14.11.25

Parque Bruil de Zaragoza y sus problemas

 

Todos en Zaragoza somos conscientes del problema de sanidad, de limpieza, de riesgo de inseguridad de todos los que están allí, desde vecinos a ciudadanos que están viviendo sin condiciones, unos problemas de indignidad que como ciudad no debemos seguir consintiendo mirando al suelo mientras agachamos la cabeza, admitiendo que sabemos lo complejo que es resolverlo, pero a su vez, que algo distinto tenemos que hacer.

A su vez hay que AGRADECER y poner en valor el inmenso trabajo que desde decenas de asociaciones o desde una parte de la iglesia zaragozana se está haciendo por intentar hacer menos dura la vida de estas personas. Nunca es suficiente, pero es un soplo de aire.

Las sociedades, mientras el problema tienen un tamaño soportable, deben resolver sus problemas. Sabemos que se juega en el doble sentido de que si se hace bien se produce el efecto llamada. Y que si se hace mal a partir de cierto grado, es imposible revertir las situaciones.

Zaragoza debería trabajar más y sobre todo más unida, para analizar estos problemas y sabemos encauzar y humanizar, dentro de sus tremendas dificultades de todo tipo. La imaginación al poder. Más presencia de personas voluntarias, de ese Cuerpo de Voluntarios de Zaragoza o de Cruz Roja, para garantizar una formación ampliada de las personas que allí se encuentran, una sanidad, una integración poco a poco, una seguridad del entorno para todos, es imprescindible como primeros pasos.

En algunos países, en algunas ciudades, en zonas como estas se forman barracones para dar asistencia global, y en donde pueden acudir allí las personas de los alrededores para de forma diferente a la oficial, recibir asesoramiento y ayuda. No es un edificio de albergue, no es para comer o dormir, pero en cambio sí es para ducharse, para recibir consultas médicas o formación. 

¿Todo esto crea un efecto llamada? Pues depende de las formas. Nadie quiere vivir en la calle y si se escapan de otros países es por sus propios problemas internos. A veces solo llamamos Efecto Llamada cuando estando ya en nuestros países, no queremos que vengan a nuestra ciudad, a nuestro barrio. Y eso… se debería llamar mejor con otro adjetivo.



12.11.25

La cripta de El Pilar de Zaragoza


En el subsuelo de El Pilar de Zaragoza, debajo justo de toda la zona de la capilla de la Virgen del Pilar, hay una cripta que solo se puede visitar dos días al año, seguidos además, coincidiendo con las festividades de Todos los Santos y Todos los Fieles Difuntos.

Esta cripta alberga los restos de figuras históricas y benefactores de la basílica y de la historia de la ciudad, como el General Palafox o Ramón Pignatelli entre otros muchos, pues sin ser una Panteón Real, si es un panteón de personas Nobles e importantes en la historia o por ser mecenas de la iglesia zaragozana.

Tiene dos altares entre los nichos adosados a las paredes. Este que vemos es uno de ellos.

La Primera Mezquita de Saraqusta: Entre la Historia y la Arqueología

Cuando los musulmanes se presentaron en las puertas de aquella Zaragoza goda, llevaban ya tres años en España, dándose cuenta de que era más sencillo de lo previsto adueñarse de toda la península y de que la población estaba en una clara decadencia tras las décadas de los godos gobernando todo este territorio tan interesante para poder entrar en Europa.

Sobre todo los judíos de Hispania y de aquella Caesaracosta, estaban muy descontentos con los sucesivos gobiernos godos, en constante peleas y guerras entre ellos, o contra francos, pero a su vez sabiendo que nuestra ciudad era un gran enclave estratégico, muy potente en la vida religiosa, pero que no era capaz de hacer valer sus grandes proyectos de futuro.

Ya en aquel tiempo existía en Santa Engracia una excelente biblioteca y un buen grupo de escribas con numerosos monjes que sacaba copias de aquellos libros, sobre todo para intercambiarlos con otros centros religioso y así poder ampliar su propia biblioteca.

El viaje del obispo Tajón a Roma en el año 646 no fue una iniciativa personal, sino una misión oficial por encargo del rey visigodo Chindasvinto (642-653) con el objetivo muy específico de viajar a Roma para obtener copias de las obras del Papa San Gregorio Magno, que eran difíciles de encontrar en la Hispania de la época. El poder de la religión en aquellos tiempos era tremendo pues controlaba toda la vida política, culturas y social.

Así que la entrada en Caesaracosta fue sencilla pues además los musulmanes no venían a quemar la ciudad ni a exterminar a sus habitantes, que en gran número (excepto los poderosos) simplemente se quedaron en la ciudad sin casi temor, pensando que peor no podía ser su llegada, comparado con lo vivido anteriormente.

Los musulmanes que entraron en la ciudad no debieron de ser muchos, eran yemeníes que venían desde el sur de Arabía, acompañados de qaysíes del norte de ese país, algunos soldados de Siria y un número no muy elevado de bereberes del norte de África. Convertidos todos al islam, convencidos y como soldados de fortuna, que avanzaban por la Hispania, conquistando terrenos y poblaciones sin mucha lucha.

A los habitantes de aquella Caesaraugusta no se les obligó a convertirse al islam, pero se encontraron con unos militares que hablaban un idioma muy diferente y que escribían en un alfabeto que no entendían. Los unos y los otros no se entendían.

Los judíos que se quedaron en la ya Saraqusta se agruparon alrededor del Coso Bajo en la zona de San Carlos y los cristianos ya mozárabes o muladíes pues se iban sometiendo al islam poco a poco, se quedaron en la zona cercana al Pilar, cerca de la muralla, para intentar continuar con su vida anterior.

En realidad era una ciudad llena de sentimientos religiosos. Y de variado tipo. Islam, cristianos, godos, judíos, y además con grandes diferencias pero a la vez con respetos entre todos ellos pues creían en algunas partes comunes de sus religiones. 

Enseguida se construyó una gran mezquita, casi con toda seguridad en la actual sede o solar de La Seo de Zaragoza, y según dicen algunas tradiciones, uno de los conquistadores llamado Hanash ibn 'Abd Allah as-Sana'aní discípulo del Profeta Mahoma indicó la orientación exacta de la qibla en la nueva mezquita de aquella nueva Saraqusta, y el lugar en donde debía instalarse el mihrab con la orientación sagrada.

De aquella mezquita se ha escrito mucho pero se sabe con certeza mucho menos de lo que deberíamos. La primera mezquita de Saraqusta es un edificio que se encuentra entre la documentación histórica clara pero con la evidencia arqueológica incompleta. 

No disponemos de una sucesión de restos arqueológicos suficiente para reconstruir con exactitud el edificio original, pero la combinación de fuentes escritas árabes, investigaciones recientes y algunas evidencias materiales nos permiten trazar una imagen bastante precisa de lo que fue.

Su fundación data entre los años 714 y 716, es decir, nada más entrar en la ciudad se dedicaron a construir esa Mezquita como primer edificio importante de lo que ya querían considerar una gran ciudad.

Su constructor fue Hanash ibn 'Abd Allah as-Sana'aní (también escrito como Hanas ben Abdallah as-San'ani). Este personaje era un tabí' (تابعي), es decir, alguien que conoció directamente a uno de los compañeros del profeta Mahoma, o que convivió con estos últimos. 

En términos cristianos, sería equivalente a un "apóstol de segunda generación". Según la tradición, la mezquita de Zaragoza era la más antigua de Al-Ándalus, y esto es de extraordinariamente significativo pues indicaría que la mezquita de Saraqusta precedió incluso a la de Córdoba, capital del emirato, donde los musulmanes continuaron utilizando la antigua iglesia visigoda durante varias décadas antes de construir su propia mezquita.

La mezquita aljama de Saraqusta se encontraba exactamente en el lugar que hoy ocupa la Catedral de La Seo del Salvador. Los musulmanes no reutilizaron la antigua basílica cristiana visigoda que existía en ese lugar (algo que sí hicieron en otras ciudades como Córdoba), y en cambio, prefirieron demoler la basílica cristiana y construir una mezquita nueva, aprovechando el espacio libre de la antigua plaza del foro romano. Querían orientar el edificio correctamente hacia el sureste, hacia La Meca, algo que la antigua iglesia cristiana no permitía por su orientación este-oeste.

Las crónicas andalusíes mencionan que Hanash ibn 'Abd Allah as-Sana'aní fue enterrado en el cementerio de Bab-al-Qibla, junto a la actual iglesia de la Magdalena, y que… ”Su tumba era motivo de peregrinaje desde muchas partes del mundo islámico”. Esto confirmaría la extraordinaria veneración que los musulmanes tenían por el fundador de la primera mezquita de Al-Ándalus. xxxxx

Según las investigaciones del arquitecto y arabista Juan Antonio Souto Lasala, que ha estudiado exhaustivamente las fuentes escritas y los restos arqueológicos encontrados durante las obras de restauración de La Seo (desde 1980), la mezquita original habría tenido una estructura de cinco naves paralelas orientadas hacia el sureste (hacia La Meca), un sahn o patio de abluciones al norte (en lo que hoy es la plaza de La Seo), la entrada principal desde el sahn (igual que hoy) y un mihrab de mármol blanco (probablemente alabastro local) en el muro de la qibla. Un edificio de unos 35 por 45 metros de perímetro.

Tubo una primera ampliación en el año 856 (Época de los Banu Qasi) bajo el gobierno de Mûsà ibn Mûsà, en los que Saraqusta experimentó un notable crecimiento demográfico y económico. Se añadieron dos naves más por el lado sur, ampliando la mezquita hasta siete naves y se construyó un alminar de estilo puramente cordobés, inspirado en la arquitectura siria de donde era originaria la familia Omeya que gobernaba Al-Ándalus.

Durante las recientes obras de restauración de La Seo, se descubrió la huella de este alminar cerca del actual campanario, lo que corrobora las hipótesis sobre la planta de la primitiva mezquita. Hubo luego una segunda ampliación en el Siglo XI (Época de los Banu Hud) bajo el reinado del brillante rey-filósofo Ahmad I al-Muqtádir (1046-1081), en donde la ciudad alcanzó su máximo esplendor cultural y económico. En ese tiempo se realizó la última gran ampliación de la mezquita, y se construyó un mausoleo orientado hacia el sahn (este edificio todavía existe: es la actual Parroquieta de La Seo, un edificio octogonal que fue la capilla funeraria de los arzobispos). Se erigió un nuevo alminar, esta vez de arquitectura zagrí (local): una torre octogonal de ladrillo y yeso semejante a las de San Pablo o a las de Santa María de Tauste, San Andrés y Santa María en Calatayud

Gracias a las obras de restauración de La Seo bajo la dirección del arquitecto Ángel Peropadre (desde 1980), se han encontrado evidencias físicas de la mezquita, con muros de cimentación de época islámica, la huella del alminar del siglo IX cerca del campanario actual, restos de pavimentos de ladrillo y fragmentos de decoración en yeso y cerámica Sin embargo, como explica Juan Antonio Souto en su investigación, la realidad de este material es insuficiente.

Según az-Zuhrí, cuando se hizo la primera ampliación de la mezquita en el siglo IX, fue necesario demoler el muro meridional para añadir las dos nuevas naves. Sin embargo, el mihrab original era tan venerado (por haber sido construido por el tabí Hanash) que excavaron por debajo de él y lo levantaron sobre dos grandes vigas de madera bajo las cuales colocaron unas columnas tumbadas con el fin de trasladarlo de sitio. Es decir, trasladaron físicamente el mihrab sagrado sin destruirlo, demostrando la enorme veneración que le tenían.

¿Por qué no hay más Restos Arqueológicos? Pues principalmente esa escasez de restos visibles de la mezquita original es triple. Por una parte la reutilización inmediata tras la conquista cristiana en 1118, en la que la mezquita fue consagrada como catedral cristiana el 4 de octubre de 1121. No fue demolida, pero si profundamente transformada. 

Luego, construcciones posteriores a lo largo de los siglos desvirtuaron lo que había quedado, se fueron añadiendo capillas, ampliaciones y reformas que cubrieron los restos islámicos. La Seo actual es una mezcla y suma arquitectónica con cinco siglos de construcción superpuesta. Los Sitios de Zaragoza (1808-1809) causaron graves daños a la ciudad, incluyendo a La Seo, lo que pudo destruir parte de los restos islámicos que aún permanecían visibles.

11.11.25

Uzbekistán Aragón 2: El yeso, los ladrillos y la cerámica vidriada que nos unen


Los pueblos nómadas, cuando se vuelven sedentarios, adoptan formas arquitectónicas imperiales. El protocolo debe sustituir la pérdida de energía de las cortes.

De dormir en yurtas o castros de madera, las dinastías edifican religiones que sirvan para apaciguar, con la esperanza de otras vidas (del retorno al campo), interiores urbanos en que la naturaleza yace domesticada y construyen para la posteridad. Con el propósito de legar a sucesivas generaciones un arte sólido, preferentemente de piedra, que perpetúe como sha, khan o califa a las dinastías herederas de los sátrapas.

Cuando vuelvan a la carga otros vándalos de la estepa a asolar, al menos que se encuentren como obstáculos con una red de puentes, iglesias-fortaleza y ayuntamientos ejemplares, que permitan a la población y cultura un refugio provisional, y una subsistencia con los nuevos amos fraguada por interés de todos.

En las regiones arenosas de los ríos, donde no hay piedra ni canteros, la perpetuidad, la torre de Babel que sube, se fragua subiendo al cielo ladrillos cocidos macizos superpuestos por capas por alarifes y, en Aragón llamados piqueros.

El reino altomedieval aragonés esculpió en caliza y arenisca su primer conjunto de monasterios e iglesias para la posteridad. Cuando saltó desde Almudévar al sur, y hasta alcanzar las serranías ibéricas, tuvo que construir en adobe y ladrillo o mantener lo que se encontraron, un arquitectura de yeso espléndida.

La cocción de las pastillas de adobe en moldes se conoce desde Mesopotamia y ofrece un material duro como una piedra, bello, ligero y moldeable, que permite la construcción en serie. En la cultura china se generalizó la producción de ladrillos bastos o más finos, casi de mayólica, que según su resultado eran cuñados por el artesano fabricante.

Los ladrillos se sujetarán con la mezcla, por todos estudiada, de arena, agua y un conglomerante o aditivo que en general es el mortero de cal. Ahora bien, si un país es rico en arcillas y yesos, como lo son Aragón del alabastro y Uzbekistán, al fraguar antes este mortero blanco o pasta, sus albañiles y artesanos crearán torres más altas y airosas, castillos con paredes de tapial de yeso encofradas como se disfruta en el de Calatayud. No teniendo que esperar a un resultado más lento que les hubiera condicionado artísticamente.

La moda de utilizar el yeso como elemento constructivo y base decorativa, la de los arcos entrelazados con atauriques de yeso de la Aljafería, no podía provenir ni lo hizo de Yemen ni la región de Arabia del Hiyaz (La Meca y Medina) sino de la Persia abasí bajo cuya influencia cultural se hallaba la región de Samarcanda.

El recubrimiento cerámico de las magníficas torres de mezquitas que los Aragón mantuvieron por su excelente fábrica como campanario de iglesias, en cerámica verde manganeso, beben del precedente de la Kutubía de Marrakesh, que a su vez es hija del alminar de la gran mezquita de Kairouan de Túnez, el más antiguo y el primero del mundo.

Las torres mudéjares aragonesas y las de las mezquitas y madrasas uzbekas muestran un conjunto común de piezas de ladrillo ya vitrificado y colorido o de discos de diferentes tamaños, fustes de columna para entrelazar arquillos, azulejos cuadrados, verdes, negros y melados, columnillas compuestas por piezas cilíndricas y esféricas achatadas, estrellas de ocho puntas con sus marcos y crucetas de fondo, puntas de flecha…

La taifa zaragozana independiente supuso una ruptura artística con Córdoba y una vuelta al legado abasí, el de Damasco-Persia, que trajo como resultado las airosas y delgadas torres del mudéjar o tagarino aragonés. Más aptas, además, para soportar los vientos extremos del Valle del Ebro.

Los elementos decorativos de repetición, las palmas, la epigrafía cúfica (tiras de inscripciones del Corán), las figuras geométricas, la mano de Fátima, se repiten en las dos familias de torres y decoración exterior que comparamos con dos grandes diferencias: en el mudéjar aragonés se introducen piezas cristianas como las medias lunas de la Parroquieta de la Seo en Zaragoza, escudos o espadas. En la arquitectura uzbeka, es imprescindible revisar la figuración en aves y animales que presentan ciertos remates cerámicos, por cercanos al arte chino y expresión del pueblo turco, recientemente islamizado cuando edifica su legado.

11.11 Luis Iribarren

10.11.25

Palacio Castillo de La Aljafería y otros restos de la época


En las afueras de aquella Saraqusta, junto a una zona que se llamaba al-Musura (Almozara o Llano de la saría) que era en donde se celebraban ejercicios militares, desfiles o maniobras de luchas y de equitación, y en donde posiblemente existía ya un campamento militar desde que al-Rahman III sometió a Saraqusta a los asedios de 935 a 937, se construyó en el siglo X y junto a una torre que comunica con un profundo pozo que todavía existe y que a veces se puede visitar, alrededor de la llamada Torre del Trovador, no lejos de las murallas de tierra de aquella Zaragoza y cerca de algunos arrabales, en un terreno plano, Ahmad I al-Muqtádir mandó construir el Palacio de la Aljafería siendo el segundo monarca de la dinastía de los Banu Hud, que gobernó Saraqusta entre 1046 y 1081.

Ahmad I al-Muqtádir fue el rey más poderoso y brillante de la Taifa de Zaragoza. Durante su reinado, la taifa alcanzó su máximo esplendor económico, político y cultural y además no era simplemente un guerrero militar, sino un poeta, filósofo y mecenas de las artes. Este fue precisamente el período en el que Saraqusta fue centro de atracción de intelectuales como Avempace y el poeta Ibn Jafaya

La construcción de la Aljafería comenzó entre 1065 y 1080, aunque probablemente fue iniciada alrededor de 1065-1070. Las inscripciones caligráficas en algunos de los capiteles del palacio contienen el nombre de al-Muqtádir como "el vencedor" (al-Muqtádir Billah). Este título honorífico no fue adoptado por el rey hasta 1065, tras su victoria en la toma de Barbastro, por lo que la construcción no pudo comenzar antes de 1065. Uno de los relieves dice explícitamente: "Esto [la Aljafería] lo mandó hacer Ahmed al-Muqtádir Billáh”.

Es importante señalar que los musulmanes no lo llamaban "Aljafería", sino "Qasr al-Surur", que significa "Palacio de la Alegría" o "Palacio del Regocijo”. El nombre "Aljafería" es posterior y derivado de "al-Qasr al-Ja'fariyya", que significa "Palacio de Abu Jaáfar" (Abu Jaáfar siendo uno de los nombres del rey). El propio al-Muqtádir lo apodó así porque era su "quinta de recreo", su lugar de descanso y placer lejos de las responsabilidades del gobierno. De hecho, en sus propios poemas, al-Muqtádir se refería a él como "Palacio de la Alegría" (Qasr al-Surur).

A diferencia de la Zuda (alcázar ciudadano), que estaba dentro de las murallas de la ciudad y tenía funciones de defensa y gobierno, la Aljafería fue construida como un "palacete de recreo” y por eso deseaba que estuviera fuera de las miradas de sus ciudadanos y permitía mayor conexión con la naturaleza. Era un lugar tranquilo en donde poder disfrutar de la vida lejos del bullicio de la ciudad amurallada, entre huertas y acequias y no muy lejos del río Ebro, con el que se comunicaba por debajo de tierra por un camino subterráneo.

En aquella zona ya existía la hoy llamada Torre del Trovador, y por ello la Aljafería no fue construida de la nada. Al-Muqtádir encontró en el lugar una fortaleza anterior de origen califal, posiblemente construida sobre el año 950 o algo posterior y tenía la función de torre de vigía y de primera defensa con una torre fuerte de planta cuadrangular con cinco pisos, construida con sillería de alabastro en la base. Fue reconstruida tras un incendio en el año 1039, cuando los Banu Hud de Lérida tomaron la ciudad de Zaragoza. Todavía se puede visitar en su interior, y es muy recomendable hacerlo con calma para ver sus paredes interiores.

Del funcionamiento del Palacio de La Aljafería sabemos bastantes datos. Era la residencia estival y Al-Muqtádir la utilizaba como retiro de verano durante los meses cálidos. Era también un lugar de celebraciones y en donde se realizaban festivales y celebraciones cortesanas en sus salones. Pero a su vez era un espacio para que el Rey cultivara sus aficipnes por la cultura, el rey pasaba tiempo aquí componiendo poesía, algo por lo que era famoso. Y además tenía un Salón llamado "Maŷlis al-Dahab" (Salón Dorado) era donde al-Muqtádir recibía diplomáticos y embajadores, proyectando la gloria y riqueza de la taifa.

Sabemos que tenía un gran patio central (Sahn) como una zona central típica que servía para organizar la entrada al palacio. También que existía un salón del Trono (Maŷlis al-Dahab) y un espacio principal donde se recibía a dignatarios con una sala de Audiencias.

Existían habitaciones privadas del rey con diversas alcobas y dormitorios, tenía baños (Hammam) con un sistema completo con agua caliente, templada y fría y un potente sistema de agua para las fuentes, piscinas y cisternas con jardines acuáticos, típicos de los palacios islámicos.

Como es lógico tenía su muralla defensiva rodeando todo el complejo con una gruesa muralla de piedra y torres cilíndricas y con un foso por todo el perímetro, que se había adaptado al terreno en su forma, como cualquier castillo que usa los dibujos de los terrenos para construir con facilidad defensiva.

Es importante notar que al-Muqtádir continuó ampliando y mejorando el palacio de La Aljafería durante todo su reinado. A diferencia de lo que sucedería tras la conquista cristiana (cuando habría reformas destructivas que cambiaron parte del edificio), bajo dominio musulmán la Aljafería fue un proyecto arquitectónico en evolución constante. Y ha sido el único gran edificio de arquitectura islámica taifal que ha perdurado, testigo del esplendor de aquella Saraqusta que fue la "Atenas del Mediterráneo medieval”.

Nos quedan torres modificadas como las de la Magdalena, San Pablo, San Gil, la Zuda y parte de la Seo de San Salvador, pero muy poco más, excepto la constatación reciente de cementerios o barrios extra radios que van apareciendo, y que sin duda en el futuro depararán muchos más descubrimientos de estos apasionantes siglos de la historia de Saraqusta, pues es una ciudad que guarda bajo sus calles una riqueza arqueológica extraordinaria correspondiente a Saraqusta. Se cree que existían múltiples arrabales (barrios extramuros) alrededor de la ciudad medieval, muchos de los cuales aún no han sido localizados, por ejemplo en la zona de Tenerías, además de en las orillas derechas del río Huerva y se cree que pueden existir una docena de pequeños cementerios en las zonas de alrededor de la Zaragoza musulmana conocida, de ellos cuatro o cinco siendo importantes. Y hay unos detalles menos conocidos y valorados pero sumamente importantes en aquellos siglos y que han continuado hasta las fechas actuales, y que son todo el entramado de acequias que han existido y existen en algunos casos, en los arrabales de la ciudad.

9.11.25

Relación de Gobernadores, Emires y Reyes de Saraqusta (714-1118)


Para finalizar creo que es interesante dejar un listado cronológico y ordenado de todos los gobernadores documentados de aquella Saraqusta desde la conquista musulmana hasta la reconquista cristiana. Este listado combina datos de crónicas árabes, fuentes cristianas medievales e investigaciones históricas recientes. He dividido el período en las principales épocas políticas.

Periodo de Dependencia de Córdoba designados desde allí (714-820)

Muza ibn Nusayr - 714 - Conquistador. No gobernó de forma permanente, dejó guarnición

Tariq ibn Ziyad - 711-714 - Conquistador general. Campaña principal desde Gibraltar

714-750 - Diversos gobernadores pero con pocos nombres conservados

750-770 - Transición entre el Emirato Omeya y la época de los Banu Qasi

Dinastía Banu Qasi (Muladíes): Control Alternado (770-900)

Musa ibn Fortún (Banu Qasi) - 788-789 - Primer Banu Qasi documentado en Zaragoza

Matruh ibn Sulaymán (Banu Qasi) - 791-792 - Gobernador Banu Qasi

Bahlul ibn Marzuq - 798-799 - Rebelde, enfrentamiento con Córdoba

Lubb ibn Muhammad (Banu Qasi) - 832-865 - Caudillo poderoso, sitió y controló Zaragoza

Muhammad I ibn Lubb (Banu Qasi) - 865-890 - Hijo de Lubb, continuador de dinastía

Ismail ibn Muza (Banu Qasi) - 890-900 - Último Banu Qasi de importancia

Dinastía Tuyibí: Establecimiento de Autoridad Emiral (900-1018)

Muhammad ibn Hashim al-Tuyibi (al-Anqar, "el Tuerto”) - 900-925 - Fundador de la dinastía Tuyibí

Ahmad al-Tuyibi - 925-932 - Hijo de Muhammad; bajo su reinado se consolida el poder

Muhammad al-Tuyibi II ("al-Anqar" joven) - 932-934 - Continuación de la dinastía

Período de Asedios por Abd al-Rahman III

934-937 - Asedios calabfales, resistencia Tuyibí

Muhammad ibn Hashim al-Tuyibi - 934-950 - Mismo personaje que el anterior; resistió asedios

Mundhir al-Tuyibi - 950-980 - Rey efectivo durante el Califato de Córdoba

Yahya al-Muzaffar al-Tuyibi - 980-1010 - Reinado importante y estable

Mundhir II al-Tuyibi - 1010-1018 - Último rey Tuyibí; desintegración del Califato de Córdoba

Periodo de Independencia Total (1018-1110)

Sulaymán I al-Musta’in - 1018-1046 - Fundador de la Taifa de Zaragoza; período de consolidación

Ahmad I al-Muqtádir - 1046-1081 - Rey más brillante y poderoso de la Taifa. Época de máximo esplendor cultural. Constructor de la Aljafería. Poeta y filósofo.

Yúsuf I al-Mutamán - 1081-1085 - Hijo de al-Muqtádir; continuó expansión. Murió sitiando Huesca.

Ahmad II al-Musta'in II - 1085-1110 - Último monarca Hudí. Reinado conflictivo. Enfrentamientos internos. Capturado en batalla de Sagrajas (1086).

Abd Allah ibn Ahmad (Abdelmálik) - 1110-1118 - Hijo de al-Musta'in II. Intentó mantener resistencia tras caída de Zaragoza. Se refugió en Rueda de Jalón. Intentó resistencia posterior.

Ocupación por los Almorávides Norteafricanos. Breve periodo almorávida  (1110-1118)

Muhammad ibn al-Haŷŷ (Alhay, Alhax) - 1110-1115 - Primer gobernador almorávide, represor.

Ibn Tifilwit - 1115-1117 - Gobernador almorávide. Restauró cierta vida cultural. Nombró a Avempace como Gran Visir (demostración del respeto por intelectualidad zaragozana).

Interregno / Gobernador de Murcia - 1117-1118 - Control desde Murcia mientras Zaragoza se debilitaba.

Gobierno anónimo

Enero-Diciembre 1118 - Últimos meses de gobierno musulmán antes de la reconquista cristiana.

Entre 714-750 y 750-770, la documentación es especialmente pobre. Sabemos que hubo gobernadores, pero muchos nombres se han perdido. Especialmente en el período Banu Qasi (770-900), a menudo había múltiples caudillos rivales reclamando autoridad sobre Zaragoza. En varios momentos (como durante los asedios de 934-937), había rivales en conflicto y he indicado al "ganador" del período.

Períodos Mejor Documentados

Dynastía Hudí (1018-1110): Excelente documentación de fuentes árabes contemporáneas

Época de Abd al-Rahman III (934-937): Bien documentada por crónicas árabes

Primera mitad del siglo IX (Banu Qasi): Documentación parcial

Períodos Peor Documentados

714-770: Muchos nombres perdidos - Transiciones entre dinastías

7.11.25

Uzbekistán Aragón 1: Nosotros cuando viajamos


Destino de moda, bueno en relación calidad precio, la Ruta de la Seda y su embrujo, buena comida… Qué acontece cuando se llega: que las boiras del Amur Daria no dejan ver el Pamir (que debe ser un telón magnífico con sus nieves permanentes), la constatación de que este valle es un jardín del edén hasta que el agua alcanza y generador de una de las principales civilizaciones del mundo.

Turca islamizada, Uzbekistán tiene gran contacto histórico con los turcos europeos del oeste, el resto de pueblos de lenguas semejantes de su entorno –Rusia y China pescando en la división de un conglomerado, atención, de turcos casi equivalente a la población europea- y fue origen artístico de la soberbia arquitectura mogol por la que se visita India.

De ello ya hablaremos, puesto que en mi caso aproveché una oferta para ir a ver las madrasas y mezquitas más semejantes al también Patrimonio de la Humanidad “Mudéjar de Aragón” y porque la novela “Samarcanda” de Maalouf, primera edición de 1988 que llevé, fue una de las causantes de que yo viaje fuera de la zona de confort europea. De que sea un devoto y ferviente discípulo de la prosa poética de Omar Jayyam, golpe a golpe, verso a verso, resaca a resaca… El primer vino de la mañana…

Hoy no quiero hablar de esto, sino de que viajé en grupo. Hacía más de diez años que no me pasaba. Soy reticente a que me aguanten, indisciplinado, terco, solitario, un pastor que trabaja en Zaragoza. En ocasiones pedante, en muchas un anarquista aragonés, solo me salva mi humanidad y mi piedad. Ante las invectivas del turismo de masas contra las sociedades receptoras, me siento abrumado, estupefacto, como ante la gente que no cambia su régimen alimenticio cuando viaja. No me gusta herir, no me gusta criticar, ya desplanta mi ironía, mi capacidad para aguantar en el desierto soledad y la muerte de todo mi pasado.

Me siento más próximo a cualquier abuela uzbeka, a los niños que van en el metro de Tashkent con su determinación y buena educación buscando una oportunidad en la formación, que tanto me recuerdan. Una salida que no sea emigrar para ellos y sus familias.

Las conversaciones desustanciadas, la preocupación por el perfeccionismo en las aficiones de los hijos, las exigencias fuera de lugar en una calidad de servicios en un país que tiene bastante que mejorar –entonces qué no deberíais decir de un tres estrellas europeo- me tocan en la medular de mi animismo. Y como soy de fuego del Tian Shan, como galopo a caballo sin silla, como me dejo llevar donde me llevan las corrientes, mejor me aparto.

Y ésto empecé a hacer hasta que mi grupo configurado por una treintena de personas me confirmó lo que todos ya sabemos: que la base o mínimo común denominador de la población española en el caso límite de que no actúen por conveniencia, es de una calidad inagotable.

Cómo no podemos revisar dialogando una Constitución si nos cimbreamos así por el mundo. La delicadeza y gentileza astur-leonesa, la ironía punzante que consigue resultados con una media sonrisa tras presión malagueña, la nostalgia catalana porque al menos las relaciones con Aragón sean personales y no pastillas de política, la determinación y relación con el territorio soriana, la elegancia salmantina que hace volar cincelada en piedra de Villamayor, ese estar por los demás con una sonrisa propio de los segovianos, la seguridad en movimiento madrileña… dan para muchísimo más como para no valorarnos.

Damos gusto. De lo que dio fe mi nueva madre inglesa a la que le doy un beso. Mi mejor amiga de la infancia de Berdún, Charis Boucher, nació en Sheffield. No muy lejos de la ciudad de mi compañera de viaje: York, tierra angla cuya base nobiliaria es vikinga y danesa, desde la que nos emergió Jane. Con sus ademanes de actriz de la vieja escuela de Michael Caine. Hasta los cockneys eran educados y tenían toque de charme. But not yet?

Mi casa en Berdún era una torre pequeña de la muralla. Por esas cosas de que en el Aragón del Pirineo pensamos en nuestra lengua propia, me llaman en toda Jacetania Luis de Terreta. Pues bien, el grupo contenía una sorpresa mayúscula. Todo un valenciano de huerta de “La Barraca” de Blasco Ibáñez. Un torreón en presencia y humanidad, con un humor desbordante, que se marcó el arroz base uzbeko nada más volver a Valencia, padrazo absoluto de sus hijas y al que no puedes ni te deja más que querer o querer. Esta raza de valencianos llaman a los hortales ante los que nos quedamos conmocionados los aragoneses su “terreta”. Con Ramón se puede ir al fin del mundo y además volver.

Ahora bien, mi conmoción total y absoluta no fue por la gente de mi grupo ni de otros. Eso que en uno había hasta una pareja de Teruel que entendí que estarían iluminados por ver su arte de ladrillo y cerámica interpretado de otra forma en otra civilización, pero no… simplemente viajaban y olé ellos.

Me refiero a una dupla de tío y sobrino de Mieres, en Asturias –si yo pudiera cantarte…- Ese crío que salvó la vida en un accidente sideral en 2020 (me lo contó después Luisa, que parió este texto y no lo supo), de nombre Nacho y fue recuperando poco a poco la movilidad y la conciencia. El zagal camino de niño, porque hombre lo es con mayúsculas, tiene esa sonrisa de los hombres asturianos buenos que porta el jugador de fútbol Cazorla. David Villa venía a las fiestas de mi pueblo y también me pareció un gran guaje, nada chulo y ordinario. Suaaaaaveeeee.

Pero este crío que se llama Nacho tiene una sonrisa que se ve a cuatrocientos metros, una manera de acariciarte con la mirada y la boca que yo no había sentido nunca. Y detrás de ella está su cimiento, su tío Santiago. Santa paciencia minera, en el fondo de la mina mire el cielo y no lo vi.

Yo sí lo vi, sí, Nacho. Gracias a tí y más que en ninguno de los extraordinarios lugares que hemos visto juntos. A veces la vida es justa (mi abuela analfabeta me corregiría, pero qué pocas), y tú eres uno de los casos.

España en movimiento, los de la vida pequeña, no son una sinfonía cuadrada pero aburrida de perfección. Es la música de Abba, vibrantes armonías metálicas, cantando destemplados y con rabia pero con calidad, esa gente de fuego nórdica que no hablaron sino de sus propias vidas.

Como esto va para vosotros, y vosotros tenéis música como sintió nuestro guía maño Ayatola, esto va acompañado por una de las canciones monumentales de un grupo para bien muy popular. De esas que ponen los pelos como escarpias, como vosotros.

Ya perdonaréis la tozudez aragonesa.

06.11 Luis Iribarren

5.11.25

Diseño Urbano de la Zaragoza Saraqusta


La llegada de los musulmanes en el año 714 produjo una transformación radical del diseño urbano de Saraqusta, aunque de una forma compleja y gradual poco a poco y según pasaban las décadas y siglos. 

A diferencia de lo que podría esperarse, no fue una demolición completa seguida de una reconstrucción de la ciudad romana o goda, sino un proceso de transformación orgánica donde las estructuras antiguas se reutilizaban, se adaptaban y se reinterpretaban según los nuevos principios urbanos islámicos. 

Este proceso es fascinante porque revela cómo la arquitectura y el urbanismo reflejan los cambios profundos en la sociedad.

La Zaragoza romana (Caesaraugusta, fundada en 27 a.C.) seguía el modelo de cuadrícula característico de la planificación romana, con dos ejes principales perpendiculares: El Decumanus Maximus (eje este-oeste) y el Cardo Maximus (eje norte-sur). 

Calles rectas y anchas con facilidad de circulación para incuso un mejor control militar y con espacios públicos amplios para foros, teatros, anfiteatros con manzanas regulares y ordenadas y un comercio lineal. La Zaragoza Visigoda entró en una decadencia progresiva y la ciudad experimentó un deterioro gradual. 

Las calles romanas comenzaron a reducirse de ancho por ocupación de los habitantes que hacían crecer sus edificios ocupando lo que ahora llamamos aceras, y se perdió la regularidad de la cuadrícula. Muchas estructuras públicas fueron desmanteladas o quedaron en desuso y los foros fueron ocupados por viviendas

La Transformación Islámica trajo un nuevo concepto urbano. Los musulmanes en Saraqusta no demolieron y reconstruyeron desde cero. En cambio reutilizaron el trazado romano eEspecialmente los dos ejes principales (Decumanus Maximus y Cardo Maximus) y mantuvieron y reforzaron las murallas. 

Aprovecharon las cimientos de los rands edificios públicos y levantaron nuevas estructuras sobre las antiguas. Medina, mezquitas, alcazaba, zocos, etc.

Los musulmanes añadieron nuevas estructuras esenciales para la vida islámica que no existían en la ciudad romana. La Mezquita Aljama ubicada estratégicamente cerca del cruce de los ejes principales, la Alcazaba/Zuda como fortaleza administrativa, generalmente integrada en la muralla, los Zocos o mercados reorganizados con una nueva lógica comercial, los baños Públicos (Hammam) con una infraestructura sanitaria islámica.

Crearon una red de acequias y canalizaciones para agua que atravesaban la ciudad, y modificaron el modelo islámico de calle por modificaciones del derecho de propiedad. La ley islámica introdujo un concepto revolucionario: el derecho del propietario a usar el espacio inmediatamente adyacente a su casa (finā' o ḥarīm), que mide aproximadamente 1-1.5 metros de ancho. 

Esto significaba que las calles podían ser "invadidas" gradualmente por los propietarios colindantes. Con esa reducción de anchura las calles se iban estrechando progresivamente y de forma aleatoria y el trazado recto desaparecía. 

La familia heredaba la vivienda, el edificio, necesitaba ampliarlo para mantener a todos sus miembros en el mismo hogar y edificio, y ampliaba la vivienda hacia la calle, lo que convertía las arterias en espacios irregulares, estrechos y con mucha menos luz.

La ciudad islámica desarrolló un sistema jerárquico de calles completamente nuevo. Las Nafid o calle pública general, abierta por ambos extremos y de acceso público que generalmente conectaban puertas de la muralla con el centro y hacia la mezquita, y en donde las principales conectaban directamente la mezquita con las puertas principales de la ciudad. El ejemplo sería la actual calle Don Jaime o incluso la de Sepulcro hacia Teobaldo y la Magdalena.

Luego estaban las calles llamadas Darb o Zuqaq que eran callejones cerrados por uno de los extremos y con uso casi privado o compartido por un pequeño grupo de vecinos y acceso controlado. Y luego estaban las calles sin salida, callejones sin salida a los que se acededía desde calles y te introducían en casi patios particulares.

El factor más transformador del urbanismo islámico fue la Mezquita Aljama. Todos los viernes, toda la comunidad musulmana converge en la mezquita y surge una necesidad de acceso radial. Se crean calles principales que irradian desde la mezquita hacia las puertas de la muralla, permitiendo el flujo masivo de gente en poco tiempo hacia los arrabales o las afueras. 

El comercio se concentraba en líneas lineales a lo largo de estas arterias principales que conducen a la mezquita. Los compradores iban hacia el zoco mientras se dirigían a la oración con una organización gremial y por oficios (orfebres, carpinteros, especieros, etc.)

El Decumanus Maximus romano zaragozano continuó siendo una arteria principal bajo el islam, aunque a diferente nivel de uso. Funcionaba como prolongación de acceso al puente y la "puerta de la Villa” y aunque el trazado cambió, su alineación se mantiene vigente hasta hoy. 

"En Zaragoza, el proceso [de transformación] debió afectar sin duda a buena parte de las calles menores pero, a juzgar por los relatos de fuentes islámicas, las vías principales debieron pervivir. 

Sin embargo, la falta de esas acumulaciones de basuras y tierras hace que los restos califales o taifas incidan directamente sobre los restos romanos.” Las calles menores perdieron la ortogonalidad y los ejes principales se conservaron pero fueron reinterpretados. La ciudad pasó de ser una cuadrícula a ser una red radial centrada en la mezquita

La Mezquita Aljama, Ubicada en lo que ahora es lLa Seo, la Alcazaba/Zuda junto a la muralla, cerca del río Ebro, en la zona de la actual Zuda. El barrio Judío en el ángulo suroriental (zona de San Carlos, Coso Bajo); y el barrio Cristiano/Mozárabe en torno al este o sureste del recinto amurallado, cerca de la puerta romana oriental, entre el Coso Bajo, San Miguel, San Nicolás de Bari y San Gil, y posiblemente extendiéndose hacia el Huerva.

Los descendientes de un mismo antepasado se agrupaban en torno a un patio común y esto fue especialmente importante para la población muladí, que traía tradiciones diferentes a las árabes. 

Si bien el interior amurallado de la ciudad romana fue relativamente poco transformado, fuera de las murallas sucedió algo espectacular pues se crearon nuevas estructuras periurbanas, se desarrollaron arrabales (barrios extramuros) importantes y como hemos visto en conversaciones anteriores, el arrabal de Sinhaya llegó a tener 20 hectáreas de extensión

Curiosamente, el cambio de nombre de Caesaraugusta a Saraqusta y luego la descripción como "Medina Albaida" (ciudad blanca) refleja un cambio no solo administrativo sino también perceptivo, era una ciudad transformada, fue una adaptación cultural y se tomó lo que funcionaba de la ciudad romana y se reinterpretó según nuevas normas islámicas en un proceso duró siglos, se pasó de un modelo de igualdad (cuadrícula romana) a uno de jerarquía funcional (calles públicas vs. callejones privados) 

El resultado fue una ciudad única en Al-Ándalus, ni completamente romana ni completamente islámica, sino un diseño urbano donde capas de historia convivían y se transformaban mutuamente. Esta es la razón por la cual, incluso hoy, algunas calles de Zaragoza siguen la alineación de antiguas vías romanas, mientras que otras forman laberintos medievales completamente distintos.

4.11.25

EHT de Teruel. Restaurante El Gastrónomo


Hoy os quiero hablar solo un momento de la Escuela de Hostelería y Turismo de Teruel, del restaurante del EHT de Teruel como ejemplo de escuela y de calidad en el servicio, aunque también de la inevitable realidad de que resulta muy complicado poder obtener para reservar una mesa, incluso con semanas o meses (depende de la época).

No se sirven comidas todos los días, solos dos a la semana, pues El Gastronómico es el restaurante donde los futuros “chefs” y "maîtres" de la Escuela de Hostelería y Turismo de Teruel despliegan sus habilidades, solo los martes y jueves, de 14:00 h a 15,15 h horas

Se sirve un menú degustación elaborado y servido con profesionalidad y esmero por el alumnado de sala. El equipo de docentes supervisa todos los movimientos en cocina y en sala. Platos con productos estrella de la tierra sabiendo que la práctica es la mejor manera de aprender.

Os dejo parte de lo presentado este principio de noviembre de 2025. Mucha calidad, un gran servicio, un precio muy comedido, un lugar muy pequeño para aprender sobre todo, y en donde los clientes son sobre todo parte de esa formación.

Hay tres Grados de formación. Un Grado Superior de Restauración y Dirección de Cocina y otro Grado Superior como Técnico Superior de Guía Turístico; un Grado Medio con formación para ser Técnico en Panadería y Repostería con Confitería; otro Grado Medio de Cocina y Gastronomía y otro de Servicios de Restauración. Y un Grado Básico de Cocina y Restauración con grandes posibilidades para crecer profesionalmente.

Efectivamente, en Teruel además de la calma, se come muy bien, y no solo jamón.

MPA.