Poco a poco se van configurando y conociendo las candidaturas de algunos partidos políticos para las elecciones en Aragón o en Zaragoza. Son sin duda un termómetro, unas señales de lo que quieren hacer si logran gobernar, incluso de lo que ellos mismos esperan como resultados electorales. Es fácil detectar en dónde ponen su techo.Y vamos leyendo entre líneas lo que pretenden hacer en sus próximos cuatro años si gobiernan, sumando el perfil de sus candidatos a lo que ya van diciendo en declaraciones claras o muy matizadas.
Observo perfiles algo bajos en cuando a ideas, y se me dirá que están guardándolas para mayo, es cierto. Nadie enseña sus cartas antes de jugarlas. Pero algo se intuya sobre todo en los silencios.
Los aragoneses y los zaragozanos ya nos vamos acostumbrando a la nada, y eso es peligroso. No lo es en el corto plazo, creo, pero lo será en cuanto a grisura de futuro en el medio plazo.
O somos capaces de entender que Aragón y Zaragoza van unidos y de la mano a todos sitios, o no iremos a ninguno. Eso ya como norma básica.
A partir de eso, hay abandonos estúpidos en algunos partidos políticos a la ciudad de Zaragoza, que como poco deberían preocupar, aunque luego las urnas pondrán a cada uno en su sitio.
Y hay muy poco entendimiento de lo que realmente es Aragón, y sobre todo de lo que debería ser, pues hemos aceptado como lógico que haya al menos Cuatro Aragón en vez de uno, e incluso aplaudimos esa idea.
Huesca, Teruel, Zaragoza provincia y Zaragoza ciudad.
Escucho alguna idea sin concretar para dotar de Cercanías a Zaragoza-Huesca algo que sería imprescindible, pero sigo sin escuchar una mejora similar con sus matices para Zaragoza-Teruel. ¿Estamos tontos? Claro que es caro, ya lo sé. Pero se han hecho otras muchas cosas caras y que no sirven, e incluso se quieren seguir haciendo.
Lo dicho, a veces me da la sensación de que no se quiere juntar a Zaragoza con el resto de Aragón, no se vaya a contagiar alguno del otro.
Lo primero sería entender Aragón. Pero no al Aragón del siglo XIX o el del XX, sino como a un Aragón del Siglo XXI que se moverá con arreglo a las lógicas mundiales con el añadido de la personalidad de nuestro propio Aragón. Detectar y asumir eso es el primer paso.
Y claro, ante esto se me dirá que lo que pretendo es que Zaragoza se coma los restos de Aragón. Pues no, es que no.
Lo que pretendo pensar es en diseñar (reflexionar más bien) sobre el Aragón del Siglo XXI avanzado, a base de saber qué localidades son capaces de revitalizar los territorios, de dar calidad de vida a sus aragoneses que somos todos, y trabajar en eso.
No pretendo aceptar como inevitable lo inevitable, que también, sino saber qué quiero para ese Aragón tremendo e inmenso, lleno de muchas cosas positivas, pero totalmente troceados en decenas de espacios que no se quieren entender bien con el resto.
Hay servicios imprescindibles que no están llegando a todo Aragón. Y que ya sabemos que en los próximos años irán a peor. Lo sabemos. Podría hablar de Sanidad, de Educación, de Economía Laboral, de Ganadería, de algunos modos de Agricultura, de Comunicaciones por carretera pero también por redes.
Irán a peor por costes y por la lentitud en modernizar algunos servicios.
Un pueblo que no tiene tienda, bar o internet de alta calidad es un pueblo muerto. Nos guste aceptarlo o no.
Una Comarca que no tenga una Sanidad con los servicios básicos lógicos como una rentable Farmacia y un servicio de transporte sanitario en condiciones, es una Comarca en declive.
Una ciudad como Zaragoza que no sea capaz de lograr financiación de su Gobierno de Aragón, como sucede en Andalucía, Valencia, País Vasco o Cataluña para algo tan fundamental como unas transportes públicos de calidad comunicativa entre poblaciones y entre barrios, juega en inferioridad de condiciones con Bilbao, Málaga, Valencia, Gijón, Sevilla o La Coruña por no nombrar a otras de tamaño muy inferior a Zaragoza.
¿Dónde ha quedado y por qué, la vida cultural y artística de Zaragoza en el último año?
¿Qué se piensa hacer con barrios que caminan hacia la despoblación y la crisis como Las Fuentes, San José, Arrabal, Torrero, Delicias u Oliver, por poner algunos ejemplos de zonas crecidas en los años 60 a 70 del siglo pasado?
¿Cuantos años hace ya que se habló por primera vez de la Revitalización del Este de Zaragoza ciudad? ¿Fueron 12 o fueron 16 años, y seguimos sin hacer nada?
¿Cuántos edificios públicos están perdidos, envejeciendo sin destino ni uso, tras haberse tragado millones para nada?
Pero el problema no es tanto lo que hemos hecho mal, que es mucho, como que tampoco leo o escucha ideas nuevas sobre los problemas de Zaragoza ciudad. Y en eso sí deberían entrar los nuevos partidos políticos o los viejos partidos políticos que no gobiernan. Y el problema es que nadie parece tener ideas nueva, válidas y posibles.
Julio Puente Mateo (Ajovín)