En el año 90 a.C. tenemos indicios claros de que tropas de la ciudad íbera de Salduie (la actual Zaragoza de hace más de 2.100 años) fueron enrolados en un escuadrón de caballería y se fueron a luchar a Italia, al entonces llamado Piceno en la provincia actual de Pescara, como tropas auxiliares en apoyo de Roma y a las órdenes del padre de Pompeyo el Grande, que ya era un militar muy conocido en su época, aunque no tanto como lo fue su hijo.
Toda esta presencia está documentada gracias al Bronce de Áscoli, una inscripción hallada en 1908 y que detalla la participación de un escuadrón de caballería ibérica conocido como la Turma Salluitana en la Guerra Social (Bellum Sociale).
En el año 91 a.C., el Senado romano ordenó el reclutamiento de tropas auxiliares indígenas en las provincias más romanizadas, como Hispania Citerior, para combatir en la Guerra Social contra los aliados itálicos que reclamaban igualdad y ciudadanía romana. Había que conseguir soldados, tropas fuertes y violentas para una guerra que se tornaba dura.
Valerio Flaco, gobernador de Hispania Citerior, organizó el reclutamiento en la región del Valle del Ebro. Salduie, por su ubicación estratégica junto al río Ebro y su puerto fluvial, se convirtió en un punto clave para reunir a los jinetes. Ya era una ciudad importante, aunque no habían llegado los romanos.
Este escuadrón parece ser que estaba compuesto por 30 jinetes ibéricos reclutados en Salduie y otras localidades cercanas como Ilerda (Lérida), Segia (Ejea de los Caballeros) y Libia (Herramélluri, La Rioja).
Esto demuestra que Salduie no era una aldea, un asentamiento de algunas familias, sino una localidad con cierta importancia, de donde se apuntaron no sabemos si de forma voluntaria cuatro ciudadanos de Salduie, y hasta otros 26 hombres jóvenes que se recogieron desde la oficina de reclutamiento a soldados de Lérida, Cariñena, Manresa, Ejera, Alfaro o Vich entre otras localidades.
Estos hombres no eran elegidos si no tenían una familia importante detrás que los avalara, no eran simples trabajadores del campo, sino miembros de la aristocracia del momento.
A finales del invierno del año 90 a.C., los soldados se embarcaron desde el puerto fluvial de Salduie, navegando por el Ebro hasta Tarraco (Tarragona), desde donde se dirigieron a Italia.
En la primavera del año 90 a.C., la Turma Salluitana se incorporó al ejército dirigido por Cneo Pompeyo Estrabón, quien lideraba el asedio a Ausculum (Áscoli) en el Piceno. Este asedio se prolongó durante dos años. La ciudad resistió durante ese tiempo (90-89 a.C.), con batallas intensas donde la caballería hispana destacó por su eficacia.
Los jinetes demostraron gran valor en combate, lo que les valió ser reconocidos por Pompeyo Estrabón con la ciudadanía romana y diversas recompensas militares, como torques, armillas y doble ración de grano. Como caballería ligera, su rol principal fue hostigar al enemigo, aprovechando su movilidad para interrumpir suministros a los rebeldes itálicos dentro de Áscoli y la exploración y vigilancia en los flancos del ejército romano, evitando emboscadas.
El 17 de noviembre del año 89 a.C., en un campamento militar cerca de Áscoli, se celebró una ceremonia donde los 30 jinetes recibieron formalmente la ciudadanía romana. Este hecho quedó registrado en el Bronce de Áscoli, que menciona sus nombres y ciudades de origen.
Este reconocimiento no solo marcó un hito para los soldados, sino también para Salduie, que ya estaba muy romanizada y utilizaba el latín como lengua franca antes de convertirse en Caesaraugusta.
Los soldados de Salduie jugaron un papel destacado como auxiliares del ejército romano durante la Guerra Social, dejando una huella histórica que refleja tanto su valor militar como el proceso avanzado de romanización en su ciudad natal. La Turma Salluitana simboliza el papel de las tropas auxiliares hispanas en la expansión militar romana.