El Arzobispo de Zaragoza, D. Agustín de Lezo y Palomeque, nacido en Lima en el año 1724 y fallecido en Zaragoza en 1796 vino a Zaragoza tras ser Obispo de Pamplona a finales del año 1783 en donde permaneció hasta su fallecimiento.
Había estudiado Filosofía y Teología en el Convento Dominico de Santiago y en la Universidad de Navarra y se doctoró por la Universidad de Salamanca, marchando hacia Antequera y Málaga a ejercer sus cargos religiosos antes de llegar otra vez a Pamplona.
En el año 1788, cuando llevaba cinco años como Arzobispo de Zaragoza creó un Seminario en nuestra ciudad dedicado a San Valero y San Braulio, aunque su trabajo mayor y más reconocido fue impulsar como codirector de la Casa de la Misericordia de Zaragoza creada en el año 1666 para atender a los pobres de la ciudad, incluidos los niños abandonados y sin familia.
Participó activamente en la conversión de La Sitiada, precursora de la Casa de la Misericordia, para que dejara de ser una total institución religiosa para sin dejar de ser controlada desde el Rey de España, fuera una institución mas seglar.
La Sitiada era el nombre de la Junta del Gobierno que constituida por el Ayuntamiento de Zaragoza era la que controlaba y hacía gobernar la Casa de la Misericordia, y estaba compuesta de tres prebendados, tres regidores y tres nobles de la cofradía de San Jorge.
Entre los años 1784 y 1786 favoreció con abundantes donativos desde la iglesia aragonesa a la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, aunque al final de sus años le dedicó críticas a esta por su forma de proceder en algunos asuntos.
Puede decirse, que como hombre de su tiempo, fue casi un político religioso, muy reformador pero tremendamente celoso de la estricta observancia de la ortodoxia católica, y sobre todo vinculado con el poder del Rey.
Entre los años 1784 y 1786 favoreció con abundantes donativos desde la iglesia aragonesa a la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, aunque al final de sus años le dedicó críticas a esta por su forma de proceder en algunos asuntos.
Puede decirse, que como hombre de su tiempo, fue casi un político religioso, muy reformador pero tremendamente celoso de la estricta observancia de la ortodoxia católica, y sobre todo vinculado con el poder del Rey.
Era sobrino de D. Blas de Lezo y Olaberrieta, más conocido como Almirante “Patapalo” uno de los militares de la marina española, más conocidos.
En Zaragoza tiene dedicada una calle, la de Palomeque en el centro de la ciudad.
En Zaragoza tiene dedicada una calle, la de Palomeque en el centro de la ciudad.
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