Vino Mariano a Teruel y nos prometió internet del bueno asegurando que así ya se resolvía la despoblación en Aragón. En eso estábamos nosotros, sin tener que traer a una tropa a dar el cante. ¿Vino en tren desde Madrid o desde Zaragoza o desde Valencia?
En Aragón nos faltan personas, muchas personas. Y ese problema es imposible de resolver en el corto plazo, por mucho que lo de internet vaya en la buena dirección pero tarde. Y curiosamente tenemos algo que subirá de valor en las próximas décadas hasta la sorpresa. Tenemos muchos espacio, mucha naturaleza, mucho territorio.
Encajar ambas realidades, pocas personas y mucho territorio, es hoy imposible. Así que nos queda frenar la despoblación y esperar. Poco más se puede hacer, pues la sociedad que se asienta disminuye y no admitiría con facilidad políticas inmigratorias brutales.
Aragón no necesita 100.000 nuevos aragoneses. Y eso hay que decirlo claro. Con 100.000 nuevos vecinos repartidos por Aragón seguiríamos siendo lo mismo.
Aragón necesita 5.000.000 de nuevos ciudadanos asentados en nuestro territorio. Por eso es imposible la solución. Y por eso y de momento hay que trabajar en frenar, en dignificar la vida en Aragón, en dotar de calidad social a ser aragonés. Y esperar tiempos distintos.
¿Puede vivir Aragón con 1.500.000 de aragoneses siempre? Pues curiosamente SI. Y ese es el otro camino. Ser capaces de entender que tal vez Aragón con ese 1,5 millones de personas tenga suficiente para ser una sociedad feliz y capaz. Pero para eso hay que tener mucha más autoestima y un liderazgo social del que hoy carecemos.
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