo el perímetro, que se había adaptado al terreno en su forma, como cualquier castillo que usa los dibujos de los terrenos para construir con facilidad defensiva.

Es importante notar que al-Muqtádir continuó ampliando y mejorando el palacio de La Aljafería durante todo su reinado. A diferencia de lo que sucedería tras la conquista cristiana (cuando habría reformas destructivas que cambiaron parte del edificio), bajo dominio musulmán la Aljafería fue un proyecto arquitectónico en evolución constante. Y ha sido el único gran edificio de arquitectura islámica taifal que ha perdurado, testigo del esplendor de aquella Saraqusta que fue la "Atenas del Mediterráneo medieval”.

Nos quedan torres modificadas como las de la Magdalena, San Pablo, San Gil, la Zuda y parte de la Seo de San Salvador, pero muy poco más, excepto la constatación reciente de cementerios o barrios extra radios que van apareciendo, y que sin duda en el futuro depararán muchos más descubrimientos de estos apasionantes siglos de la historia de Saraqusta, pues es una ciudad que guarda bajo sus calles una riqueza arqueológica extraordinaria correspondiente a Saraqusta. Se cree que existían múltiples arrabales (barrios extramuros) alrededor de la ciudad medieval, muchos de los cuales aún no han sido localizados, por ejemplo en la zona de Tenerías, además de en las orillas derechas del río Huerva y se cree que pueden existir una docena de pequeños cementerios en las zonas de alrededor de la Zaragoza musulmana conocida, de ellos cuatro o cinco siendo importantes. Y hay unos detalles menos conocidos y valorados pero sumamente importantes en aquellos siglos y que han continuado hasta las fechas actuales, y que son todo el entramado de acequias que han existido y existen en algunos casos, en los arrabales de la ciudad.

9.11.25

Relación de Gobernadores, Emires y Reyes de Saraqusta (714-1118)


Para finalizar creo que es interesante dejar un listado cronológico y ordenado de todos los gobernadores documentados de aquella Saraqusta desde la conquista musulmana hasta la reconquista cristiana. Este listado combina datos de crónicas árabes, fuentes cristianas medievales e investigaciones históricas recientes. He dividido el período en las principales épocas políticas.

Periodo de Dependencia de Córdoba designados desde allí (714-820)

Muza ibn Nusayr - 714 - Conquistador. No gobernó de forma permanente, dejó guarnición

Tariq ibn Ziyad - 711-714 - Conquistador general. Campaña principal desde Gibraltar

714-750 - Diversos gobernadores pero con pocos nombres conservados

750-770 - Transición entre el Emirato Omeya y la época de los Banu Qasi

Dinastía Banu Qasi (Muladíes): Control Alternado (770-900)

Musa ibn Fortún (Banu Qasi) - 788-789 - Primer Banu Qasi documentado en Zaragoza

Matruh ibn Sulaymán (Banu Qasi) - 791-792 - Gobernador Banu Qasi

Bahlul ibn Marzuq - 798-799 - Rebelde, enfrentamiento con Córdoba

Lubb ibn Muhammad (Banu Qasi) - 832-865 - Caudillo poderoso, sitió y controló Zaragoza

Muhammad I ibn Lubb (Banu Qasi) - 865-890 - Hijo de Lubb, continuador de dinastía

Ismail ibn Muza (Banu Qasi) - 890-900 - Último Banu Qasi de importancia

Dinastía Tuyibí: Establecimiento de Autoridad Emiral (900-1018)

Muhammad ibn Hashim al-Tuyibi (al-Anqar, "el Tuerto”) - 900-925 - Fundador de la dinastía Tuyibí

Ahmad al-Tuyibi - 925-932 - Hijo de Muhammad; bajo su reinado se consolida el poder

Muhammad al-Tuyibi II ("al-Anqar" joven) - 932-934 - Continuación de la dinastía

Período de Asedios por Abd al-Rahman III

934-937 - Asedios calabfales, resistencia Tuyibí

Muhammad ibn Hashim al-Tuyibi - 934-950 - Mismo personaje que el anterior; resistió asedios

Mundhir al-Tuyibi - 950-980 - Rey efectivo durante el Califato de Córdoba

Yahya al-Muzaffar al-Tuyibi - 980-1010 - Reinado importante y estable

Mundhir II al-Tuyibi - 1010-1018 - Último rey Tuyibí; desintegración del Califato de Córdoba

Periodo de Independencia Total (1018-1110)

Sulaymán I al-Musta’in - 1018-1046 - Fundador de la Taifa de Zaragoza; período de consolidación

Ahmad I al-Muqtádir - 1046-1081 - Rey más brillante y poderoso de la Taifa. Época de máximo esplendor cultural. Constructor de la Aljafería. Poeta y filósofo.

Yúsuf I al-Mutamán - 1081-1085 - Hijo de al-Muqtádir; continuó expansión. Murió sitiando Huesca.

Ahmad II al-Musta'in II - 1085-1110 - Último monarca Hudí. Reinado conflictivo. Enfrentamientos internos. Capturado en batalla de Sagrajas (1086).

Abd Allah ibn Ahmad (Abdelmálik) - 1110-1118 - Hijo de al-Musta'in II. Intentó mantener resistencia tras caída de Zaragoza. Se refugió en Rueda de Jalón. Intentó resistencia posterior.

Ocupación por los Almorávides Norteafricanos. Breve periodo almorávida  (1110-1118)

Muhammad ibn al-Haŷŷ (Alhay, Alhax) - 1110-1115 - Primer gobernador almorávide, represor.

Ibn Tifilwit - 1115-1117 - Gobernador almorávide. Restauró cierta vida cultural. Nombró a Avempace como Gran Visir (demostración del respeto por intelectualidad zaragozana).

Interregno / Gobernador de Murcia - 1117-1118 - Control desde Murcia mientras Zaragoza se debilitaba.

Gobierno anónimo

Enero-Diciembre 1118 - Últimos meses de gobierno musulmán antes de la reconquista cristiana.

Entre 714-750 y 750-770, la documentación es especialmente pobre. Sabemos que hubo gobernadores, pero muchos nombres se han perdido. Especialmente en el período Banu Qasi (770-900), a menudo había múltiples caudillos rivales reclamando autoridad sobre Zaragoza. En varios momentos (como durante los asedios de 934-937), había rivales en conflicto y he indicado al "ganador" del período.

Períodos Mejor Documentados

Dynastía Hudí (1018-1110): Excelente documentación de fuentes árabes contemporáneas

Época de Abd al-Rahman III (934-937): Bien documentada por crónicas árabes

Primera mitad del siglo IX (Banu Qasi): Documentación parcial

Períodos Peor Documentados

714-770: Muchos nombres perdidos - Transiciones entre dinastías