20.11.18

Misceláneas franciscanas. 8 puntadas con hilo

La evolución de cualquier grupo de los alumnos de la EGB, que somos todavía los hijos de emigrantes a las grandes ciudades españolas, refleja la enorme transición de la sociedad española. Desde el neolítico del pan con vino y azúcar por decreto cada tarde, y comer longaniza o pollo como una fiesta, a las nuevas y caras tecnologías en manos de cualquier hijo de excluido social español o común inmigrante, haciendo una cola para solicitar alimentos, enseres y ropa.

Es un cambio, en términos felipistas, que nos ha supuesto tener que pilotar una moto GP siempre derrapando y con la rodilla pelada por cada curva, pues se nos ha exigido (y todavía más a vosotras, pero ahora tocamos nosotros): ser la generación superadora del fracaso de la reforma educativa republicana; abogar y luego vivir de forma externa declarada pero hipócrita –y menos en vida íntima- relaciones igualitarias con nuestras parejas; afrontar una maestría en oficios como nuestros padres, luego chupar de la borrega del paro por fuerza, luego ser emprendedores; andar en el camino de ser no esperar nada y ni siquiera visualizar ser jubilados verdaderamente indignados. 

Hoy paganos de forma no contributiva el sistema de la Seguridad Social a los plañideros de cotización máxima para poder sostener la justa de nuestros dolientes padres, que sostuvieron a los suyos de los cupones, y a nosotros.

A la generación de izquierda dorada devota de cantautores, que se prejubila cada vez que puede porque ella lo vale y el que venga detrás que arree.

Vayamos con esas misceláneas que estáis esperando de nuestra reunión anual, porque creo son un fresco de la real Spain que modifica sus constituciones casi cada mañana o presenta suspensión de pagos laboral, afectiva o educativa…:

1.- La Policía Local acojonaba más sin cuadros y de azul-gris. Hasta llegar a pedir la documentación de pilotos probadores de motos, aparcadas, de las que se dejaban las llaves a un colega de 15 años con las que… primero se daba una vuelta en el garaje… luego se daba otra… y luego, lógicamente, se daba una vuelta a la ciudad sin casco y con otro de paquete y hasta que te paraban en aquellas calles Cerdán y Escuelas Pías, saturadas de vida.

2.- En el devenir de trabajo para empresas catalanas en la Cataluña de cierzo y Pla, norte de Gerona, de uno de nosotros, hallamos en su día a día la confirmación a que lo que se halla de fondo en el problema catalán es que quieren un federalismo asimétrico, completado con que se funcione con un pasaporte de catalanidad excluyente en la vida cotidiana. Siempre renovable el permiso, incluso en vida personal y para las parejas mixtas sospechosas.

3.- Los poseídos por la Quebrantahuesos se quejan del estado del asfalto que padecen los polígonos industriales que rodean Zaragoza, en los que entrenan para no causar peligro ni tener miedo. Con ello, están poniendo el dedo en una llaga urbanística: en España solo ha interesado la comisión de las obras que, pongamos hasta la EXPO, se certificaban mediante papel que todo lo sostenía. Su crítica, dirigida a ayuntamientos arrasados por sus políticas urbanísticas, lo único que refleja es el fracaso de la iniciativa privada en España en cuanto a sus obligaciones de conservación. ¿Por qué será que los empresarios apenas se quejan…?

4.- En estas reuniones fraternas compartes buen humor, viajes y lugares a meter en el gps de la memoria. Como determinadas viñas vendimiadas a farcino en Codos. Como singulares sierras apenas holladas del Sistema Ibérico en el entorno de Cariñena y Campo de Belchite en las que buscar senderuelas o trompetillas con tu suegro, fuerte como un chinebro. Fascinante paisaje antiguo el Aragón Sur herrumbre, de frío goyesco afilado. Sierras de águilas con virgen.

5.- Una parte de la emigración de nuestra clase de EGB es técnica, ya tenemos prejubilados de Telefónica. Viven en Madrid o Valencia, exponen en sus propias vidas unos yacimientos de trabajo que Zaragoza no tenía pero empieza a tener en este momento logístico. El vaciamiento de talento aragonés de la crisis de los 90.

Su vida Harley cotidiana en Madrid, es un fresco polícromo y de colores vivos que transporta a las opciones de gran ciudad que en Zaragoza vivimos como acontecimiento. La Joy Eslava será honrada por un coro especializado en rock donde cantaremos todos y no solo su componente, que me hace rumiar por dentro la confirmación de que Aragón debe proseguir sus proyectos culturales en una senda de calidad y no terapia ocupacional-Zaragoza pueblo grande. Es muy necesario.

6.- Es un placer y un milagro, solo posible por su capacidad de trabajo asturiana, comprobar cómo aquel niño que se tenía que pagar la entrada a Helios para ser su portero siendo internacional por Aragón en la materia en los 80 de 20 días de heladas y 40 de niebla, rodeado por su gineceo de niñas-mujer preciosas que le han elegido como padre y madre, sigue pisando demasiado fuerte por las carreteras y mereciéndose todos los rappeles comerciales. Duro de pelar, sus abrazos deberían prescribirse por el Servicio Aragonés de Salud como fuego amigo.

7.- El momento neolítico cincovillés-jacetano conmemora la muerte de Aragón con autopistas hacia Sofuentes. De los que se están yendo, que se alimentaban con un litro y medio de vino diario. De los que iban a comidas familiares con la condición de que se les garantizara esa ración, más que el condumio. Su comida preferida siempre fue al aire libre: con el queso hecho por ellos, el pan con nanas de cebolla, y las sardinas de cubo que les desdentaron. Nunca supieron ni quisieron comer en velador ni dormir en tienda de campaña pues ya tuvieron suficiente cielo raso de niños con piernas etíopes.

8.- En un fin de semana en que Zaragoza, por consabida exageración de los mass media, pasa a ser un Sarajevo del cachopo y una Fez del crimen reggaetón descontrolado, repasamos quién tiró la piedra que casi deja ciego de un ojo a un compañero. Los análisis de los distintos ángulos de visualización de los testigos, nosotros con flores a María, dan para toda una serie de CSI La Jota o, mejor aún por respeto a nuestros queridos ausentes, un “The Wire” outskirts Zaragón.

Esa calle que, visualmente, ha quedado grabada en las retinas, como las primeras Olivia Newton John de barrio, el olor a grasa fina de futbolín o las incursiones en el Pago-Pago con víctimas diversas de nuestra enorme timidez programada, que sale de la postguerra que abolió la sensualidad.

Quedan más frisos pues, ya lo mencioné la primera vez, no somos sino como todos vosotros o la memoria de cualquier núcleo aragonés que languidece: una multiplicación de medio siglo por un número que, afortunadamente, es una n bien gorda. Nos queremos, y suturamos ideología, problemas familiares y desempleo con profunda confianza y armonía. Somos verdaderos compañeros de vida.

20/11 Luis Iribarren

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