25.5.22

De los expendedores oficiales de Cultura Aragonesa


Me da la sensación de que en Aragón hay un solo modelo cerrado de sanidad posible, otro modelo clausus de educación siempre concertada en parte o el de inserción social de desfavorecidos poniéndolos al welfare-nómina, desde que estas novedosas políticas se desarrollaron en los ochenta.

Lo mismo pienso de la organización de los festejos taurinos, idénticos porque debe ser demanda popular y aunque nadie salte a las vaquillas, la programación de cultura y festivales en que ya se vería la participación si se pagara por ver los programado. Como no todo lo que espero que suceda con los proyectos que serán elegidos para cobrar subvenciones de resiliencia hacia lo vaciado, programaciones de concepción y ejecución urbanas.

Hay alientos y almas que mueren constantemente, expulsados de lo rural o afincados en silencio en cada territorio, que fueron y alguno todavía queda, personas que contuvieron diez personajes. Luego se pasó en mi generación a que una persona todo lo más puede ser tres y, hoy, cuanto más especialización universitaria se da menos caracteres se percibe que vienen por detrás. Menos tontos que se dan gratis.

Cuando yo era crío, nostalgias que se utilizan para facturar desde el “Sálvame”, cada mujer y hombre fueron a la vez agricultor, romancera, gran guisandero, maestra del efecto de las lunas en los huertos, hombre que hace pueblo, mujer que canta ópera mientras prepara pastura para sus gallinas, pastor escultor… y a todo ello se sumaba que podían además simultanear con ser elegidos concejales o presidentas de Cámara Agraria.

Vamos a poner que sucedió hasta los años 90 y los hace-listas de partidos podían llegar a encontrarse materia prima en forma de miembros de asociaciones culturales o coros que sí vivían en los pueblos y no tenían que demostrar que se habían dado antes a los demás.

No sé si llegaban los mejores, pero los que lo hacían tenían temor de Dios y vergüenza. No eran apéndices de una lista cerrada en lugares a punto de desaparecer, pedáneos de ellos mismos.

Esos que administran festivales o carnavales en que movilizan todas la postreras fuerzas de un lugar antes próspero y poblado hoy en el exilio y de los que quedan viviendo en demostraciones que abarcan dos veces al año y que no se traducen en que las redes que se generan sirvan para que les caigan preguntas o iniciativas en los plenos.

El colmo ya es cuando caen a vivir esos nuevos pobladores que aparecen en los programas de Aragón TV como presente y futuro y que los que provenimos de allí ni siquiera conocemos, dados de alta en IAE teatrero siempre y urden una idea redentora como beneficiarios.

A quienes se deja hacer y mira como si desde dentro no se contara con medios personales porque aunque sí, se sabe quiénes son y que exigirán a cambio aunque sea mayor humanidad…

Poniéndoseles puentes de plata de facturación a melones por abrir para que cualquier pueblo antes ilustre y con notario vuelva a sonar un poco… De cuya solemne historia quienes lo usamos como nombre no tenemos ni puta idea porque aunque vivamos en Montalbán solo nos suenan los diez pueblos más bonitos de Aragón…

Pero es que además sucede en un tiempo en que, aunque lo quieran silenciar, los ayuntamientos y comarcas están repletos de políticos en nómina que cogen un área de deporte o cultura cuya única misión “profesional” es ponerse en manos de comisionistas de estas especialidades que les arreglan el brilli-brilli, programándoles lo que ellos deberían proponer.

O sea, hemos pasado de competentes que regalaron su tiempo, se dieron antes y hacían y no huían de las conversaciones de bar a sombras que solo hablan con comisionistas de cada ramo vía partido o Diputación.

Pero como de redacción de ¿proyectos? los políticos profesionales andamos como andamos, vivimos en el territorio pero huidos del él y plataformas y redes urbanas ya nos surtirán de programaciones y pruebas deportivas, pues al fin se cuenta con que se organicen para exclusivo disfrute de urbanitas. Si no te sucede que Luz Gabás o Escartín nazca en tu pueblo, que entonces…

Y con estas tontadas, parece que los forasteros del propio lugar también participen, que más que eso se desloman (pero es dos veces al año, hemos dicho).

Así que hay que buscar una idea fuerza que no tenga el otro: da igual que sea la butifarra que se hacía en una carnicería que ha tenido que cerrar por falta de clientes, una celebración romana donde participen solo los de más de cincuenta años o un avatar de que vinieran a vivir a tu pueblo unos personajes a pintar que cambiaron el color y la vida del bar del lugar, que llegó a ser anunciado y conocido en Inglaterra.

Da lo mismo que los que siguen vivos, atención: los presuntamente homenajeados, huyan como del agua caliente por pudor, participen escasa o nulamente porque, como es normal, la evolución vital te haga no estar para ningún trote, o que se muera una de ellas una semana antes y se apaguen sus colores de mandala porque el show must go on….

También lo da que los colaboradores que facturan para “poner en valor” sean los mismos en oligopolio ¿de los sentimientos? que puedes ver programados hasta en Sarrión pero resulta que no en Sangüesa y sean convenientemente retribuidos, un sector de la cultura según IAE tenemos que tener, pero el alma de la cosa y el público la aporten cien voluntarios que se peguen una paliza de currar gratis et amore.

Las exclusivas de relacionar a Boltaña con una rondalla (con nombre de super avenida de Zaragoza), a Binéfar con unos humildes titiriteros o a Ejea con el torero Peropadre, que tanto venden en la ciudad por sencillas y efectistas, ya están pilladas. A ver qué refrito se nos ocurre en cada pueblo aragonés para llegar a ese nivel.

Entre tanto, el que tenga cuarenta de familia y capacidad para empadronar otros veinte primos de Barcelona, será el que siga ganando las elecciones esas de la incómoda real life.

La vida cotidiana sufriendo esa tierra cada vez más seca para cuatro jóvenes con jondére (también salen como emprendedores con 80 has previas en otro programa pero así lo reconocen), la del abandono de ganau, fabricación de queso que requiere de nave especial, cobrar subvenciones por reforestar trufa o qué pasará con las casas de nadie que se espalden, no da para ninguna feria.

Esa responsabilidad de pared maestra y jácena se está en la irreversible crisis de que nadie la quiera.

Tampoco se la cuentes a nadie de dentro que se haya comprado piso para cuando sus hijos estudien en Huesca, Teruel o Zaragoza ni al marroquí de tu barrio que vive en una casbah patrimonio de la humanidad que en vacaciones se ponga a rebozarla de barro.

Que lo haga una empresa cultural cobrando y el trabajo lo hagan voluntarios lo van a saber pronto hasta en el Atlas.

Me quedo con la respuesta de una cría de mi pueblo en ese programa citado que había de lugares para quedarse: yo estudio porque quiero vivir en una ciudad (la respuesta tenía un contexto de que practicaba un deporte mega urbano y ultra pijo que ni tiene traducción al español, imagínate al cheso).

De las pocas que dijo la verdad. Me pongo de pie ante usted.

25.05 Luis Iribarren

22.5.22

El Pilar y el Ebro a finales de los años 40


Entre 1946 y finales de los años 50 el nuevo Ayuntamiento de Zaragoza, el actual, estuvo construyéndose en la plaza del Pilar. Como vemos que las dos últimas torres de El Pilar no se habían comenzado y en cambio sí está en obras el Ayuntamiento podemos asegurar que esta imagen está tomada entre 1947 y 1949. Hermosa estampa zaragozana.

20.5.22

¿Podría copiar Zaragoza estas zonas de relajación y descanso?


Cuando hablamos de urbanismo diseñado para buscar la tranquilidad de las personas, para el descanso, la relajación, para convertir una ciudad en algo más que calles por las que pasan coches y hay tiendas de colores, debemos copiar de otras ciudades cercanas en donde ya se van encontrando opciones muy interesantes y baratas.

Esta ciudad es de las cercanas de Francia, pero soluciones similares las he visto en New York. Todos nos copiamos. Zonas que antes eran de tráfico, de aparcar coches, y que se han ido convirtiendo con muy poca inversión en zonas de descanso. No siempre hay que gastar mucho para crear espacios nuevos, a veces es cuestión de copiar, de viajar y fijarse,  de aprender y atreverse.

19.5.22

Aragoneses: Jesús Lou.: El Maquinista de la Comarcal


Jesús Lou era educado, tranquilo, sencillo, cálido, de la cara norte del altiplano ibérico cercano a Muniesa. Elegante y con estirpe sefardí en las formas. Odiaba ser el centro de atención, tenía el aura de los artesanos: sin duda un hombre atractivo y atrayente de esos que no necesitan para ello físico, por poseer cierta mirada de personaje del Greco.

Ha muerto un clásico desapercibido de esquina de bar.

Jesús Lou nunca gritaba, humilde, la marca de Sefarad en la cara larga, las pestañas y cejas pobladas, la delgadez rayana en lo enjuto, la mirada esquiva pero penetrante en ocasiones. Los puntos sobre las íes, la educación de la cara norte del Sistema Ibérico turolense de pasar desapercibido.

De coger al vuelo, porque la pobreza del entorno al algunos nos hace nacer por obligación con alas. Por eso no te dabas mérito. Tu mirada era profundamente aragonesa de interior por compasiva.

Lou, el lobo necesario, fue por mirada y vocación un hombre pascual, un pastor de imágenes. Dotado de una paciencia que era lo más alejado de mi nervio y sobrevalorada rasmia jacetana, que tantos problemas me ha creado.

Entre sus compañeros de tertulia nocturna bonancible no tuvo el asomo de la genialidad a veces invasiva de Ángel Aransay, pero era más que inteligente emocionalmente; tampoco percibí jamás, ni un solo día, relación alguna con los ataques zaragozanos de orgullo de Emilio Abanto o Miguel Ángel, fue delicado por silente.

Esa pasión por el artesanado judía y morisca de Celtiberia le hizo dársenos y a tantos desde la calma y sin alharacas. Estamos ante un urdidor y cincelador de imágenes próximo en filosofía artística a Pablo Serrano, su vecino de Cuencas Mineras.

También cultivó sin saberlo y para disfrute de su compañía ese pasar desapercibido pero percutidor de Joaquín Carbonell, cantante tan infravalorado por vocación propia. Ojo con los suaves que son mallos artísticos, desarrollan y no se aburren con sus ideas.

Jesús era de Plou, Lou fue un lobo bueno, amigable, paciente y perseverante. Ligero de equipaje consiguió horadar diversos atardeceres, escaneó con su mirada antes de que ese trasto estuviera incluido en las fotocopiadoras el ruido del Bonanza, sus personajes y la música de Manolo García Maya.

Comenzó como un pionero o un picador de lignito turolense la titánica labor de caligrafiar y cartografiar en los nuevos formatos digitales y ya desde los años noventa la obra de sus artistas deudos con él coincidentes. Con que pasaras a tu lado, ya te catalogaba para la posteridad.

Después se marchó a vivir a los espacios secos y abiertos sorianos y los abarcó desde su paso tranquilo como un Doctor Zhivago.

Exiliándose en sí mismo.

Ayer evoqué entre tantos su mirada de alabastro y estrato ferruginoso de aventurero geológico del Aragón nunca calizo. Solo admitía el cine y arte de azabache, las cenas de colores puros a base de pan, jamón y queso.

La recitación de Luis Felipe Alegre me meció y rematé su memoria mirando media hora el agua limpia de su Ebro.

Vivir con nada, no pudo vivir prescindiendo de nadie nunca. Asignatura no del todo aprobada.

Este friso quiero que complete el tan relacionado con su personalidad, obituario sutil y leve, compuesto por nuestro príncipe aragonés celta Antón Castro, porque el sistema ibérico zaragozano también lo fue. Y porque Zaragoza en el entorno de Lou solo era una ciudad adoptadora y nunca madrastra en que nadie padeció el monopolio de apóstol alguno de la aragonesidad. Nadie daba pasaportes más que para conversar y nuestro amigo flotaba perfectamente con ingravidez.

Jesús Lou, para los que ya le conocéis, tenía la mirada amplia y abierta al territorio. Si enfocaba el zoom hacia el oeste la luz se difuminaba en todos los finisterres. Tenía esa calidad de nota sostenida de Purcell o Britten cuando un coro deja la boca abierta y la música dura unos segundos más y nos transporta a la estepa u otros lugares en que nosotros somos porque queremos ser.

Un homenot que nunca ha deshecho nube alguna con yoduro de plata, un avión con estela propia, un poeta que juntaba nubes de tormenta que descargaron paz por creación.

Un simple vecino de Bulbuente.

19.05 Luis Iribarren

18.5.22

La DGA nos manda recomendaciones ante el exceso de calor


El Gobierno de Aragón a través de su Departamento de Sanidad nos manda una seria de recomendaciones para evitar problemas con esta Ola de Calor que nos ha llegado esta semana. 

Son medidas preventivas y sencillas, de sentido común, pero no está de más recordarlas para evitar los efectos negativos de una subida de temperaturas excesiva y rápida, sobre todo pensando en las personas mas vulnerables, incluidas las personas mayores.

Beber mas líquido, evitar ciertas horas centrales para salir, comidas ligeras y frescas con poca sal para evitar deshidratación, vivienda ventilada en las horas frescas y cerrada al sol en las horas centrales, etc.

Sombra, duchas, beber más pero nunca alcohol, mas ensaladas y llevar gorra en la calle si no tienes mucho pelo, ayudan algo.

The Zaragozian illustrated hermosa manera de conocer mejor Zaragoza


Para que una ciudad no se duerma, no se muera, no se quede anclada en la playa vacía, simplemente se necesitan personas que deseen empujar y creer en sus propios proyectos para creer en su espacio, su sociedad. 

Un ejemplo es este, simple, costoso, hermoso, y atractivo para querer trabajar con el ARTE por neustra ciudad, Zaragoza. Si crees en tí, estás creyendo en todo lo que te rodea.

The Zaragozian illustrated es una muestra creativa, diversa y heterogénea donde ilustradores y artistas plásticos o fotógrafos nos presentan su visión más personal de la ciudad de Zaragoza a modo de personales portadas que imitan el reconocido diseño de la famosa revista The New Yorker. 

Los neoyorquinos abren la veda hacia el trabajo de los zaragozanos. Una manera artística de reconocer nuestra ciudad desde diversos puntos de vista.

17.5.22

Cuando la izquierda en Zaragoza se manifestaba por la Autonomía de Aragón por el artículo 151


En el año 1980, la Asamblea Autonomista de Aragón, el PSOE zaragozano junto al Partido Comunista y el Partido Carlista convocaban en Zaragoza manifestaciones juntos y de la mano para lograr que Aragón tuviera una Autonomía Plena por el artículo 151 de la Constitución, algo que no se logró por culpa de la derecha de UCD y del PAR.

Cosas de la historia aragonesa que todavía en 2022 estamos pagando caro —aunque no queramos reconocerlo— con un Aragón que no está a la misma altura en derechos económicos que está ahora Navarra, Cataluña o País Vasco aunque sean nuestros vecinos geográficos e históricos.

Cuando leo o escucho que en la Transición tuvimos que tragar mucho, se refieren a la izquierda que soportó trampas como pudo. Pero nadie quiere recordar que hubo partidos que incluso algunos de sus políticos siguen en activos en algunos cargos, que no quisieron para Aragón la Autonomía por el camino rápido.

Y ahora, curiosamente, además, se vanaglorian en decirnos que el camino era lo de menos, pues al final todos hemos conseguido lo mismo. Es decir, además nos quieren tomar como a tontos que no sabemos notar las diferencias.

Zaragoza no tendrá tranvía ni autobús de calidad moderna


Hoy el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón ha sido contundente con la Segunda Línea del tranvía en Zaragoza, y con la realidad del servicio de transporte urbano. No es viable, no se puede pagar, es imposible sin el apoyo directo y contundente de la DGA, es decir si el Gobierno de Aragón no pone al menos 100 millones encima del proyecto.

Es verdad y así lo ha dicho el alcalde de Zaragoza, que ya los dos anteriores alcaldes, del PSOE y de ZEC, no fueron capaces de sacar el proyecto de la segunda línea del tranvía. No es posible, aunque para Zaragoza sea muy importante, pero somos la ciudad más endeudada entre las grandes y aunque en todas las ciudades similares son los Gobiernos Autonómicos los que pagan estos proyectos, en Aragón no es así. Podemos compararnos con Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao, Barcelona, Madrid, etc. y observar quien paga las inversiones de sus servicios públicos y urbanos de transporte en estas ciudades.

Es cierto y así lo ha indicado también Jorge Azcón que hay que reformular todo el servicio de transporte urbano de autobuses, por varios motivos, incluido el que cada vez se usa menos el bus urbano, y esa pérdida de pasajeros por efecto de la pandemia y de las nuevas maneras de movernos, hace inviable incluso un proyecto como el actual.

El próximo año acaba la concesión del servicio con la empresa AVANZA, los constante conflictos con los trabajadores de la empresa es otro problema añadido. Y no se ve ni solución al problema, ni garantías de que podamos encontrar una solución.

Nadie se atreve a decirlo, pero el servicio de autobuses urbanos en Zaragoza será peor a partir del próximo año, costará más caro, habrá que reordenar líneas para dar un servicio pero y con menos déficit, y eso será con independencia de quien sea el alcalde nuevo en la Zaragoza.

Hay en algunas ciudades europeas lo que representa ya un nuevo sistema de autobuses eléctricos con vías dedicadas, como hay en Zaragoza el tranvía, pero sin hacer obras y sin la opción de que un tranvía si se para cierra la circulación de la vía

Pero la inversión en adaptar las avenidas a ese servicio, siendo mucho más barato que el tranvía, también hay que pagarlo, como hay que pagar los nuevos autobuses. 

Esos proyectos, con una gran deuda por habitante como remanente, son inviables. Pero a la vez no hay arrestos para decírselo a los ciudadanos, para que sigamos votando a unos o a otros. A los gestores les da igual, pues podría darse el caso de que tampoco a nadie le interesara gestionar la ciudad de Zaragoza. 

Empezando por el caso probable de que tampoco hubiera empresas de calidad interesadas en llevar la concesión del autobús de Zaragoza a partir del 2023. Cuidado con lo que nos jugamos entre todos. 

Julio Puente Mateo

La Zaragoza de 1960 y las normas para votar en las Municipales

Era noviembre del año 1960 cuando se publicaban en los periódicos de nuestra ciudad estas normas de votación en Zaragoza para unas Elecciones Municipales, para lo que entonces se llamaba el Tercio de Cabezas de Familia. 

Un nombre muy simpático y carca para decir que parecían unas elecciones municipales cuando en realidad era un apaño entre los amigos del poder de entonces, pues… o eras de la cuerda, o no podías estar en las Listas a las que se tenía que votar.

Cosas de disimular y parecer que sí se podía elegir democráticamente a los que nos representaban.

Como es lógico y sabido, ni existían partidos políticos, ni asociaciones que se le parecieran, ni campaña electoral, ni forma de saber qué programa podían hacer esos candidatos que se presentaban apañados y elegidos antes de someterse a unas votaciones en las que los ciudadanos iban a votar por miedo a que les dejaran sin la Paga Extra de Verano o de Navidad, pues las empresas exigían los justificantes del voto aunque fuera en domingo, para saber si ibas o no ibas a votar.

Zaragoza tiene viveros desde hace mas de un siglo


Era el año 1905 cuando se anunciaba en las revistas zaragozanas de la época este anuncio de un gran establecimiento de horticultura, de la Viuda e hijo de M. Cambra, los clásicos actuales viveros en donde se pueden comprar semillas, árboles frutales, plantas y flores para el campo o para decorar. Estaba en la Quinta de San José, en la carretera de Montemolín 160 de Zaragoza y tenían el teléfono número 22. Solo dos números lo que nos indica que estaban comenzando a instalarse estos aparatos que ahora llevamos en el bolsillo.


Revista de Aragón, y El Progreso Zaragozano


Zaragoza sobre todo pero también muchas otras zonas aragonesas, por la buena implantación de la imprenta en nuestro territorio ha sido una sociedad con gran número de publicaciones periódicas en todos los periodos bien de forma diaria, semana, quincenal o semestral. Este ejemplar que vemos arriba es de la revista mensual El Progreso, una revista de Literatura, Ciencias y Artes que se publicaba en Zaragoza desde 1846.

Era una revista de 32 páginas, de tamaño A5 que se imprimía en la imprenta de Cristóbal Juste y Olea para tratar temas de Arte, Literatura, Sociedad y Cultura en general. Con el mismo título existieron con algunos apellidos o añadidos, diversas publicaciones periódicas en Aragón. Esta imprenta era un taller grande en donde se imprimían muchos libros y diarios de la época, situada en el número 20 del Paso de Torrellas y su actividad profesional terminó en 1866, continuándola su hijo pero con el nombre de Imprenta Cesar-Augustana.

Pero 30 años después aparecía la "Revista de Aragón" que también llevaba el mismo subtítulo. Semanario de Ciencias, Literatura y Arte, siendo esta ya semanal y no mensual, en otro formato y diseño e impreso en la imprenta del Hospicio Provincial.



8.5.22

¿Qué supone Aragón Existe para el futuro de Aragón?

El Confidencial habla de Aragón y de sus cambios con la llegada de Aragón Existe como opción nacida tras el éxito de Teruel Existe.  El artículo es bueno, Genoveva Crespo conoce muy bien Aragón como ya sabemos, y acierta en muchos de sus reflexiones, y algunas deberían hacer reflexionar —aunque ya tarde— a todos los partidos políticos aragoneses. 

En sus momentos, no se vio la fuerza emergente de un Podemos hoy hundido que aglutinó como no se había visto en cuatro décadas anteriores a toda la sociedad progresista, cabreada y que no le gustaba lo que había. 

Tampoco vimos al ascenso de ZEC, como no se vio la crecida zaragozana de Ciudadanos sin un ejército necesario de militantes para gestionar lo necesario, o la de VOX hasta que ya era tarde para todos los demás partidos. 

Ha sucedido en Francia, irá sucediendo en España, y crece todo a costa de nuestra poca capacidad para anticipar los cambios, al menos para posicionarnos desde otros partidos políticos a los que les afecta muy negativamente el crecimiento de nuevas formaciones. 

Algunos cambios son inevitables, pero incluso estos, si te pillan con el paso cambiado, te hace mucho más daño

La capacidad actual de la sociedad de Teruel para estar agrupados y organizados es tremenda y muy distinta a la de Huesca o de Zaragoza. Y no es fruto de un mal año de los demás.

El impulso de Soria en la sociedad zaragozana es todavía amplio y organizado. Lo que se mueve en Soria sí afecta a Zaragoza provincia y ciudad y al revés. Tomemos nota.

Hay que superar —por viejo e inútil— el viejo debate de "Zaragoza contra Aragón" pues eso nos lleva a esto y a odiarnos entre nosotros. Zaragoza es imprescindible para Aragón, lo único que se debe hacer es articular los modos. 

La pluralidad de Aragón es inmensa y las enormes distancias y diferencias incluso históricos entre Teruel y Huesca, entre el Norte y el Sur, nunca las hemos trabajado bien en Aragón, y eso nos costará más de un disgusto histórico, con el tiempo.

Aragón Existe ha nacido, no sé qué es, no sé quien lo conforman, todavía, y necesitan contar con equipos válidos con rasmia social y tirón territorial pues Aragón es tan diversos como diversos son sus problemas y necesidades y ese es el gran trabajo pendiente que puede suponer el éxito o el fracaso. 

Ese es el punto del talón de Aquiles sobre el que hay que estar muy atentos, para adivinar el futuro de esta formación para trabajar por Aragón y no ser un golpe de gaseosa de poco recorrido. 

Sobre todo porque Aragón Existe y a su vez Aragón como territorio histórico, se verán afectados por los aciertos y errores de todos nosotros. Incluidos los de Aragón Existe.

Julio Puente

5.5.22

Selva salvaje en el Rabal zaragozano. Lo que falta lo pone tu imaginación


También en Zaragoza podemos tener selvas tropicales, selvas maravillosas por las que perderse con la imaginación al menos. Este selva de pared, de Arte Urbano está en el Rabal zaragozano, es fruto de Festival Asalto 2022 y es un lujo. Si tienes un día tonto, si no puedes viajar mucho, siempre podrás soñar con esta selva. No es lo mismo, pero lo que falta, tal vez lo pueda poner tu imaginación.

2.5.22

Sociedad PostCovid: De democracia y urbanidad


Para mediados de marzo me fui a Praga y alrededores. Me sentí culpable, porque a poca distancia se está librando una guerra. Me pasó algo parecido cuando fui a Cerdeña en la ola de mayor trasiego de inmigrantes en pateras donde muchos morían cerca de las costas italianas y de otros países como España. Sentía que no estaba teniendo urbanidad en la acepción pura del término. 


¿Estaba siendo cortés con la vida ajena que moría cerca de mí? ¿Estaba siendo educada? ¿Mostraba civismo? 


Luego miraba (en Cerdeña) y miré (en Praga) a los turistas y me di cuenta de que el dicho “el muerto al hoyo, el vivo...” se cumplía sin remisión. Yo también, por momentos, cumplía esa premisa cuando conseguía abstraerme del caos que rige el mundo, porque no habrá nadie que me haga salir de esta idea. 

 

Quienes me conocen, saben que tengo mal genio cuando veo situaciones estúpidas, hipócritas e injustas. Quienes me conocen saben que no soporto a los que hablan de los demás, no siempre bien y siempre para opinar, no para decir verdades (eso sí ellos nunca hablan de sí mismos y si lo hacen es para venderte una imagen idílica de sus vidas; hay poca gente que aguante la verdad absoluta). 


Quienes me conocen, en definitiva, saben que me gusta el orden, el silencio y cumplir con unas normas exactas de urbanismo (enseñanzas labradas a fuego lento por mis padres desde la niñez).

 

En los viajes es donde más se demuestra el urbanismo hacia los demás y donde más se extrae pocas experiencias, pero intensas. 


De mi reciente visita a Chequia me quedo con dos recuerdos: el paseo, a solas por supuesto, al anochecer en el único día que llovió débilmente por una Praga de encanto sin turistas. Pero el recuerdo imborrable es el de un piano. Sí, un piano. 


Fue en Kotnú Hora. En la plaza principal, bajo un porche un piano era tocado por todo aquel que quisiera. Sentada en una terraza frente al piano veía los esfuerzos de un joven por sacar todo el talento posible ante las teclas. No era el único. 


Aquella ciudad dejaba rienda suelta para tener la belleza en la calle, donde muchas veces impera la suciedad, el ruido y el parloteo intrascendente de los voceros.

 

Todo el párrafo anterior es un ejemplo de la ausencia de caos. Fue volver a la rutina y aquel se hizo presencia. Aquí va ahora una de cal y otra de arena, es decir, de democracia y urbanidad. 


Yo soy tan demócrata que dejo que cada cual haga con su vida lo que quiera, siempre y cuando no moleste ni perjudique a los demás. 


Ahí el mal genio antes aludido me sale sin remedio. Fue coger el bus de vuelta a Zaragoza desde el aeropuerto cuando ya me entró la mala leche. Para empezar fue encontrarme un chicle pegado bajo el apoyabrazos izquierdo; luego aguantar el volumen alto de alguien que escuchaba en el móvil no se sabe muy bien el qué. Importaba poco que fuese medianoche y que molestara. 


Fui la única que le dijo: ¡Por favor, puedes bajar el volumen! Sirvió de poco porque continuó a lo suyo. Estamos en una sociedad donde las normas básicas de urbanidad se han perdido e intentar exigirlas te convierten en una especie de aguafiestas. 


Se confunde libertad con libertinaje. La primera exige muchísima urbanidad, disciplina, autoexigencia; la segunda ninguna. Esto mucha gente no lo ve.

 

Si hablamos de democracia, me tendría que referir a la reciente huelga de transportistas. Llegada a Zaragoza, después del ruidoso viaje en bus, cogí un taxi. La taxista, con una estética a lo Morticia Adams, estaba escuchando un vídeo en su móvil de un tio calvo con gafas oscuras en el salón de su casa vociferando a la señora ministra de transportes (así la llamaba él) que él era ultranacionalista, fascista y transportista autónomo y que la señora ministra no tenía ni puta idea de cuántas ruedas tenía un trailer. 


Hay personas que hacen unas asociaciones de ideas que Freud se hubiera forrado con ellas. 


Me debió ver la cara la taxista porque, con tacto, me dijo que si le molestaba podía quitarlo, se excusaba diciendo que le habían enviado aquel vídeo por un grupo de Whastsapp y que simplemente lo estaba escuchando. 


Yo vídeos de este tipo ni pierdo tiempo en escucharlos, pero ya dije cada quien hace lo que quiera con su vida. Mi respuesta fue demócrata a la taxista porque me vinieron a la mente las palabras de Chomsky cuando le recriminaron cómo podía escuchar las opiniones de nazis en un debate cuando él y su familia es judía. Su contestación fue que él era tan demócrata que dejaba que cada cual expresara su ideología, aunque estuviera en las antípodas de la suya. 


Lo mismo hice yo. Le dije que dejara el vídeo pero que eso no significaba que yo asumiese sus opiniones, más bien exabruptos (pensé para mis adentros del ultranacionalista, fascista y transportista autónomo).

 

Así que cuando alguien me habla de democracia y urbanidad y salen con sus libertinajes, su caos, su desorden, su sucieda vital me gustaría decirles: Pensad mejor qué es ser demócrata, definid mejor la urbanidad y, sobre todo, aplicadla en el día a día. Y, por favor, bajad el jodido volumen de vuestros móviles cuando estéis con gente. El único volumen que soporto es el de un piano en la calle. 

                                                                                      OLGA NERI