La primera pregunta que nos tenemos que hacer todos a la hora de hablar de humanizar la Sanidad es: ¿Dónde se pueden hacer mejor los servicios a la comunidad? La respuesta a veces es ambigua pues lo primero que se nos viene a la cabeza es que humanizar es fundamental, pero que hay que humanizar toda la sociedad, no sirve de mucho intentar hacerlo por parcelas.
La deshumanización ha crecido, cada vez más tratamos como "a cosas" los problemas y a sus mensajeros. Cosificamos las situaciones, las despersonalizamos. Y aquí debería entrar otra gran pregunta con su respuesta.
"No es lo mismo ser humano, que comportarnos y vivir como humanos, vivir humanamente con todo lo que conocemos y poseemos"
Hay o habría que intentar volver hacia mejores relaciones familiares, más amables, con más afectividad, con mucho más desenojarse en nuestras relaciones comunes, con ese concepto que hoy es más casi un insulto de "ser buenos", ser buena gente.
Esto no es nada sencillo, admitimos todos que es complejo aunque nos lo callemos para no darnos por vencidos, sabemos las enormes dificultades de poder poner en valor los valores. Pero no hay que rendirse.
Es curioso que se esté utilizando poco las nuevas tecnologías para buscar el bien, los valores. Hablo en general, pero también hablo de la Sanidad.
Crecemos en atenciones médicas hacia lo biológico, pero no crecemos en atenciones médicas a la psique, a los sentimientos, a la mente.
O al menos no lo aumentamos al mismo ritmo, en la misma necesidad creciente de que podamos ofrecer soluciones, a ser posible no químicas.
Debemos trabajar más las relaciones entre humanos para humanizar, algo que suena obvio.
Hay que volver aprender a escuchar, pues da la sensación a veces de que se nos ha olvidado. Incluso debemos aprender a decir NO y a tener que dar malas noticias, pues también para eso hay que aprender.
Sabemos que cada año en estos tiempos unas 4.000 personas mueren por suicidio en España. Y como todo esto se analiza y se estudia, sabemos que hay muchos casos —excesivos casos— de personas que han acudido antes una, dos o hasta seis veces a urgencias buscando ayuda, diciéndolo o sin decirlo, y no hemos sido capaces de detectar el problema de fondo.
Lograr evitar numéricamente parte de ese final, es humanizar más la sanidad.
Julio Puente - Consejo de Salud de Aragón
No hay comentarios:
Publicar un comentario