Qué tiempos aquellos en que en Zaragoza existía unas viveros municipales de calidad. Que tal vez sigan existiendo. Pero que sin duda no se deben emplear para la ciudad de Zaragoza.
Estos árboles, que nunca veremos crecer, tienen los días contados. Por mucho tutor que le pongamos, un golpe podrá con ellos, más en una zona de baloncesto. En otras ciudades los árboles públicos se plantan con un tamaño lógico según el lugar donde van a estar ubicados. En Zaragoza con ponerlos tamaño maceta de terraza nos sirve para luego decir que el vandalismo rompe todo.
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