Como todos los años cuando me acuerdo de publicarlo, vaya este recordatorio con el programa de las jornadas que se celebrarán en la iglesia románica de Majones, joya patrimonial de Jacetania, el próximo sábado 3 de agosto a partir de las 5 de la tarde.
Este año a primera hora disfrutaremos, si vivimos, de un recital de aproximación al canto y polifonías del románico; a las 6 se desarrollará una charla dedicada a la advocación de San Miguel como culto origen del nombre de varios monasterios imprescindibles de la época, Cuixà en Rosellón y Aralar en Navarra (no por casualidad, San Miguel de los Navarros de Zaragoza).
Por último, a las 7 de la tarde, como plato fuerte a pasar con vino recio, mi compañero editorial y enorme autor desde su visión fotográfica, mirando para ver, Antonio García Omedes, nos solazará con su proceso de confección de su obra sobre el castillo de Loarre recientemente publicada. Como eje, aborda una visión comparada del estado de conservación en 1924 y en la actualidad de este monumento que ya goza de la consideración moral de patrimonio de la humanidad aun no existiendo interés aragonés en que opte al reconocimiento.
Lo es con reconocimiento mundial derivado de su singularidad, relevancia, magnitud artística en lo concerniente a su portada y arte religioso escultórico que contiene. Existiendo unanimidad de que, posiblemente con Malbork en Polonia de fábrica románica tardía, sea el mejor exponente europeo de su género. La duda sobre su consideración por Aragón la despeja la duda que todos los oscenses nos hacemos… si estuviera en Navarra o Cataluña cuánto no lo utilizarían para reescribir sus historias…
Así que no se va a hablar de lo mismo que otros años, como me llegaron a comentar políticos bien atrevidos por ilustrados en años anteriores, ni iremos solamente porque después haya un vino de convivencia, por cierto uno de los principales puntos de encuentro de mi municipio, sino enormemente agradecidos a Beatriz Francisoud Araguás y su equipo organizativo.
Que nos regalan como resultado el mejor acto cultural al que pueda asistirse en Jacetania Occidental destinado a la puesta en valor de su patrimonio arquitectónico.
Sin desmerecer a Artieda que capitaliza para mejorar su ya muy buena imagen como punto de acogida su yacimiento romano y nos sorprende con nuevas iniciativas que le permiten tener ese ambiente de aldea gala, de Barrio del Carmen de Valencia en mitad de la montaña, que le hacen luchar por sobrevivir sin reblar.
Volviendo a las charlas de este año en Majones, podéis consultar el contenido de las charlas en la página de Turismo de Aragón o en la muy visitada por mí página de “Amigos del Románico”, en la que navego habitualmente por mi condición de serrablés adoptivo.
Para picaros la curiosidad y satisfacer la de los cargos públicos con educación referidos, solamente mencionar que en años anteriores tuvimos la suerte de asistir a explicaciones detalladas pero de comprensión sencilla acerca de la singularidad de las portadas románicas de Uncastillo –diversas y preciosas-, las rutas de peregrinación como difusoras de las corrientes artísticas –esencial dado que nuestro municipio se atravesaba por dos Caminos de Santiago-, otro año se abordó la iconográfica y tratamiento médico de la peste y la imagen del alma en el arte románico…
Los calendarios de piedra, asombrosa charla del catedrático Castiñeiras, los agotes en Aragón y Navarra (en la parroquial de Berdún una pequeña puerta tapiada recuerda una segunda entrada para el acceso de esta especie de parias discriminados de artesanos que se pensaron descendientes de paganos), la figura del arzobispo García Urrea y su vinculación con la iglesia de Majones, el protagonismo del sol en el románico, la expansión económica en Europa que propició la construcción de San Salvador, entre otros monumentos, las iniciativas artísticas de las reinas de Aragón y Navarra, el estudio del modelo de castillo defensivo que representa la torre de Majones (y entonces queda emparentado el núcleo con Siena), la identidad o anonimato de los artistas románicos y la búsqueda de sus marcas de cantero… dan idea de la profundidad y ambición de la programación y de los asuntos asombrosos abordados desde las primeras ediciones.
Este año, visita la Canal un ponente de muchísimos quilates de piedra arenisca, un fotógrafo de metáforas a partir de las lentes de aproximación de sus cámaras, posada su mirada por el tamiz de su hondura intelectual. Sin salir de su condición de artesano prácticamente anónimo, está renovando la concepción de los libros sobre el románico aragonés. Haciéndolos usables, pedagógicos y entretenidos, es uno de los principales embajadores de Aragón en el mundo en este momento, y la embajada la asume con gusto el catálogo editorial de Prames.
Os invito este sábado a participar de este otro Aragón no festivalero, que se remoja en el río, come bainetas con sustancia y al que menos mal que aún le llegan algunos forasteros a veranear, porque el goteo de ausencias, de paredes maestras de cada casa que se derrumban, no lo podéis ni imaginar ni nos encontramos ya a nadie tomando la fresca el mes de julio. Al menos nos juntaremos los que estemos y además los que lo amamos. Y, sí, luego merendaremos.
Hubo un día que la iglesia lobulada románica de Majones, única en Aragón en su planta, fue el edificio más nuevo de Jacetania. Cuando se consagró para su primera misa. Hoy es una sala de encuentro y oración, un lugar de despedida con ningún nacimiento. Sería innecesario proyectarla como faro de almas.
Pero en Calatayud, mi querida Rosa Anía da colonias de inglés de verano para los niños que son los nuevos aragoneses, a los que integrarles desde la calidad educativa y que le sonríen y dicen que la aman en la foto de su cumpleaños. Como yo también lo hago, les comprendo perfectamente.
Esos niños con ojos enormes aragoneses hijos de la emigración de Senegal, Ecuador o Marruecos, que tienen los que esculpió y hoy utilizaría como modelo, el maestro de Agüero. Estos nuevos aragoneses que hoy serían protagonistas de las escenas bíblicas encargadas a mayor gloria de los Aragón, engalanando los claustros de San Juan de la Peña y San Pedro de Huesca.
Y si un día tocan alguna kora, aparecerán en el capitel de los músicos de nuestra capital del alma…
28.07 Luis Iribarren
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