3.6.25

Debate sobre el Estado de la Garnacha 3: Alta Tarragona y Matarraña


Los jardines que reproducen la naturaleza, las piedras horizontales colocadas en disposición libre, la madera sin pintar o la cerámica basta que no puede estar en un museo, son ejemplos de concepción de la vida “so”. Así como los gustos y pasiones de parte de la población, pequeña, a él han virado por el conocimiento de los perfumes delicados, la arruga es bella o la arquitectura de los pabellones en el Pirineo. El principio es el de apenas molestar, el ligero de equipaje sin decirlo. Una inversión o huida de lo espectacular, el barroco shin, a lo simple que no ordinario.

El posmodernismo por copiado de Asia puso en boga al "so" que se convierte en "shin": el diseño de automóviles no musculados y de líneas simples, los diseños de Miyake, los edificios no ejecutados de Arata Isozaki para remover conciencias introduciendo pagodas en el Valle de Canfranc o la llevanza de arte popular del Serrablo de pueblos desaparecidos a Sabiñánigo son ejemplos por todos vividos. Si se intenta herir el valle de Canal Roya, al menos se presentan afecciones en instalaciones que den el pego “so” pero que envejecen mal porque los materiales no se mantienen y no se alcanza la pátina negra del brillo de un suelo de cedro sin barnizar sino que se agrieta en desconchones el barniz en el Balneario de Panticosa.

No son proyectos grandilocuentes los que casan con el reino del silencio aragonés. No hay explicación de gobierno alguno, tampoco los de izquierdas, sino seguir a ideólogos cuando se fija una capitalidad de la garnacha para Zaragoza cuando las viñas y la tradición pueden estar en feudos socialistas como Cariñena –ya elegida este mismo año “Ciudad Europea del Vino”-. 

El Ayuntamiento de Zaragoza se embarca, pensamos que para justificar subvenciones postpandemia, en ferias constantes, en que pide una morterada a los expositores, en una ciudad que ya disfruta por fin del vino aragonés… Por ello no les importa que Somontano que planta garnacha no aparezca como presunto invitado ni dejarse a los más especiales, por casi salados, varietales aragoneses de la garnacha peluda y la afamada garnacha blanca presentes por espacio de centenares de siglos en las viñas de las riberas de los ríos Algars y Matarraña.

Murakami, Banana Yoshimoto y otros escritores contemporáneos japoneses, brillantes y shin en la mayor parte de sus obras, no recogen la tradición del dolor y la ausencia de Kawabata y Kenzaburo Oé, proyectores de vida íntima ajena a guiar al rebaño, a insistir en la condición capital de Zaragoza del valle del Ebro Central. 

Ya todo Jaca y Tudela, mucha parte de Lleida, pasan sus sábados por la tarde aturdidos en los centros comerciales zaragozanos, política que ha lastrado el desarrollo del comercio de la ciudad histórica que se invade de actos que lo hieren aún más de muerte, el personal en tránsito gyo hacia lo brillante o florido.

Sin embargo, si gyo o equilibrada en Asia debe ser una existencia cotidiana bajo un paraguas suficiente (pragmatismo), en España hace años que se han invertido los papeles, se desatiende políticamente el fondo de armonía (la que sea cuando te miras al espejo) y se persigue por razón de la justificación de subvenciones paridas por Bruselas (de espejo, espejismo que dirá Luis Alberto de Cuenca, que en latín es speculum: mirar, lo contrario a dar un vistazo), que el personal asista sin participar a espectáculos extravagantes, sensuales, divertidos por leves (concepto so) teledirigidos desde la rectitud y el formalismo, desde arriba y bien de dientes y cambio de vestidos o corbatas coloridas.

Al revés que en el resto del mundo excepto las doradas Rusia y Asia arábiga, en Zaragoza no se busca ninguna simplicidad, sino que se va en camino contrario, del formato sensual y que busca deslumbrar por existir un público educado para ello, o directamente creyente en algo, a suministrárselo por castigo shin. El pan es circo.

Distinta es la actitud del sur catalán tan aragonés por paisaje y pasiones en que Tarragona ciudad no pretende amalgamar capitalidad alguna de los extraordinarios vinos del Priorato y Terra Alta.

Vinos monacales, que nutrieron a quienes tallaron en Poblet las últimas tumbas de los Aragón, presentes las viñas como jardines alrededor de dicho monasterio y el de Santes Creus. Condición que motivó la traída de pinot noir de los monjes cluniacenses benedictinos a estas abadías y, por extensión y origen de la denominación borjana, al Monasterio de Veruela. Aquí sembradas de la garnacha imperial aragonesa, que lo es en resultado.

La denominación cercana al monasterio madre del sur catalán “Priorat” vendimia a mano las terrazas de pizarra plantadas de garnacha peluda y cariñena. La segunda parece que la propia de nuestro campo zaragozano que recibe el nombre en Francia de cariñán y fue introducida por aragoneses en Cerdeña, capítulo que abordaremos. En Rioja la denominan mazuelo y se mezcla con otras variedades para subir el color y sola, la cariñena por su maduración muy tardía da lugar a vinos en las laderas de Porrera de color rojo intenso, muy apreciados, una capa intensa o color muy uniforme y un olor a cerezas negras que, por impacto de la tierra volcánica, son muy fáciles de beber.

La revolución del tránsito “gyo” corre a cargo de las garnachas de la Terra Alta. Como se decía, la costa tarraconense se halla lo suficientemente lejada de la Comarca de Gandesa como para que haya afectado a la personalidad de los vinos del frente de la Batalla del Ebro, envejecidos en la singular cooperativa de Gandesa, la pujante de Batea… Gloriosas opciones encontraremos subiendo altitud en las barranqueras de los puertos de Beceite como los vinos de garnacha de Bot y Horta de Sant Joan, villa medieval en que veraneaba Picasso.

En el Aragón del Matarraña, abundante en aguas represadas encontraremos una colección de establecimientos de restauración, hoteles, melocotones tardanos, aceites de olivos milenarios y vinos de garnacha blanca y peluda en un espacio de cuarenta kilómetros lineales únicos en el mundo.

Me asombran y fascinan los vinos blancos del país con ese gusto un poco salino que quiero pensar que les aporta el bochorno cargado de sal que sube del Delta del Ebro. El color violeta espeso del varietal tinto y su aroma y sabor a cerezas y no melocotón con vino, el propio del Campo de Borja, hacen sin salir de Aragón poder degustar al menos hasta seis garnachas diferenciadas y características.

Estos dos valles del oriente turolense están optando a que sus singulares vinos sean denominados pero debe hacerse un homenaje a la familia que en desarrollo del orgullo por la vinificación de las variedades del Matarraña contribuyó como lo hicieron los Ruberte en Campo de Borja, los Lalanne en Barbastro o los Marín y Urbezo en Cariñena a la revolución en su transformación: los impulsores de los vinos de la Venta d’Aubert.

En su proyecto, Aragón “so” por "lento”, incluyen la regeneración de los suelos de las viñas del somontano de los Puertos, un parque escultórico, una proyectora arquitectónica de recuperación de edificación tradicional, cuidando al nivel de Enate en Somontano el etiquetado de los vinos. Creando arte asequible.

03.06 Luis Iribarren

2.6.25

Qué es el Real Zaragoza de Fútbol?


Lo he comentado en alguna otra ocasión, el Real Zaragoza de futbol masculino es mucho más que deporte, es un icono de una parte importante de la sociedad. Y hay que entenderlo así, aunque no nos guste o no lo admitamos o nos cueste entenderlo.

Que un icono llevé 13 años fuera de su espacio deportivo y por ello social, es negativo en varios aspectos incluso económicos, incluso muy negativo pues el cambio generacional de los seguidores ya le afecta. 

Y nos han acostumbrado a tener que vivir —en un número creciente de partes de la sociedad— a base de ilusiones perdidas que ya no nos mantienen felices. Es la sociedad construida y admitida.

El gran error del Real Zaragoza en estos años ha sido no tener paciencia, no tener un punto de suerte, a veces no tener buenos gestores, y no recibir ayudas exteriores de las necesarias… aunque no se noten.

Ahora estamos en un punto muy complicado. Y lo saben bien los periodistas deportivos zaragozanos, por poner un punto añadido de la realidad que se puede leer. Nadie sabe nada, nadie sabe hacia dónde podríamos ir, o nadie se atreve a publicarlo.

El momento es complicado en exceso, por el cambio que se necesita… antes de hundirnos si no hacemos bien lo necesario. Tremendo pues afecta a todos los cimientos. 

Digo a todos, incluida la propiedad que ya ha puesto en el cesto varios millones y tiene que poner más. Y se frena.

No hay gestor, no hay dueño, no hay directores generales ni deportivos, no hay incluso ya en junio, ni planificación, ni entrenador confirmado.

¿A qué suena todo esto? Pues a profundos cambios sin definir del todo. 

Nadie ha explicado la marcha de Víctor Fernández. Pero los periodistas cercanos la saben perfectamente. Nadie dice con claridad quien manda de verdad, o lo que parecería lo mismo, tampoco se explica quien es realmente el "Dueño" del Real Zaragoza. Posiblemente sea complicado decirlo.

Tener en 12 años un total de 21 entrenadores diferentes supone que los que quieran venir se lo piensen muy bien. 

Y sin duda supone la falta de planificación más que de acierto, de credibilidad en el proyecto, y la imposibilidad de crear un sólido equipo a medio plazo. Ya no digo a largo plazo.

No es nada fácil encontrar a profesionales de prestigio en cualquiera de las áreas necesarias, que con estos números quieran recalar en el Real Zaragoza. Saben mucho mejor que nosotros los problemas que están escondidos.

La plantilla, los jugadores que finalmente han querido venir, se han querido quedar, o han llegado para prosperar, están dentro de algo diferente a lo habitual. Tampoco ellos saben bien quien "manda". 

Y Zaragoza metido en el berenjenal de un Campo Nuevo, sabe que lo emprendido a nivel de inversión, tiene dificultades económicas para cumplir plazos, pues una de las tres patas está en modo "Pensar". 

En la próxima semana y por obligación, tendremos nuevas noticias.