Pudimos asistir ayer a la presentación del libro "Aragón. A flor de piel" con textos y fotografías hechas desde dron por Jesús Tejel, recopilado y editado por Prames donde yo colaboro. Y que tantas joyas literario-divulgativas atesora. Editorial con la que solamente la asturiana Satori puede empatar.
Satori que significa en japonés revelación es lo que tendremos como ración esta tarde. Se conoce que la belleza del paisaje aragonés radica en su fortaleza. Que a ras de tierra, incluso muchos aragoneses tienen que descubrir la fascinación del páramo y el desierto.
Pero están volviendo las tornas, precisamente debido a la pasión sentida por gentes de cualquier raza, nacionalidad y cultura por visitar el desierto nabateo de Petra, la árida Ruta 66 de paisajes abiertos, el Desierto de Gobi y las planicies con yurtas de Mongolia o la magnificencia y relieve de Atacama, Patagonia o el Sertao brasileiro.
Son lugares vacíos donde poder estar con uno mismo, es lo que tienen. Son emociones vividas y descritas antes por Azorín, Unamuno y Machado. Permiten el “decíamos ayer” de Fray Luis.
No se puede leer a Delibes, Faulkner, Moncada, Manuel Vilas ni tampoco a Pasternak, Nabokov o Carlos Fuentes sin poseer una visión detenida de tu propio paisaje de la infancia, filtrada por contraste por cuantos otros se tenga la suerte de poder horadar o tocar en tangente siquiera.
Aragón es cubista y singular, incluso los bosques de molinos generadores pueden romper el paisaje con singular belleza, es un territorio de sueños por esculpir donde cabe cualquier mirada.
Es también un paisaje cartesiano creado por el hombre desde Roma e incluso antes, que contiene líneas de expresión de Kandinsky y momentos de confusión prodigiosa de Pollock.
Lleno de espacios de bello y rugoso abandono a lo Dennis Hopper, basados en la paleta cromática ocre y roja de Goya, Viola o Teresa Ramón.
Va a ser una edición de verdadera revelación fascinante, imágenes que no necesitarían más aditamento que los títulos de las obras del citado Kandinsky (En Blanco 2, Composición IX, Improvisation IV…)
Por fin, hemos descubierto y estamos viviendo que el disfrute de Aragón y su paisaje plural no necesita más que corazón y libertad de interpretación sin guía. Que se ajusta, que se ajusta… a la vida rebelde por primaria y necesaria, al móvil sin cobertura, el plástico de invernadero ni a las palmeras de aceite de palma.
La imagen corresponde a la famosísima intervención financiada con postales, he perdido la mía por desgracia, del escultor búlgaro Christo en California. Ese que envolvía monumentos.
En Aragón, la realidad supera a la ficción y al land art no hay que meterle elementos de emoción ni matices.
La poesía es de Manuel Vilas, de Barbastro. Nítida y reluciente, es el elemento que nos permite atravesar o vislumbrar nuestro túnel de secano:
HU-4091-L
Adiós, hermano mío, la grúa fúnebre te conduce al infierno del desguace.
Majestuoso, vas hacia la destrucción subido en una grúa roja,
como si fueses Luis XVI camino de la guillotina,
y yo detrás.
Pareces un rey.
Soy el único que ha venido a tu entierro.
26.04 Luis Iribarren.
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