28.7.20

Bando en Zaragoza contra la huelga general de 1930

Tras los sucesos de Jaca, y una persistente huelga general en España, en Zaragoza se publicó un Bando contra la huelga, el 18 de diciembre de 1930 que dejo para conocer un poco de la historia de Zaragoza y sus movimientos obreros.

Se notaba claramente el trabajo en conjunto de los Gobernadores Civiles y los estamentos militares a través de sus Capitanes Generales. 

26.7.20

¿Se quiere ir de veraneo como hace un siglo en Zaragoza?

En el verano de 1920, hace ahora 100 años, se publicaba este anuncio "De veraneo" publicitando todo lo que necesitábamos en aquellos años para salir hacia el verano de los calores. Debía hacer menos calor que ahora, sin duda. La tienda era Casa Sola junto al Casino Mercantil, y los precios son como vemos bajitos, pero en aquellos años solo para ciertas economías de élite.

Pero publicitar guardapolvos, portamentas fuertes, cajas para llevar los sombreros, los cuellos y los puños de ls camisas, fundas para las sombrillas, baúl vienés que debía ser la leche o neceseres, era de premio al comercio de hace un siglo.

Pero lo más hermoso es pensar que había sombrillas para caballeros. Sombrillas que me las imagino negras, serias, a cuadros de Gales, grandes y elegantes. ¡¡Uff!!

23.7.20

Soria debe ser noticia en Aragón. Más y mejor

Viajamos tierra adentro, a los campos y bosques de Soria a la que tan poco visitamos porque se nos ha metido una frontera como un costurón. 

Por sus colinas y sierras calvas cultivos de espliego y otras hierbas aromáticas nos esperan. Esos colores de caliza oscura siempre con aguazón donde el campo sí que sueña.

La espalda del Moncayo suele estar nevada hasta que el paraíso florece. Esos trozos de verde oscuro en que el merino, y no la rasa, pasta. Sus tataranietos llegan congelados desde Australia o Nueva Zelanda y bajan el precio del ternasco si te fías.

Son campos ondulados, no como los llanos o apretados de su vecino y hundido valle del Ebro. La vista puede acompañarles kilómetros hasta una falda arbolada.

Sus hombres ya no se inclinan hacia la tierra sino que dirigen naves espaciales de secano. Sus huertas y viñas, escasas pero finas, ya no sienten la presencia de las mujeres arrojando sus semillas.

Apenas quedan mesones en el campo abierto de los de olla bullendo. En los que perseveran se sigue brindando hospitalidad y el mejor chorizo o mantequilla que comerse pueda. Los huevos fritos con patatas, es así, saben y se dirigieren de otra forma en ese aire pelado pero suave.

No solamente la nieve sino también la vida caen como sobre una fosa.

Ya Machado nos previno con su mirada que desierta estuvo la carretera como casi siempre desierto el campo en torno a las casas.

De nada sirve en apariencia ser plusmarquista.

De todas las combinaciones posibles de setas servidas desde siempre en Vinuesa.

Del acebal virgen en noviembre florecido con más hectáreas continuadas de toda esa Unión Europea de los créditos y el abandono menos subvención condicionada. Que tendremos que buscar para no saturar.

De las sabinas milenarias de Calatañazor que, como su pariente de Villamayor, conocieron resistencias a la colonización romana y fueron albergue de caza abundante para subsistir.

Del resto de parajes de la sierra de Urbión, cañones de ríos diversos o la propia dehesa y monte de Valonsadero, equivalente en superficie a varios términos municipales de belleza no desamortizada.

Amo Soria porque es sugerente y única, como también Teruel. Porque sus paisajes no son alpinos ni de bosque mediterráneo al uso y debemos valorarlos.

Por proximidad y por su carácter único, es un lugar que casi elegí para vivir y quién sabe si hubiera dejado de añorar mi montaña oscense de hayas y abetales que, cuando termina, se convierte en un bosque de bloques de estética pragmática modo soviet.

Ignitas, castros y los castillos de Berlanga sin García y la atalaya musulmana de Gormaz. Eje con Medinaceli de la vanguardia almohade contra las marcas cristianas. Castillos que son el reverso de los templarios de Siria, como lo fueron los de Barbastro y todos los qalat aragoneses.

El origen del término Castilla a los valles llanos e indefensos del norte de Burgos corresponde. Se extendió con posterioridad y uno de sus primeros objetivos fue el dominio del nacimiento del ubérrimo y bello Duero. Ese duende tranquilo.

Y, además y siempre, ese olmo centenario en las colinas que lame el río.

Nuestro corazón espera otro milagro que nos devuelva en Soria una nueva primavera.

21.07 Luis Iribarren

21.7.20

Robo entre pobres en la Zaragoza de 1920

Tal día como hoy en el año 1920 aparecía esta noticia en los periódicos de Zaragoza. Daba cuenta de dos sucesos de robos bien distintos, para dar señal de que hace 100 años también éramos unos pobres ladronzuelos de medio pelo. En eso tampoco hemos mejorado mucho.

El primer caso con nombres y apellidos por aquellos años es de libro. Sencillo y simple. pero el segundo tiene su sabor de asco y crueldad. Una viuda, que trabajaba de portera y que a las cinco de la mañana empezaba a trabajar repartiendo leche, le habían entrado a robar en su casa para llevarse ropas de hogar, ajuar de cama y comedor. Cosas entre gentes necesitadas que en vez de robar a los ricos roban a los pobres, que siempre somos más fáciles de dejarnos robar.

20.7.20

Juan García y Hermanos, un Gran Almacén zaragozano de la historia comercial


Antes de que El Corte Inglés o las grandes cadenas de almacenes de ropa ocuparan todo el servicio de comercios en Grandes Almacenes, en Zaragoza teníamos Juan García y Hermanos, que ya nadie recuerda. Nació en la calle Escuelas Pías y Cerdán pues daba a las dos calles, tenía dos plantas y todo lo que se puede pedir para servir ropa de todo tipo a todo el segmento de clientes que por aquellos felices 20 había en Zaragoza. 

Poco a poco se fue expandiendo por Zaragoza y en sus últimos años estuvo en la calle Alfonso o en Delicias de Zaragoza, pero antes llegó a tener sucursales en Valladolid, La Coruña o Pontevedra que yo sepa. Todo desde Zaragoza.

No logró entrar en el siglo XXI, creo que por poco y tuvo que cerrar posiblemente por esos asuntos familiares que impiden a las empresas continuar hacia los nietos. Pero en los años 20 a 60, en la calle Cerdán con sus dos plantas, tenían cajera en su propio espacio cerrado a donde se pagaba tras comprar en cualquiera de las varias secciones de la tienda. Todo un éxito en aquellos tiempos donde la vida comercial se movía muy alrededor del Mercado Central de Zaragoza.


Pongamos que hablo de Aragón y de la Cultura

Es tanto el trabajo que nos queda por delante que preocupa no darnos tiempo de hacer ni la mitad. El sábado de la semana pasada y por casualidad entré en el bar de un pequeño pueblo del Alto Gállego. Un pueblo con poco habitantes pero que en el interior de su bar de unos 30 metros cuadrados estábamos 32 personas. Solo cinco estábamos con mascarilla y ya era obligatorio. Pero estábamos en un bar, je je je. Sí, el escabeche con guindilla muy bueno, pero el peligro era real.

Unos días antes había estado en el IAACC Pablo Serrano y estábamos mi pareja y un hombre de unos 35 años viendo las exposiciones, alguna muy interesante y de gran valor comparable a los mejores museos de Europa.

No es asumible aunque parezca lógico, no es caminar hacia el futuro, no es hacer sociedad y mucho menos hacer Aragón. Así mal vamos.Yo no pienso obligar a nadie a consumir cultura, me da igual o como diría cualquiera de mi edad: Pa lo que me queda dentro…

Con la pandemia y su "Nueva Normalidad" hemos sido tan imbéciles de frenar lo importante y abrir lo fácil. 

Poca Cultura, nada de Teatro o Música y mucho de bar, piscinas o playas. Mucho botellón de las dos de la madrugada cuando hasta los policías descansan como se merecen, y nada de colegio, escuelas o bibliotecas. 

O nada de ir a la Sanidad Pública que han aprendido de forma rápida a tener que atender por teléfono, pero mucho de poder seguir con las Consultas Privadas. 

Los libros contaminan y es verdad. Los libros, los cuadros, la cultura y la educación. Todo eso contamina y mucho y nos puede convertir en libres. Y joder, eso no interesa. 

17.7.20

La Cuarta provincia de Aragón ¿Soria?

Siempre se ha dicho que Zaragoza es la ciudad más grande de Soria como territorio provincial. Vengo de visitar esa tierra antigua, llagada por la pandemia de una forma exponencialmente aristocrática.

El Estado de las Comunidades ha roto el vínculo especial que más allá de futbolístico era universitario y para la colación laboral, entre el eje del Valle del Ebro y la provincia en que el Duero nace.

Sin embargo, en el plano afectivo, qué duda cabe de que el mismo es superior al que tienen una Huesca y Teruel provincias, excepto el Bajo Aragón, con la capital zaragozana.

Por destino de emigración, los municipios oscenses se llenarán de retornados barceloneses y los del sur de valencianos. Buscando paz, olor a pino y curvas para trazarlas en moto.

La situación en la verdadera ciudad de Machado en los últimos meses ha sido dantesca en el plano sanitario. La mortalidad tan extendida que toda familia está celebrando este mes las exequias funerarias debidas.

La carretera parcheada desde Tarazona por el extenso y bien conservado encinar denota el abandono.

Como bien escribía Delibes, es una penalización la que sufre Castilla la Vieja por presumírsele fidelidad en cuanto a conformadora de la denominada unidad de España. Que ni siquiera es continental.

Madrid no tiene plan y Soria no es ya sino ayer. Precisamente la nueva necesidad de emigración soriana al Distrito Federal continental español está entre las causas, por retorno a confinarse, de la especial y agravada mortalidad. Puesto que del esplendor soriano de Reconquista no queda más que un destino como segunda residencia. Aviso para navegantes aragoneses.

Agravada la situación con una obligada comparación de serranía celtibérica.

El estado de Teruel en cuanto a infraestructuras, respiradores o material quirúrgico, no digamos en cuanto a la posibilidad de ser operado en la propia provincia, no tiene nada que ver con la de la ciudad dura y pura, cabeza de Extremadura. Donde las listas de espera se refieren a la de los hospitales burgaleses.

Es que ese territorio al parecer, como sucede con el Bierzo, queda fuera de la atención de Valladolid. También de sus posibilidades económicas, situación compartida en toda la España solamente ocupada por cosechadoras que cuestan mucho más de seis cifras y nada más.

Es humano y comprensible que, trazado un compás desde la ciudad capital de ciento cincuenta kilómetros, en la España interior se desatienda la periferia marginal al mismo.

No es lo que ha sucedido en Aragón Oriental, Zaragoza y sus hospitales con una buena dirección del Gobierno de Aragón, han tomado la iniciativa.

En Soria los primeros materiales llegaron desde Arnedo y Aragón.

Recordemos la belleza y relación especial con nuestra cuarta querida provincia. Puesto que una gran parte de los zaragozanos son sorianos de origen con funerales pendientes.

Algo habría que hacer para tirar de ese hilo y que el movimiento se demuestre haciendo camino al andar.

Desde aquí, un medio aragonés, estas líneas con cariño hacia la importancia en nuestros corazones de San Saturio, de Leonor, de los paisajes e instalaciones inmortalizados por David Lean en Doctor Zhivago.

Volveremos sobre Soria y sus paisajes naturales, de importancia europea y que corremos el riesgo de olvidar. Cuando afectivamente también son, como su población, aragoneses por elección.

13.07 Luis Iribarren

1.7.20

Un quiosco de prensa que ya no está en la Zaragoza moderna

Esta imagen presuntamente de los años 70 nos muestra una Zaragoza un tanto vieja pero muy reconocible. La entrada a El Tubo era la de siempre y los carteles luminosos un detalle que hemos perdido en vez de actualizarlos. Pero bueno, así es el urbanismo.

Pero me quedo con un pequeño detalle que me trae buenos recuerdos. Debajo del entonces Banco Zaragozano, en la acera, había un puesto bajo de periódicos y revistas. Me recuerdo de niño y joven, cada vez que pasaba por esa zona tan céntrica, ir mirando los titulares de todo lo que se exponía allí, en horizontal y en montones bajos, como una manera de enterarme de lo que sucedía. 

Una copia de lo que ahora hacemos con internet, ver titulares y poco más. No sé si aquel quiosco es de los que hoy están en la acera de enfrente, junto al Banco de España, es posible, pero aquel aunque estorbaba algo en el paso, era curioso pues te permitía leer las noticias mientras pasaban por la zona y sin detenerte.