Si la Justicia existe, tiene que ser igual para todos; de lo contrario ya no sería justicia. Aun partiendo de la base de que la justicia no es perfecta, ni existe sistema judicial que no sea susceptible de crítica, es la justicia española una de las peor valoradas en el continente europeo.
Leyes hay. Lo que falta es cumplirlas.
Decenas de tramas de corrupción con miles de políticos con el agua al cuello, investigados, presuntos, imputados, juzgados o en la cárcel, salen como setas en primavera lluviosa. La última la de la operación Lezo.
Jueces permisibles durante años, fiscales anticorrupción, lejos de frenarla esconderla, constructores pagando comisiones ilegales a cambio de favores y prensa afiliada a los populares presionando para evitar tanta basura.
Ignacio González, familia y amiguetes y el mismo Partido Popular, son principales protagonistas, a los que se van sumando la excondesa consorte de Bornos y Murillo, Esperanza Aguirre, lagrimas aparte, presunta tapadera del que fuera su mano izquierda Granados, ya entre rejas y de González entrando en ellas.
Ranas y sapos unidos en otros chanchullos como Gúrtel o Púnica. En esta tragicomedia por si faltaba música aparecen dudas en dos miembros del gobierno. El de Justicia e Interior presuntamente por intento de bloqueo en la operación, y el de Hacienda, incluidos los integrantes de su despacho, por presunta prevaricación, malversación y tráfico de influencias según dicen los medios de comunicación. ¿Tendrán razón con sus informaciones? Nos preguntamos todos sin saber hasta donde llegaremos.
Mientras en estos años de crisis presuntamente robaban a manos llenas, en la calle recortes, congelación y bajadas de sueldo. A todo esto Rajoy dice que no sabe nada, pero sí se siente orgulloso por haber dado la “vuelta” a la situación económica. En eso el Presidente tiene razón..., para muchos de su cuadrilla sin duda.
Daniel Gallardo
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