Nos están restregando por los morros de todos los aragoneses las conversaciones de todos hacia el PSOE para lograr prebendas para sus territorios. Aragón no está. Los aragoneses no hemos querido estar. Somos así de chulos. Ni el PAR ni CHA pudieron presentarse a las elecciones generales pues ya sabían de antemano que no iban a ser apoyados por los aragoneses.
Ha sucedido lo mismo en el Ayuntamiento de Zaragoza. Tampoco estarán ni el PAR ni CHA, los únicos partidos políticos aragonesistas que deciden desde Aragón aunque sepan que son simples productos de compra y venta para hacer mayorías, y si toca.
Ni CHA o el PAR estarán en el Ayuntamiento de Zaragoza donde viven el 55% de los aragoneses, pero sí estarán en el Gobierno de Aragón. De diferente manera, eso casi seguro. Pues el que manda decide con quien se junta para gestionar.
Mientras tanto nuestras muy necesarias inversiones tendrán que esperar otra década más, pues seguimos desde Aragón sin entender qué somos y con qué vecinos nos jugamos los cuartos. Tampoco es muy grave esto pues nuestra juventud sigue emigrando y los mayores nos quedamos en el convento mirando a las avutardas.