11.2.18

ZeC menos CHA es igual a agua de borrajas

Zaragoza ciudad está en manos de incapaces de lograr un consenso mínimo para seguir en una gestión al menos mediocre. Imposible que fuera de calidad, eso ya lo habíamos admitido hace un par de años. Y los últimos desmanes de ZeC indican que se han cabreado antes de analizar si tal vez es que ellos lo estaban haciendo mal. Es decir, su: —a la oposición ni agua— les va a salir un poco raro. Como poco.

Mientras tanto los zaragozanos asistimos callados y sin enterarnos bien de qué va esto. Voy a explicarlo en pocas palabras. Voy a intentarlo, mas bien.

Tras las elecciones de 2015, ZeC y sus 9 concejales que celebraron el triunfo como si hubieran ganado Eurovisión, se creyeron los dueños de las decisiones. Y no quisieron saber nada de negociar con el resto de fuerzas afines, ninguneándolos hasta casi el escarnio. ¿Alguien se acuerda de las reuniones en la Plaza del PIlar, en la calle, para pactar consensos? Jope, qué calidad.

El PSOE se quedó con el mal sabor de boca de no saber por donde le habían venido las derrotas y con ese odio visceral que se tiene cuando te han dado dos patatas en los riñones bajos y no te has podido levantar de forma rápida. Enseguida vinieron denuncias, juzgados, cabreos y odios.

Ciudadanos existía y se pusieron contentos, pero en eso se quedaron. El PP sabiendo que iban a tener cuatro años de desierto, empezaron a tomar nota de todo para preparar su victoria, sin darse cuenta de que cuatro años son muchos y en Madrid los iban a joder.

CHA como son (somos) unas buenas gentes, creyeron que podrían hacer migas con ZeC y priorizaron su ideología socialista a las ganas internas de mandarlos a cascala desde el primer día. Han tardado casi tres años en hacerlo. Los ninguneos han sido el pan nuestro de cada semana, desde un grupo de personas divididas, donde hay de todo, incluso buenas gentes.

Con esos mimbres…„ ni un canasto para coger caracoles. 

Lo de menos es que ahora CHA les haya dicho que hasta aquí hemos llegado. No había más. Cuando era tan imposible trabajar de forma conjunta por prepotencia, lo inevitable es mandarlos a cascala. Y que salga el sol por antequera. El PSOE que es muy listo jugando al ajedrez enseguida ha advertido que ellos no están por la labor de presentar una moción de censura, no vaya a ser que les apoye el PP y tengan que gobernar este desastre de Zaragoza en el año que queda hasta las elecciones de 2019.

Tranquilos zaragozanos, pues lo magro en negativo para Zaragoza no está con nosotros todavía. Vendrá en los próximos años. El desierto es muy complicado de revertir, sobre todo si las leyes de financiación hacia el Ayuntamiento (la ciudad) de Zaragoza se han realizado con renglones torcidos para joder. Quien entre en el 2019 tendrá que beber de los errores de este periodo triste, apagado y gris. Todos tenemos algo de culpa.

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