Los gastos farmacéuticos al mes en Aragón en medicinas no hospitalarias es de unos 24/28 millones de euros al mes según temporadas. Una auténtica barbaridad que además aumenta y que lastra al resto de partidas, inversiones o gastos corrientes.
No se trata de reducir el gasto en farmacia no hospitalaria para enfermedades importantes, pero si como usuarios de la sanidad pública queremos que aumente el gasto en nuevos medicamentos, debemos tomar conciencia de que este gasto mensual es brutal y a veces poco controlable.
Debemos ser los usuarios, sobre todo los enfermos crónicos, los que debemos ayudar a evitar una parte de este desmadre. Y no, por favor, no seamos tan simples de matar al cartero. En Zaragoza logramos un ahorro en gasto tremendo en agua corriente con indicaciones y conciencia ciudadana. Con los medicamentos no hospitalarios podemos hacer lo mismo si tomamos la información y la formación de que abusar o atesorar en casa es perjudicial para la salud futura.
En el año 2017 se recetaron en Aragón medicamentos por valor de 330 millones, y otros 200 millones por medicamentos gastados en la actividad interna de hospitales y centros de salud. El aumento anual fue del 6,7% con el mismo número de personas, aunque más mayores.
Una cosa es la Sanidad y otra la Salud. Debemos cuidarnos, somos los más interesados, y la química es el último remedio si antes ha fallado algo. Pero el primero es que tomemos causa con nuestra salud, con nuestro chasis y motor, para que nos dure en mejores condiciones.
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