Parece que se logra controlar en estos momentos la riada normal del Ebro a su paso por Zaragoza. Los datos del viernes no eran tan optimistas y se empezaron a tomar medidas de precaución ante una riada que superase la del año 2015, que de momento y por diversas circunstancias no ha sucedido.
Queda la próxima semana y la siguiente con la enorme duda del comportamiento de las nieves del Pirineo, con grados que van a superar los 20 grados y un deshielo que podría llegar con los ríos realmente llenos. Sobre todo el peligro en este caso lo podría representar el Gállego. Esperemos que no se junten demasiado la riada de las lluvias y la del deshielo.
De todas las formas, estas riadas normales se conocen perfectamente y se sabe con mucha anterioridad cuando van a suceder y cada cuanto tiempo. Por eso nos resulta incomprensible que no se tomen las medidas adecuadas de limpieza de lechos de ríos, y de retiradas de isletas que dificultan el cauce y el tránsito normal de los ríos. Es verdad que ante la naturaleza hay que intervenir poco, pero también poco ensuciando.
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