Conozco a Daniel Gimeno Gandul desde hace ya tantos años que casi no me creo que siga tan joven. No a todos trata la edad por igual. Era un joven diferente cuando lo conocí y admito que en un principio no me parecía encajar bien en el puesto en el que lo veía andando por la vida. Un claro ejemplo de que todos nos equivocamos, y en este caso yo y mucho.
Siempre me demostró ser una buena persona cuando todavía estaba empezando a ser. Una persona con las ideas muy claras y sobre todo muy limpias. La vida nos llevó a romper caminos, porque la vida a veces es muy puta, y su buena familia se tuvo que separar de mis caminos.
He seguido a Daniel Gimeno por los medios y siempre me parecía que se merecía con creces sus caminos y sus metas. Era una forma de demostrarme que yo estaba equivocado en mis apreciaciones primeras y eso me agradaba. Debo ser masoquista.
Hoy lo he visto en la última de Heraldo y me he alegrado. Sabía de su importante labor social pues ya digo que lo sigo, de su trabajo en La Caridad que no siempre es bien conocida por la sociedad. Pero sé que a él esto le importa menos que hacer bien su trabajo. Y lo hace.
No sabía que era el Presidente del Stadium Casablanca, otra alegría a sumar a su figura. Y aunque ya supera los 50, sé que le quedan muchas cosas por hacer. No las dejes de hacer, gente como tú son muy necesarias en Zaragoza. Y un abrazo a tu mujer, que estoy seguro me recuerda desagradablemente. Pero la vida es así de borde, ya lo decía antes.
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