Me duele que sin un análisis suficiente, sin un entendimiento de la diferencia entre un río urbano y un río libre, se esté en contra del azud del Ebro en Zaragoza. Decenas de ciudades españolas, centenares de ciudades europeas, tienen en sus ríos urbanos, en los tramos del río que transcurre por las ciudades, unos ejemplos de integración, de vías urbanas fluviales, que sirven para que el río no sea una cicatriz, sino un valor añadido a la ciudad.
Me duele que CHA y ZEC piensen que no se debe arreglar el azud por una inversión de 38.000 ó 68.000 euros, según quien paga. Me duele que vuelvan a sacar la discusión de azud si o no que ya se terminó este asunto antes del año 2008. Me duele mucho que no se haya preguntado a los vecinos (a través de sus asociaciones) de las orillas afectadas ni a los más de 200 deportistas que emplean la lámina como un pabellón deportivo cualquiera. Me duele tremendamente que existan los odios personales hacia decisiones que se quieren revertir.