1.3.24
Los Negros del Ebro – Cultura aragonesa
Se acuñó la expresión por Santiago Auserón en su diálogo con Juanjo Javierre acerca del documental que protagoniza el primero “Semillas del Son”, en su búsqueda de los compases binario y ternario en mezcla afrocubana y no de amalgama, cantados en español.
Reflexionó sobre el lenguaje como código excluyente por fronterizo pero barro para modelar de cada autor, importando la música como transgresión universal y la transmisión del baile, la relación de la humanidad a saltos como en la jota o con sosiego como en las polkas de Benás con la pacha mama, con la fuerza de gravedad.
Me dejó pensando en los derviches giróvagos de Estambul, en los bailes bereberes que practico y sus músicas de flauta tan semejantes al aurresku… En mi familia y amigos de la infancia…
Puesto que así se nos educó, no solo en Cuba, a todos los hijos y nietos de la montaña oscense. De lo que Juanjo Javierre como oscense central tiene conocimiento por transmisión oral pero puede que no por tradición familiar.
Pudiéndose dar, como decía Santiago estridencias de sensuales y graciosos aparte que los hay en cada pub, que la generación de Berdún baby boom con domicilio administrativo en Barcelona sigan empadronados en la universidad popular del baile en los pueblos de sus padres. Porque, o bailaron con gracia o sin ella, o las crías de su edad lo hicieron entre ellos y con los mocés de la generación de más arriba. Y hoy arranca la verbena y te centras, se termina en consumo obligatorio de alcohol y sacas a bailar a la nieta de la que te enseñó a ti, que si eras crío no fue tu madre.
Javierre recordó la potencia intelectual sui generis aragonesa. Que en los buscadores los más rastreados sean Buñuel por Teruel, Goya en Zaragoza y Ramón y Cajal como oscense, algo querrá decir. A diferencia del gallego más trendy que te lo tienes que imaginar, no tratándose ni de Castelao ni de Luz Casal, y –daré una pista para millennials- a quien Queipo de Llano llamaba por su nombre hipocorístico afectivo en femenino.
Santiago reivindicó su condición de ribereño zaragozano, natural del Gancho y polizón furtivo, devorador de películas en el Cine Dorado gracias a su abuela, y matizó que sí, que sin levantar mucha cabeza, a lo somarda, así somos los negros del Ebro.
Poniendo un alucinante ejemplo en el que profundizar: la obra del penalista oscense Rafael Salillas, autor de título de rabiosa y permanente actualidad: “El delincuente español”, una fascinante obra que yo he tenido en las manos porque recoge la jerga del hampa con una maestría a la altura de los filólogos, también aragoneses, Lázaro Carreter y María Moliner.
La Ruta 66 de las uvas de la ira de Huesca llevaba por el puerto de la Panadella a Igualada y Barcelona; la de Teruel, por Barracas, a la tierra caliente de la chufa; en el cuarto espacio zaragozano y Soria tuvieron suerte y se quedaron como maniobreros en la Zaragoza negra de contaminación, color melaza de remolacha, de color su noche con mecánicos negros de la Base, sin llegar al aterciopelado de La Habana –como con enorme sutilidad describió Juan Can de Chira-. El blues del Ebro, a cargo de cantautores.
En la esclavitud de las listas cerradas vivimos cómodos, ajenos a toda contingencia, subsistimos de Milagro –el pueblo del trepa secretario de organización navarro de la PSOE de Luis y para pactar con los de Lekunberri, Koldo-, Llamazares nos recuerda que hay una gran parte de la España vaciada y viciada de molinillos irrecuperable socialmente… Que llegamos tarde para rescatar la Bal d’Onsella aunque siempre a tiempo para hacerlo con la CAI.
O tenemos el territorio cicatrizado de caminos para generadores aéreos que han pasado todos los controles medioambientales, un invierno que batirá records en producción de energía en los embalses aragoneses… pero Huesca y Teruel ciudades y Zaragón industrial no cuentan para sus negocios con beneficio alguno ni en sus domicilios de personal dependiente energía gratuita. Allá te las compongan con tu son.
Así sería el blues de Aragón, pero que hay esperanza porque afirma Santiago que así debe sentirse por la formación de la calle de los críos de los países en que desde niño se danza, porque brota esa clase de talento espontáneo ajeno a los mánager, ya se sabe, mirando por su propia comisión. Para finalmente escribir, tocar, jugar a fútbol para que otros se lo lleven.
Pero es lo que hay, así es el destino irreversible porque nos quedaremos quietos los negros del Ebro. Que dé patadas Berna, que tenga rasmia otro y cuando se empiece a mover ya veré yo lo que hago, que la jota se administre en depósito por puristas, las compañías de aviación se rescaten por comisionistas que, os parecerá pasivo, seguiremos resistiendo con la determinación del Oriente de Cuba.
Ni que se abola que el nuestro hable catalán, ni que se mantenga el Ayuntamiento de Fago sin vecinos y los concejales que viven en Iruña decidan enronar sus huertas con una planta fotovoltaica, ni que solo se ingieran migas cortadas por capoladoras de pan, ni que Aragón niegue a su 15% de su población ya mestiza, algún bar habrá abierto.
Como dice Javierre con ingenuidad oscense, claro, que es Zaragoza…
01.03 Luis Iribarren
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