Pero las sociedades son persistentes cuando las razones les amparan, y si no somos nosotros, quiero decir los actuales aragoneses, serán los próximos. Aragón nunca ha pedido nada que no le corresponda ni nada que no tengan ya otros españoles. Así de simple y así de curioso, pues debemos todos acostumbrarnos a que para pedir lo justo para Aragón nombremos a España y a los españoles.
Recibir para Aragón lo que le corresponde no es en absoluto avanzar hacia independencias, disgregaciones, separaciones ni autodeterminaciones efectivas, sino muy posiblemente todo lo contrario.
Otra cosa es que a los torpes del miedo en el cuello de la camina les entre el temblor de que ahora van a venir todo a una. Se equivocan los miedicas. Ni Aragón quiere independencia de la que están pensando como tampoco la quieren los de León cuando quieren separarse de Castilla. A veces damos la sensación de no querer entender nada.
Pero yo a diferencia de muchos aragonesistas me alegro de que se presentara en su momento el recurso pues ha servido para saber en qué terreno o en qué tablero tenemos que mover las fichas.
Pero yo a diferencia de muchos aragonesistas me alegro de que se presentara en su momento el recurso pues ha servido para saber en qué terreno o en qué tablero tenemos que mover las fichas.
Lo sabíamos antes todos los que amamos un Aragón que sepa marcar su territorio para defenderse de sus vecinos, para ahora lo tenemos marcado con cinta y sabemos qué es lo que de entrada nos quieren permitir desde Madrid. Desde el Madrid de hoy, desde el Madrid equivocado que no sabe resolver problemas históricos y así nos va a todos en esta España de conflictos.
No voy a poner ejemplos de Europa federal, que cada uno se los imagine, pero no estaría de más que se preocupasen desde Madrid en aprender a jugar al ajedrez, pues hay movimientos tan tontos que obligan a realizar otros movimientos.
No voy a poner ejemplos de Europa federal, que cada uno se los imagine, pero no estaría de más que se preocupasen desde Madrid en aprender a jugar al ajedrez, pues hay movimientos tan tontos que obligan a realizar otros movimientos.
Y entrar en reacciones como las de ciertos territorios cabreados por la incapacidad de saber entender las jugadas que tocan hacer, es un gran error con un alto precio.
No, no, es simplemente sociología de futuro, que no se equivoque nadie, es lógica social. Viene en los libros viejos que explican cómo se mueven las sociedades cuando no se les deja espacio.
Julio Puente Mateo