28.4.23

Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago en el Ebro


Del artista José Gabriel Lafuente (según consta en la exposición de La Lonja sobre Goya) podemos ver un grabado calcográfico realizado sobre seda de la Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago a las orillas del Ebro, impreso en el año 1880 y que es propiedad de la Colección Alejandro Rincón de Zaragoza.

Con esta misma idea y diseño se realizaron muchos grabados sobre telas y seda durante todo el siglo XIX, de distintos artistas y grabadores, algunos conservados en diversos museos de todo el mundo. 

En todos ellos se añadía abajo de la figura el mismo texto, curioso, pero que es cuestión de Fé. Os los transcribo más o menos, para tener una idea de dicho texto.

"Rezar una Ave María al dar el reloj las 12 de la mañana, y decir Alabada sea la hora en que Nuestra Señora vino en carne mortal a Zaragoza, se ganan 9.560 días menos en el Purgatorio. Y cuantas veces se diga: Por siempre Bendita y Alabada Sea, otros 8.560 días más"

Esto nos lleva unas indulgencias diarias —si estás atento a la hora de las 12 de la mañana—, de 50 años de perdón purgatorio al día. 

Es decir, o eres muy pecador y te han puesto un castigo tremendo cuando te juzgan a las puertas del Cielo, o una vez que te mueres y vas al Purgatorio las condenas son larguísimas y casi eterna. 

25.4.23

Plano de Zaragoza del año 1781


Vemos arriba un plano de Zaragoza no muy conocido. Es del año 1781 y nos muestra una Zaragoza con 240 años de antelación a la ciudad actual. No tenemos calle Alfonso y su tamaño es como ciudad es muy inferior al actual. Estamos hablando de una Zaragoza que se movería entre los 45.000 a 50.000 habitantes.

Es la Zaragoza anterior a la Guerra de la Independencia, la que según dicen, estaba llena de palacios y era considerada una de las ciudades más hermosas de Europa. 

La Guerra de la Independencia destrozó gran parte de esa ciudad considerada, amable y bella a la que viajaban desde Europa para conocerla y dibujarla como una urbe muy reconocida.

Detalles de una torre de El Pilar de Zaragoza


Ver una torre de El Pilar de cerca nos enseña un poco la ciudad escondida, la Zaragoza inmensa que a veces lo es menos si la vemos en detalle. 

Se observan pintados en un tejado de esta torre de El Pilar, algunos adornos que semejan ser metálicos desde lejos, pero que simplemente es pintura que con el tiempo quedará disimulada por el polvo y el óxido.

Vemos también los altavoces que nos llenan la ciudad con los cantos de Ángelus. Parte todo de los símbolos de la ciudad de Zaragoza.



24.4.23

Plano de Zaragoza de 1865. La ciudad que desea crecer


Este plano de Zaragoza en dos medias partes es del año 1865 y no está en muy buenas condiciones en cuanto a detalle. Pero vemos una ciudad que ya va deseando crecer, que está diseñando el actual Paseo de la Independencia y la Plaza Aragón, que conserva claramente la diferenciación entre lo que fue la Zaragoza romana y sus ampliaciones hacia el Portillo y hacia la Puerta del Ángel y en la que se puede ver la Huerta de Santa Engracia como un pulmón verde importante.

Ciudad que casi no había cruzado el río Huerva todavía, pero sí el Ebro aunque en la imagen no se vea la parte antigua del Arrabal de Zaragoza. Un periodo muy interesante en la historia de Zaragoza pues supuso el primer intento serio de crecer tras la Guerra de Independencia.



Una familia china hablando de Aragón


Tenemos la suerte de vivir y de ser de Aragón por vivir en Aragón. Somos aragoneses y no siempre lo ponemos en valor. Vienen de toda España a disfrutar de nuestros paisajes, de nuestras localidades, gastronomía o tranquilidad. De nuestro Arte e Historia, también. Pero nosotros no le damos la importancia, pocas veces el valor que se merece. Somos así.

Pero Aragón, este territorio necesita ser cuidado, incluso necesita que lo cuidemos más. a todos los niveles. Posiblemente partiendo de quererlo un poco más. Sabiendo qué tenemos, de dónde somos, de dónde venimos nosotros y nuestros antepasados.

Hoy he estado con una familia china, lleva pocos años en Huesca pero ya está asentada en Aragón. La hija ya es totalmente aragonesa. Adoran su tierra, esta, la nuestra, Aragón. 

Han estado buscando lugar para hacer unas vacaciones con todos sus familiares que piensan traer de China en agosto a los Pirineos. Y defiende estos espacios como maravillosos, calmados, llenos de naturaleza, de agua, de silencio, de verde, de rocas, de paisajes cambiantes.

Pocas veces he visto y escuchado hablar tan en positivo de su tierra de acogida, Aragón, como a esta familia de China. Algo debemos aprender todos de todos, también de los que vienen hasta Aragón para quedarse y enseguida hablan bien de su Aragón.

19.4.23

Canal Roya: ¿Cuál es el Estado de Cuestión?


Este tema me fascina, es kafkiano. Parte de una base que comprende hasta mi nonagenaria madre: la de un hombre, un voto a quien te garantice las pensiones o a favor del que parece que se mueve y hace ruido.

Porque hacer obricas da perras, se comen más menús del día, se recupera por impuestos que el dinero corra. Pero el problema de los fondos europeos de resiliencia es que se plantean: pero después qué.

Estamos oyendo de todo. Como se dice en los medios de comunicación modernos, por el juicio del FC Barcelona, la prisión provisional en galeras de Rosell o la decapitación interesada de políticos –porque mancha que algo queda- como imputados a los que sus devaneos no les han sido demostrados, lo único que importa es quién gana “la batalla de la opinión”. Luego lo que pase después… Es decir, se informan las cosas a partir de su viabilidad inmediata, exclusivamente de su rentabilidad política.

Como pirenaico no a favor de las estaciones de los valles occidentales, parto de reconocer que es fácil cuando se vive de otras mamandurrias, expresión popular despectiva.

Ahora bien, hay otras evidencias, personal de todos los pelajes y no solo urbanitas participamos en la segunda o tercera concentración más importante de la historia de Jaca. Siendo la primera la sublevación y apoyo popular al pronunciamiento los capitanes Galán y García y la segunda es anual cada primer viernes de mayo de mi capital comarcal, de que el territorio respira distinto.

He llegado a leer que incluso algunos empresarios sostienen que hasta la hostelería de la montaña se puede medir de éxito: estos 20.000 empleos que esgrimen no los discuto, importa el cómo, qué pasará si se quedan cortos, cual es la realidad en un martes de noviembre, de mayo pero, aún peor, de julio en temporada media y sus plantillas. Porque es natural que a precios de mínimos de luz un paseo por donde no van a repostar o comprar alcohol la France fuera de temporada llegue a ser fantasmagoría.

Pero yo personalmente me movilizo porque pienso que viene todo de muy atrás, que Aragón y sus gobiernos –no reprocho la oportunidad ni que haya argumentos para algunos para pedir la ayuda- no han defendido suficientemente la vida agrícola y ganadera y llevamos años, y no es la primera iniciativa, invirtiendo en Huesca solamente en trenes y autovías contaminantes de acceso y en remontes e instalaciones que, cuando sube mucho la luz, dan lugar a la mitad de pistas sin abrir por falta de rentabilidad.

La propia ciudad capital de Morlán o de la provincia a la que representa Garcés tiene un presunto aeropuerto y es circunvalada sin noticias de brotes blancos.

En el paisaje y cuando deshiela reinan cicatrices: las balsas para garantizar la producción artificial de nieve, ampliaciones de urbanizaciones y aparcamientos de resultado estético horrendo en el caso de Astún –la madera cara vista rincha con la nieu- hasta hoy han pasado todos los cortes medioambientales.

Pasas a Aspe y ves un precioso y disimulado edificio en madera blanquecina de haya-roble como sede de una coqueta estación de esquí de fondo. En un parque nacional que abarca de Lascún a Chistau, para que nos entendamos. En caso de ser jurado de los proyectos, a quién le concederías la subvención, consejera aragonesa y presidenta de nieus.

Qué es un PIGA me preguntó un colega montañero. Cómo contestar balbuciendo, decirle que me parece que se trata de un plan para ganar tiempo de tramitación que permite que una iniciativa de interés general, inequívoco, se instale en Aragón con puente de plata. Porque crea empleo directo e indirecto, lo que justifica que tenga una ventaja competitiva en tramitación e impositiva respecto de una pescadería o peluquería un poco complejas.

Pero es que para el necesario para desarrollar el proyecto de la unión de estaciones de las cuencas del Aragón y Gállego se ha publicado que hay informes administrativos favorables y contrarios dentro de la misma Aragonia, que por la Europa de la sequía en Alpes sur que interrumpió el pasado verano los cultivos del denominado y legendario arroz carnaroli para risottos se tiene una visión más determinista y científica y menos de huida hacia delante y amortización en pocos años, respecto a que va a dejar de nevar o lo hará mediante tormentas que se desharán por simple aumento, nadie lo dice, de la temperatura del suelo. Este verano sometido en el Pirineo axial a dos meses de sequero con máximas a más de 25 grados.

Así que falla en el proyecto hasta el apellido para que sea otorgada esta subvención: apostar por las instalaciones de la nieve más allá de mantenerlas no parece muy next sino retro, y las siguientes generations lo que tendrán que volver a pedir serán subvenciones para picar el cemento, retirar los postes y cables y que se las otorguen para desarrollar un parque de los Pirineos Sur, no solo un espacio Anayet-Partacua, para no herir con más aparcamientos ni cicatrizar otro fondo de valle nuevo.

Se suceden los anuncios y los alcaldes y hosteleros, naturalmente que dominan como cluster a los primeros, recuerdan los empleos creados. Pero hace varios años que la diputación oscense impulsora tiene un programa para poder crear algún tipo de nuevo alojamiento a alquilar a precios moderados para albergar por todo el año a esos puestos que trabajo que se invocan, mayormente y no se sacan los datos, fijos temporales con dificultades para radicarse, pagar un alquiler al precio Jaca o da igual si Broto todo el año trabajando cinco meses.

Es notorio y no sé si casualidad que se recrudezca el debate por coincidir la campaña electoral aragonesa con la necesaria aceleración de las obras para justificar la subvención. Si no, cuál es la prisa. El candidato pepero autonómico ya ha dicho que ninguna, que compromete financiación de la denominada como propia, o créditos de sociedades que tan bien le habrá salido para hacer tanta calle a cota cero –seguidor de Santisteve a su pesar- con o sin la pérfida y verde Europa…

A costa de qué, como los fondos especiales inversores de Teruel. Cuántos más ganaderos dispersos por el país tendrán que rasgar sus sábanas, bandera blanca y abandono mientras la triunfante FranciaPAC enrona de quesos artesanos las tiendas de alimentación y ferias de su sur o qué otros proyectos hubieran podido sustituir a este trago largo a beber de golpe con afección solamente en un punto de la provincia.

Esas son mis dudas y preguntas. Si el interés general lo fuera tanto no sería así de dificultoso explicarlo, resolverlo… Ya vendrán las sentencias, cuando no se hable de Canal Roya o su especial geología la patee el mismo número de personal por año que sube al Balneario de Panticosa.

Para entonces, la batalla de opinión estará si los ciudadanos de las ciudades e industrias aragonesas beben o enfrían y si panizo y arroz se cambian por una única cosecha de ordio de primavera en los regadíos de desierto.

19.04 Luis Iribarren




17.4.23

Llevados por la inercia… desde Zaragoza


Y sí, no se tiene la misma percepción de las ciudades desde los agujeros por donde pasan los valles de los ríos que desde sus óvalos, barrios para la paz parcelados por curas y antes llenos de parcelas de casitas baratas o desde el cerro de San Jorge.

No digamos cuando puedes salir a desayunar al ático del primer amago de rascacielos de Zaragoza, hoy tan replicado por torres “singulares” –cuando son ya plurales-, esa colmena de la esquina Bretón-Avenida de Valencia.

En los hoyos físicos sin vistas se enrarece el aire. Aun estando cercanos a cursos fluviales y filosofías de Héraclito aparte, la vida te lleva por inercia. Cada gota de agua fotocopia de la anterior y de su deshielo, eso puede que esté en retroceso, vives en la modorra del “botxo” bilbaíno aunque tu barrio porte el resonante nombre de Abandoibarra o árabe de Almozara. No digamos si ya vives sobre balsas, picarrales (tierra mala), cascajos o en un barrio hijo de acrónimo de ley o expediente, ACTUR y tantos.

Por ubicación y desempeño, no se lleva camino ni por el carismático hombre del tiempo de Aragón Televisión ni resto de números que en ratoneras urbanas pasamos la vida de ser modelos para esos personajes que construye Vilas y suben que por escaleras del amor gentil, que a veces superan las de los poemas provenzales. Las vaporosas antecedentes escaladas, naturalmente, de forma exclusiva por caballeros de la Beatriz dantesca, a la que nunca te imaginas sudada o lavándose por partes y bien como mi madre. Desde el bajo medievo, el negacionismo de la sequía.

Así que por las masas sin fermentar se ama presuntamente, se vota y participa por inercia, incluso de la recetada como buena.

Esa que parece que mitiga la soledad a cambio de participar siempre desde la distancia, de forma timorata y lejos de la pancarta que es el proscenio, en un vermú solidario de la Madalena; en una organización sin ánimo de ánimas aunque también pasada por cierta mecedora de libre opinión pero cuarta enmienda y con élites; como número de una manifa sin sorpresas en contra de la ocupación de todos los cerros aragoneses por molinos.

Aunque la coincidencia de real life de cada viernes en el barrio, una de las muelas careadas del agujero negro, haga que sientas vergüenza de cenizo de predicar cual apóstol tus posiciones por la defensa del paisaje que ¿es de todos?, ese escriturado o gestionado por inexpertos concejales, frente a un encofrador o una instaladora de aerogeneradores. Y así reventarles sus cervezas de merecido descanso tras jornadas semanales estajanovistas con plus, esprintando aún en la cincuentena.

Contentos ambos por mantener su trabajo y formar parte de un “yacimiento de empleo” –volvemos al subsuelo- aunque les tironee la columna. Conocedores de los mejores menús del día sin platos precalentados a poderse aún hoy disfrutar a 12 euros en Erla como en Ojos Negros, en que introducen más que el expediente retórico para la obtener la nacionalidad a sus compañeros latinos y africanos en el arte de comer los tres platos correspondientes con cubiertos y sin bandeja que compartir.

Nuestra inercia se nos inculca con la escolarización, al dejar de ser tolerado jugar, al prescribir el deporte, canto o jota como competición y deber tragarse al árbitro desde crío. En lugar de aprender a perder en la mediación y así desarrollar recursos contra la fuerza física como único argumento que hoy se llama acoso. Pero a diferencia de en mi infancia a la que denomino “Bajo neolítico con burro”, hoy a toda la población infantil se la crotalan.

Para ser ciudadano y no dejarse llevar por la violencia de la ley del Talión, a cambio de delegar ese exceso de fuerza mal reconducida a los partidos de fútbol o a vivir en la república independiente de tu casa, cansado y capado.

Para soportar y así aguantar carretas de órdenes, en muchos casos arbitrariedades, perpretadas contra el más animoso o dulce, contra auxiliares expertos en sanidad o elaborar sin más “ambición” matrices de piezas. Consignas de productividad para quien ya funcionaba que vienen emanadas de bipolares esquizoides a los que la sociedad que venimos concibiendo desde la industrial no revolución, eso que se llama humanidad y que por formar parte de ella –no en otros lugares del orbe, luego el tiempo es una convención- dota de presuntos derechos desde hace pocos telediarios, parece poco interesada en diagnosticar.

Será que no existe tal entelequia o existe para que no se la distinga disfrazada de personas jurídicas, acompaña más un gato. Como si llegó a Canfranc el estado moderno fue por las guerras de religión u otros intereses en marcar el ganado.

Malos escenarios para sentir, llegar al amor y luego mantenerse, sin la poética de que te caiga un meteorito en forma de herencia o compensatoria de separación. Lucha titánica es optar por vivir en la excepción.

Puesto que se trata de despachar vida por inercia se trata, como Vilas bien apunta, el confort de nuestros refugios de invierno que depende de qué muebles o relojes sumergibles tengamos. Y no tanto de nuestro presunto buen gusto para soñar con ellos. Porque la sociedad es estratificación por materialización, se desprende que así piensan los protagonistas de su última novela. Y el amor en ese escenario es anarquismo no violento.

Esta realidad inerte y en que la participación en política es siempre zombi se queda para el resto, nos afecta a los que no vivimos asomados a balcones como los de Valdespartera o Berdún divisando cincuenta kilómetros de presuntos terrenos a reconquistar. Parándonos a descansar la vista para enfocar la mirada y así limpiarla, así sonreír.

Combatiendo la pérdida de memoria repasando el cultivo y propietario de cada finca, el número hasta dormir de los que hoy viven pero en mi infancia vivieron en mi calle, todos parte de mi vida. Controlando cuándo va a labrar o sembrar, ahora a levantar polvo en remolinos, quién en qué artefacto y si lo hace temerariamente pronto por tenso o tarde por lazy.

Estamos más personal sobrellevándolo en el agujero de lo que nos parece, además de que no alquilen para hacer el farute relojes de élite por un día. Sin embargo en intimidad muchos se presentan incluso ante sus parejas y obran como indestructibles, triunfadores, van y vienen en aviones para amar y que si no llueve lo que llovió cuando esto lo pararon, aplican con suficiencia raciones de gimnasio para aprovechar, así lo dicen, con vida activa ese tiempo que perderían (se deduce a sensu contrario) en participar en asociaciones o vida pública por ser todo tan kafkiano –así provocan que pase a ser pasto y terreno para otros especialistas-.

Así que a la vez que el fomento de vivir por inercia se esté administrando dosis de narcisismo para tragarlo mezclado con mieles y sin hieles.

Claro que en nuestros lares, en la superada y sin natalidad Europa, al narcisista rampante no lo podamos bautizar como hijo del sueño o pesadilla americanos, sino que todavía es más cutre. Se trata, como bien vislumbra el maestro de Barbastro, de vivir hasta en casa sin preguntar por el otro, de abolir la casualidad por amor y no al contrario, de ser indiferente –posiblemente ya marcado desde por la sobredosis de extraescolares y los programas de mini triunfitos- a estímulos como el respeto por el otro, la gallardía, el pundonor o la simple constancia a varias velocidades. Trocándolos por conveniencia de competición, y a meterte otro alerón en cola a ver si das la vuelta más rápida, pero incluso si quieres ir lento, para tí tenemos en la botica motos chopped y que carreteras descuidadas, que “puestas en valor” se llaman “slow drive” y atraviesan pueblos sin pan.

Y es que la avaricia es narcisista. Produce motores gripados por obsolescencia que terminan en los desguaces de la chatarra de seres arrojados en montones por no escépticos. Con nóminas de ingeniero, con pluses por el reparto suicida de medicamentos y a visitar treinta farmacias por día, con nombramientos como especialistas en docencia sin que el sistema, pues el tribunal de selección natural tampoco lo ha hecho, les cuestione si conocen que el poder lo tienen Falstaff, la Celestina o Macbeth. Si queremos aprobar, la consigna democrática es bajar el nivel.

Lo grotesco es lo no inerte y lo expuesto, los muñecos que bailan con Trump y repiten y aún les nombraremos, el trasplante 30 de Berlusconi. Todo lo que sea ajeno a las escaleras de la pasión y el amor y a las rutas por paradores, restaurantes con pescados de pincho y relojes de museo que sin embargo algunos parece que viven.

En esa novela se omite como marca de reloj y parece inclasificable a los Omega, símbolos en los 60 de la nueva alta burguesía del desarrollismo franquista y que hasta los japoneses digitales se llevaban en la muñeca por encima de la manga del jersey de cuello vuelto por los imitadores de Nino Bravo.

A mí Cartier me suena a Cartier Bresson. Mi padre, regalo de mi madre, llegó a tener un Festina clásico, esos suizos de La-Chaux-des Fonds, de los 50 chapado en oro con kilates incabloc y a llevar con correa metálica para hombres de verdad, de las de pillar pelos que tanto aborrezco. A juego para sus dos trajes y tres corbatas. Uno de ellos y dos de ellas siempre azul marino.

Mi padre, aunque agente de contrabandistas de ganado caballar para subsistir y después hortelano y tras ello metalero, siempre miró sin saberlo al Cantábrico desde Elantxobe. Echaba la vista al oeste y lo veía más allá de Yesa con la misma que la de los ingenieros vascos para los que mandrinaba.

Su color de pantalón siempre fue el azul ola de surf de Mundaka. No se dejaba llevar por la inercia y todas las grúas de puerto que recortó, cirujano de toneladas, las dibujó en su cabeza y un cuaderno de espiral cuadriculado en su propia escala, como diferentes. Así como cada partida de guiñote de memoria la jugaba como única, cubicaba todos los troncos y daba leche hervida de beber a las matas de pimiento para curarlas de sus cosas, a las necesitadas de cariño y calor de mano de sarmiento.

No pudo ser narciso porque ninguno de sus padres se planteó ni siquiera ni atenderle ni echarle a perder, lo concibieron como fuerza bruta al servicio de levantar una deuda. Como a mí, por otra parte.

17.04 Luis Iribarren

7.4.23

Centro Aragonés de Barcelona


Es uno de los corazones de Aragón aunque la posición especialmente delicada de los catalanes de origen aragonés en Barcelona le haya hecho mella. No existe peligro para su conservación de hipertensión por exceso de actividades o presión, sí de insuficiencia cardiaca.

Los catalanes hijos de aragoneses del baby boom son un extraño cuerpo de protozoos que no mantienen la trinidad de los descendientes de andaluces de Feria de Abril de Barcelona, Rosalía y Betis (añádase PSOE o Ciudadanos o Vox según su experiencia de la no inclusión).

Los nuestros son algo más inquietantes en idiosincrasia, se sienten charnegos de la manta de arriba. Camino de romper lazos porque sus hijos tienen dificultades de inserción en ¿Huesca Castilla?, a los padres no os da la vida y parecéis sumisos y no orgullosos hijos de la Corona de Aragón, de la rama fundacional.

El matrimonio ius sanguini Paisos Aragonecs está mejor visto y más si se trata de oscenses que renueven la sangre pura y con RH rubianco gabacho de los vástagos del Principado, pero la inclinación giri japonesa la hacemos los bien educaus foranos.

En los 80, estos mismos o sus hermanos mayores fueron otra cosa y brillaron con luz propia. Sostenían al llamado PSOE del cinturón rojo. Eran candidatos y hasta ministras como Carme(n) Chacón, vivían insuflando energía y pensamiento en la efímero PSUC de Jordi Solé Tura, un zaragono de origen y de Cambrils como Carod Rovira dirigió ERC, los de origen oscense moderaban el puyolato desde Lleida en Uniò –a los fogones Duran ídem I de Alcampell-…

Y todos ellos rememoraban el esplendor intelectual y el punto de encuentro que representó el edificio barcelonés que nos ocupa. Que tanto frecuentaron Maurín, Samblancat o el propio Ramón Acín, al que acudiría el anarquista oscense Ascaso, y que nutría de sustancia, nervio y pensamiento aragonés a Barcelona.

Semejante en nuestros días hubiera sido la integración de Javier Tomeo, Martínez de Pisón o Jesús Moncada en el centro y su participación en medios de comunicación como la revista “El Ebro”, liderada por Gaspar Torrente y publicada entre 1917 y 1936.

No sucede eso, sino que tantos y tantas como el hijo del anarco pero carlista Alfonso Carlos Comín (el Toni) están en la alineación del Sporting de Waterloo.

Momentos puntuales aparte de eclosión de conciencia como el ascenso a primera de la Sociedad Deportiva Huesca o que toque la Ronda de Boltaña en Gracia, se percibe que la influencia intelectual orgánica y poso aragonés en Cataluña ha ido mermando.

Numerosos de los muy abundantes oscenses y bajo aragoneses de origen, mucho más sus parejas, han sido vistos y cómo no en cadenas y actos indepes, por especialmente aptos para ser carne de matrimonios mixtos como aquél del que surgió el propio Serrat. Concretando, les han visto en la televisión en su pueblo de veraneo y… con tres botellines sale lo que pensamos…

Aragón debe volver a tener un proyecto histórico mediterráneo, cuidar más y mejor a este caudal de descendientes que van a inundar sus pueblos de origen en Semana Santa. Empadronarlos afectivamente, no discriminarles por sus ideas por cuatro vermús, que todos cabemos en el páramo.

El Gobierno de Aragón aceptó como parte de su patrimonio el año pasado el precioso inmueble erigido según proyecto del arquitecto turiasonense Miguel Ángel Navarro de 1926 y tiene un precioso trabajo difusor en positivo.

Su diseñador fue hijo del también arquitecto Félix, el del Mercado Central zaragozano, y es el autor de tantos espacios dotacionales que embellecen Zaragoza como el Colegio Costa o la Casa Solans.

Una primera tarea preciosa a poderse abordar por el centro, dado que su trayectoria vital y artística ha gravitado sobre Madrid, sería dedicar especial atención a los legados de Carlos Saura y de Laura Gómez-Lacueva. Como sustancial nos parece revisar la importancia del Paralelo como escenario escénico en que Martínez-Soria y la Maña se hicieron mitos o rebuscar la influencia de Barcelona en las pinturas de Broto o Lita Cabellud.

El centro aragonés se halla sito en la calle en una espléndida manzana del ante Ensanche, no lejos de las fondas y restaurantes de la calle Pelayo que yo llegué a frecuentar en los 80. Repletas de hijos de Aragón lazarillos o ciegos. No podía ser otra su dirección que la calle Costa.

Iremos a Barcelona a visitar su brillo recuperado, a una de las ciudades antes madre de Aragón oriental y de sus cuartos espacios. Un café y a disfrutarlo junto con su cercano entorno del museo MACBA, el Mercat de la Boquería o la Rambla del Raval, aún hoy vibrante y apasionada hija del dolor del puerto y atarazanas de los reyes de Aragón.

04.04 Luis Iribarren