26.9.22

Viaje en el Canfranero. Jaca - Granada

Y digo yo que los hermanamientos nacen equivocados, que se necesitan terceros –empresas de servicios- para que rulen más allá de recibir en casa franceses, porque nuestra alcaldesa dizque habla escasamente español. Con las cuatrocientas palabras del método Maurer y no le metas muchas subordinadas. Así quedan pendientes hermanamientos de ciudades o territorios de realidades, sí, semejantes contra pronóstico como sucede con el del título.

También funcionarían, me pienso, la hermandad de destinos florales Alpujarras-Valle del Jalón zaragozano-Valle del Jerte extremeño y Gran Canaria donde Valsequillo, todos aprendiendo de los terceros que ya tienen imagen de esa marca. Cómo es posible que no exista un aguardiente de cereza aragonés…

Granáaa – Jaca se parecen y, obvio diferencian, porque porque porqueeee no hay nadie como tú mi amollll, en términos de sí pero muuucho más de no (y Huesca Norte al rincón de pensar):

NO

Cuenta Jaca con una avenida principal con gingkos aunque sí con pinabetes; sus habitantes no miran al bies ni atractivo por herencia árabe con ojos verde oliva de uniforme de Fidel sino cortito negro o azul (vasco ibero o celta), directo y al pie; tampoco sus ríos están encajonados con gracia de disfrute y campo olímpico de regatas con zaborros para que más suenen; no está orgullosa o no se nota que lo esté de su condición de primera capital de Aragón y, tras ello, dar servicio cortesano a esa altura, que tampoco.

El forastero es el primero y el de casa que se espere a que se le sirva, a la inversa en Graná, lo que denota servicio servil ante el becerro de oro del euro eusko. Que piensen y sientan su historia otros, dice la máquina registradora.

Y, sobre todo y va a escocer, hay dos grandes diferencias no del todo corregibles:

Por lo que sea y sus aguas calizas por corrientes tienen gran calidad, ni Jaca ni Sabi et alterum, Osca City included, tienen una industria cervecera media, artesanas cerca sí, que produjera una suerte de Alhambra rubia y roja que podría llamarse Aragonia o Iacca, o Ámbar o Keler con ese apellido. Cuando uno de los mejores ordios en proteína del mundo crece en su comarca en la Canal o cerca en La Fueva. Es incomprensible que no exista un brebaje que se llame Siresa Gran Reserva.

Tampoco las estaciones de esquí del Pirineo, porque ninguna menos las del Monte Líbano, Hermón en Israel o la de Ifrane en el Atlas marroquí puede competir, gozan del horizonte de sol y nieve de Sierra Nevada, desde donde se ve el Mediterráneo en días claros y se sobrevuelan esquiando las Alpujarras como desde un dron.

Sabemos que las de Jacetania o Ribagorza son casi alpinas en dificultad, pero estamos hablando de la renuncia a un deporte distinto y matriz: el que existió cuando nació esquiar desde el excursionismo. La vuelta a ese alpinismo Harley lo tenemos en el debe, y venga a saturar fondos de valle de aparcamientos que, oye, por lo que sean pasan estudios de impactos más que una granja de vacuno de pirenáica.



Son dos ciudades que sufrieron especialmente en la pandemia porque solo son, y no es poco, capitales de acogida de turismo o, en general, de servicios.

En Graná hoy con carteles de “se busca camareros y pinches de cocina” todo sufrió: no recibía ni siquiera universitarios, se vendía menos cerveza y solo se salvaría su sector panificador y los famosos flanes de la mujer de Ruiz Mateos. Una ciudad mediana tirando a grande que vive de la Universidad y ser receptora de estudiantes de todo el mundo, con algo de industria y cierto know-how en qué...

Ambas cuidan con esmero aceras, parques y jardines. Por fin en Jaca se copió, o se les ocurrió, el modelo de incorporar elementos de su arquitectura singular en toda la Europa románica, introduciéndose el ajedrezado o sueldo jaqués como parte del mobiliario urbano.

En otras ciudades old capitales como Granada, Toledo o Cuenca, sus cerámicas, motivos e incluso escudo son omnipresentes para bien, hasta en los bolardos. Es natural cuando el art-déco fue tan historicista y sus teatros trasladan a su pasado o al de Estambul, más probable lo segundo.

También son semejantes en haber echado a los periodistas de la montaña. Se llama “periodistas” en el Realejo granaíno a los primeros amantes de la montaña, que tenían relación con los vaqueros o pastores en el Pirineo, que subieron por influencia y me repito del excursionismo creado en Inglaterra y mejorado por la Institución Libre de Enseñanza con las excursiones a la sierra de Madrid desde la Residencia de Estudiantes.

Ello incluía a las clases medias o medias-bajas que así lo sentían, que cogían el bocadillo envuelto en periódico, compartían 600 y subían desde Jaén o Teruel a esquiar casi sin equipamiento. Que escalaban hasta con katiuskas y provocaban menos traslados en helicóptero de los que se han documentado como balance por el Diario de Huesca, espectacular estadística.

Hoy los lonelyness han sido expulsados del paisaje, si quieren gozarlo o pagan una pastizada por aparcar o tienen que hacerlo directamente en otro término municipal a kilómetros de la estación o subir a ver flores sin nieve y la primera nevada de noviembre, tienen que comprar forfaits… son unos pringaos a los que se les ha echau de su amor por la montaña…

En Jaca o en Graná, esquían quienes destacan porque de dónde sacan pa tanto como… Y para ese esquí o montañismo primeros digamos, como se ha puesto de moda en el vino, heroicos mejor apuntarse al ejército y hacer esquí de travesía.

Desde Sierra Nevada, más seca que la mojama…

26.09 Luis Iribarren

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