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1.5.25

Mural de Festival Asalto, ya desaparecido


Este mural del artista norteamericano Zane Prater nos hablaba (en pasado lo nombro pues ya ha desaparecido la obra) de la importancia de la naturaleza para sostener la sociedad. La tituló Mujer Recolectora y se creó en el barrio de Santa Isabel de Zaragoza dentro del Festival Asalto del año 2022.

Con cierto halo misterioso, pero de gran elegancia y belleza, está presidido por dos figuras femeninas (o por una casi reflejada), que nos invitan a reflexionar sobre nuestra relación con el entorno. Mostraba a una mujer del mundo rural de la zona, es un barrio de gran tradición agrícola, tras una recolección de flores.

El propio Zane Prater explica en su página web esta obra: "Entrelaza la ilustración botánica y rural, el arte imaginario, el retrato y el diseño, para hablar de la naturaleza y de nuestra relación con ella, buscando establecer conexiones y encontrar armonías entre lo urbano y lo orgánico".

El Arte Urbano tiene entre sus fundamentos el asumir que es un Arte con fecha de caducidad aunque sin duda sea un gran problema ver desaparecer obras de esta calidad. Pero forma parte de su filosofía artística. Nacen para desaparecer.

Curiosamente el Arte Urbano es un gran Arte Contemporáneo entre los siglos XX y XXI, y no va a quedar en los museos para la posteridad más que muy pococ ejemplos de muy pocos artistas.

29.4.25

Los yemeníes estuvieron décadas en Zaragoza

En el año 742, la ciudad de Zaragoza (entonces Saraqusta) fue escenario de enfrentamientos entre árabes del norte (qaysíes o mudaríes) y árabes del sur (yemeníes o kalbíes). Esta rivalidad se intensificó con la llegada de nuevos contingentes sirios enviados para sofocar la rebelión bereber. Los yemeníes, asentados en el valle del Ebro, participaron activamente en estos conflictos contra el gobernador de Al-Ándalus de la época.

Las tribus kalbíes yemeníes presentes en la península ibérica en aquellos años incluían a los Himyar, Kinda, Madhhij, Qudaa, Lajm y Judham. Hay que entender que en aquellos años los yemeníes estaban en nuestros territorios como conquista, aunque ahora en el siglo XXI nos parezcan territorios muy alejados y en constante guerras o conflictos con sus vecinos.

Así, los yemeníes del valle del Ebro estuvieron ampliamente representados en las rivalidades del año 742 entre los árabes baladíes (llegados a la Península en el momento de la conquista) y los sirios (llegados al mando de Balch para sofocar la rebelión bereber, pertenecientes al grupo de árabes del norte). Durante el emirato dependiente, mostraron constantemente su hostilidad a los gobernadores qaysíes y la Marca Superior fue testigo de la sucesión de gobernadores de uno y otro partido o ideologías religiosa.

Los árabes yemeníes del Ebro apoyaron inicialmente a Abd al-Rahman, pero pronto se volvieron contra la dinastía omeya. Su rebeldía se manifestó desde 767, pero fue especialmente intensa entre 774 y 780, cuando Sulayman al-Arabí encabezó una revuelta en Huesca y Zaragoza, recurriendo al apoyo franco, lo que provocó la campaña de Carlomagno sobre Zaragoza en 778.

La ofensiva franca comenzaba a ser relevante en estos momentos: habían tomado Narbona en torno al año 759, en 785 conquistaron Gerona y, antes de 789, Urgell y la Cerdaña se preparaban para la invasión que culminaría en 801.

Una nueva insurrección en Zaragoza, liderada por al-Husayn al-Ansarí, provocó otra intervención militar del emir en 781. Al año siguiente, la rebelión estalló de nuevo y el emir tuvo que regresar al Ebro y los Pirineos en 783, concretamente a Zaragoza, para sofocar el levantamiento.

Mientras los descendientes de Abd al-Rahman I se enfrascaban en luchas internas tras su muerte en 788, en la Marca Superior resurgieron los clásicos enfrentamientos entre árabes del norte y del sur. Hisam I, recién nombrado emir, se apoyó en una familia muladí, los Banu Qasi, clientes de su linaje y con influencia en la región, para contrarrestar la oposición yemení zaragozana. Señal clara de que aquella Saraqusta era una gran ciudad que dominaba todos estos espacios.



Sin embargo, los problemas con los yemeníes persistieron: Matrüh se sublevó en Barcelona y, con apoyo yemení, extendió la rebelión a Huesca y Zaragoza hacia el 790. De nuevo, dos muladíes fieles al emir, Amrús y Sabrt, sofocaron la sublevación.

Los alzamientos continuaron bajo el emir al-Hakam I, pese a la dureza de sus represiones. En su tiempo, Bahlul ibn Marzuq se rebeló contra los Banu Salama de Huesca y Barbitaniya, tomó Huesca y se dirigió contra Zaragoza. Una vez más, el muladí de Huesca, Amrús, le hizo frente en el año 800 y, posteriormente, ocupó el gobierno de Zaragoza y Tudela, extendiendo su poder por el este de la región.

Sala Capitular de Sijena, en 1840 por Valentín Carderera


El Real Monasterio de Santa María de Sijena es uno de esos ejemplos que incluso siendo Monumento Nacional desde 1923, ha sufrido todo tipo de robos, apaños, incendios, destrucciones, y abandonos que nos podemos imaginar. 

En el pueblo de Villanueva de Sijena en Huesca, localidad en la que nació Miguel Servet, corrió similar destino que el famoso aragonés por culpa de los imbéciles. Y un incendio en 1936 acabó con gran parte de su patrimonio.

Las tropas catalanas de POUM venidas desde Cataluña lo incendiaron destrozando gran parte de sus valores históricos, pero dejando todo preparado para que con posterioridad y también desde Cataluña arrancaran las pinturas de sus paredes y techos, y se las llevaran a Barcelona.

Lo que vemos es una reproducción retocada de una acuarela que hizo el artista oscense Valentín Carderera sobre 1840 y que es de lo mejor que tenemos para recrearnos sobre lo que era la Sala Capitular del monasterio, hoy vacías pues sus obras siguen en el Museo de Arte de Cataluña.

Monasterio de Sijena. Retablo Mayor


Posiblemente del artista Rodrigo de Sajonia (El Maestro de Sijena hasta que se esté seguro de su autoría) vemos aquí la tabla de la Presentación de Jesús en el Templo, que fue una pintura que forma parte del retablo mayor de la iglesia del Monasterio de Sijena, dedicado todo el a la Asunción de la Virgen.

Sus más de 30 pinturas fueron desmontadas en algunos casos, destruidas otras, y representan uno de esos ejemplos de barbarie múltiple que es casi mejor no recordar aquí. En la actualidad se tiene localizado el paradero de 16 de estas obras en madera.

Esta obra se hizo entre los años 1515 y 1519 al óleo, temple y otro sobre madera. En el siglo XVIII fueron desmontadas, se le hicieron algunos repintes para falsificarla y transmitirle un tipo de pintura gótica y así aumentar su valor económico, aunque nunca se vendió a particulares.

Esta obra fue interceptada en 2017, cuando iba a ser subastada en una sala de arte de Barcelona. La puja de la obra, que tenía un precio de salida de 85.000 euros, estaba prevista para el 31 de mayo de 2017 en la sala Balclis de Barcelona. 

Sin embargo, fue suspendida la subasta gracias a una denuncia del consistorio de Villanueva de Sijena, lo que permitió a la Guardia Civil incautar la tabla y trasladarla al Museo de Zaragoza, para ser trasladada después al Monasterio de Sijena.





24.4.25

Juan de Ávalos, escultor en Aragón


Juan de Ávalos tenía el carné número 7 de la Agrupación del PSOE de su localidad natal, Mérida, lo que supuso que, finalizada la guerra, se le incoara un expediente de depuración que lo inhabilitó por dos años firmado por Orden de 20 de junio de 1942 por el ministro franquista aragonés, de Valbona (Gúdar-Javalambre), Ibáñez Martín, porn lo que tuvo que exiliarse unos años.

Más de una década después, Juan de Ávalos visitó Teruel y propuso dignificar el mausoleo de los Amantes de Teruel. Para financiar la obra, un diario local, en 1956, abrió un micromecenazgo que fue un fracaso, lo cual no fe óbice para que Ávalos realizara las extraordinarias esculturas que hoy podemos admirar en la Iglesia de San Pedro en la localidad y por las que el autor no cobró nada.

No sería su ultimo trabajo en Aragón, pues en 1969 realizaría la estatua dedicada a Fernando II de Aragón que preside la Plaza de San Francisco de la capital aragonesa. Tiene otras dos obras en Zaragoza, una mesa de altar con Ángeles y un Cristo, en la parroquia de los padres Agustinos de Zaragoza.

Como se ve, el socialista Ávalos tuvo una fructífera relación con Aragón en general y con la ciudad de Teruel en particular.

Imagen: Fundación Amantes de Teruel. 

Jorge Marqueta

Aragón es un HUB. Aragón ye nazión


En los años 80 la propaganda política era comprensible. Aragón ye nazión, autodeterminazion. Aragón tiene sed y nosotros también (por eso yo lo reggae, decíamos en Huesca siguiendo a Escoria Oriental). Aragón es foral, una Corona (o para la presidenta de sus Cortes, lo que no habría pasado en el autobús 35 por esa calle de tener mi origen, una región en la que los oscenses, turolenses y zaragozanos aportamos a España nuestro correspondiente salero propio: unos con agujas de pino, otros con albahaca y en el centro de borraja disecada).

Porque Aragón es, o será, o its gonna be, no derecho foral reconvertido en Hacienda foral, no una nacionalidad histórica, no un territorio orgulloso terraplanista y si pasas de Fraga te caes, no: sino un hub.

Un nido de águilas en el sur de Europa logístico en que inversiones propias y extranjeras irán, no es el país, como un tiro. Y no será con balas judías, y con muchas recreaciones, festivales y reconversiones con neón (semilleros de empresas en un genérico Zaragoza Joven), será con inversiones alucinógenas que consolida la mayoría absoluta de sus administradores. Con premio Aragón para Amado Franco: quien echa de menos las cajas de ahorro y cuando Ibercaja no era banco, y a silbar a Madrid (lo dice porque pasaba por allí).

Esto es lo que somos según nuestro Presidente. Envoltorio de futuro sin contenido de presente y menos mirada orgullosa al pasado, y todo el territorio sin ordenación se halla involucrado y puede formar parte, tú también serás hub.

Porque para hacer un nido los pájaros traen las ramas de donde pueden, enronan de guano todo el paisaje, horadan la tierra yerma con agujeros de topo.

Y en Aragón cuando nos desmantelen el que sea lo fotovoltaico, nos quedará al menos un paisaje que se podrá visitar por el turismo internacional, agujereado como la línea fronteriza que dividía a Vietnam del Norte y del Sur. Más que el telón de acero, la rasilla con agujeros de vuestra cocina.

Lo que quede de hectáreas no taladradas en Aragón, serán espacios protegidos para aves pero completamente rodeados de aerogeneradores menos por un pasillo de varios metros que ya aprenderán. Esas escasas vales no ocupadas todavía previo informe favorable ambiental exprés (y preveo que en adelante le avance la inteligencia artificial) del Gobierno de Aragón, Departamento competente en Mal Ambienta.

El informe que justificará que se suicidan las aves por aproximación inconsciente a un molino, teniendo como tienen tanto pasillo, incidirá Alexa que las aves se encuentran en su propio Neolítico y se están volviendo sedentarias (así que para que respetarlas cuando tienen el mal gusto de volar), se estudiará en universidades extranjeras como ejemplo de ocupación del espacio por el primero que llegue sin programación. Seremos o ya lo estamos siendo, pioneros de tantas cosas… Vamos como un tiro de escopeta de feria…

Hospitales sin especialidades, escuelas rurales convertidas en museos, lugares sin críos… nos devuelven al presente zen. Carreteras sin apenas servicio de restauración, parcheadas con una capa de la famosa lechada bituminosa. Desarrollo hub concentrado donde interesa…

Si hasta Japón ha llenado su paisaje de pinos sugi de repoblación, qué no vamos a hacer nosotros que no respetamos nuestro pasado y las arrugas de nuestras edificaciones e historias personales.

Es que lo queréis todo nuevo, maños. Se llama estrés traumático esquizoide de cada concejal contestándoos a cada mensaje de aplicación en que se os ocurre pedirlo todo, que para eso cobramos de los molinos. Espectáculo infantil al que asisten 50 adultos que no baja de 5.000 euros, es una entrada de 100 lereles que daría para que fuerais al Circo del Sol y luego contarlo.

Con disciplina de lo que sea (ya nos gustaría de partido pero es disciplina de secta) y adiós a Huesca y provincia, a Zaragoza y Teruel… Con razón subís a vuestra segunda residencia de Tena y aparentéis ser del Papa Francho o de su oposición, pero ninguno salís al bar por si acaso os cae algo que os deje fulminaus en el presente. El Mercadona de Sabi el que más vende de España.

El presente de Aragón son sus cementerios. Ese sí que es un hub y lo demás tontadas. Cuando os entierren o incineren a vosotros, los usufructurios, mirad hacia el pasillo que habéis dejado por el que las rapaces tienen que adivinar pasar. Y a ver si veis la iluminación, el satori, o lo ven vuestros hijos los del postgrado en la Ivy League.

Feliz día de Aragón para los que no lo defendéis, sino que además solo lo sentís como negocio y nacisteis aquí. Aunque la carrera de obstáculos termina en Madrid y para eso disciplina, silencio, traición a los que se queden (ya a nadie, lo que os conviene) y a los que se van también…

24.04 Luis Iribarren

21.4.25

El Neomudéjar de Zaragoza en edificios privados


Zaragoza no solo es historia y cultura, es también un escaparate arquitectónico donde el estilo neomudéjar cobra un protagonismo especial. Esta corriente, que reinterpreta el legado del arte mudéjar aragonés, salpica la ciudad con edificios de ladrillo que cuentan historias de otra época. Más allá de los monumentos más conocidos, Zaragoza alberga auténticas joyas neomudéjares que merecen ser descubiertas.

El Encanto del Neomudéjar en Zaragoza

El estilo neomudéjar surgió en España a finales del siglo XIX y principios del XX, como una forma de revalorizar la rica tradición constructiva mudéjar, especialmente en el uso del ladrillo visto y los elementos decorativos de inspiración islámica y aragonesa. En Zaragoza, esta corriente floreció, dejando una huella imborrable en su paisaje urbano. Las características más distintivas incluyen:

 El uso magistral del ladrillo como elemento constructivo y decorativo.

 La presencia de arcos de herradura, lobulados o de medio punto.

 La inclusión de motivos geométricos y juegos decorativos con el ladrillo y la cerámica.

Ejemplos Emblemáticos: 

Del Edificio de Correos a Joyas Privadas en edificios de viviendas

Cuando pensamos en la arquitectura neomudéjar en Zaragoza, el imponente Edificio de Correos y Telégrafos en el Paseo de la Independencia es, sin duda, el referente más conocido. Su monumentalidad y su rica decoración en ladrillo y cerámica son un claro ejemplo de este estilo.

Pero la ciudad guarda otros muchos ejemplos, algunos más discretos pero igualmente valiosos. Un caso particular es el edificio de viviendas en la calle San Vicente de Paúl. Muchos zaragozanos de cierta edad lo recuerdan por haber estado su construcción parada durante años, generando una curiosa anécdota urbana. Hoy, este edificio luce una hermosa fachada neomudéjar que, aunque quizás algo escondida, refleja la maestría en el trabajo del ladrillo heredado del arte mudéjar aragonés.

Otros Tesoros Neomudéjares de Zaragoza

La influencia neomudéjar se extiende por diversos puntos de la capital aragonesa, en edificios tanto públicos como privados. 

Otros ejemplos notables que demuestran la diversidad de este estilo incluyen:

 La Academia General Militar.

 El Colegio San Agustín.

 Edificios de viviendas como la Casa Soriano y otros a lo largo de la calle San Vicente de Paúl.

 Antiguas fábricas o construcciones industriales que adoptaron elementos neomudéjares como Galletas Patria.

Cada uno de ellos, con sus particularidades, contribuye a definir el carácter arquitectónico de Zaragoza, mostrando cómo la tradición mudéjar fue reinventada en la época contemporánea.

Un Legado de Ladrillo y Arte

La arquitectura neomudéjar en Zaragoza es un testimonio de la habilidad artesanal y el gusto por la decoración. El trabajo detallado del ladrillo, la combinación de colores y la elegancia de los arcos crean fachadas únicas que invitan a detenerse y observar. Es un legado que conecta la ciudad con su pasado histórico, al tiempo que ofrece un atractivo visual particular.

Te invitamos a dar un paseo por las calles de Zaragoza y descubrir por ti mismo estos hermosos edificios neomudéjares. Desde los más conocidos hasta los que pasan más desapercibidos, cada uno es una pieza clave en el rico patrimonio arquitectónico de la ciudad.

Saracosta en el año 506


En el año 506 los godos decapitaron a un noble hispanorromano llamado Pedro en la ciudad de Tortosa y exhibieron luego su cabeza en la ciudad de Zaragoza por la importancia de la ciudad como capital política de la zona. Así lo recoge la historiografía aragonesa, que señala: “Año 506. Los godos vencen y decapitan al noble hispanorromano Pedro, que…”

La decapitación del tal Pedro en Tortosa por parte de los godos en el año 506 estuvo motivada por su papel como líder de una rebelión contra la dominación visigoda en la provincia Tarraconense. Pedro, un noble hispanorromano, se había hecho fuerte en Tortosa, encabezando la resistencia de la población local —mayoritariamente romanizada— frente al control visigodo

Este hecho se enmarca en las luchas por el control de la península tras la caída del Imperio Romano de Occidente, cuando los visigodos, bajo el reinado de Alarico II, consolidaban su dominio en Hispania. La decapitación y posterior exhibición de la cabeza de Pedro en Zaragoza tenía un claro carácter ejemplarizante y político, propio de la época y de la estrategia de los visigodos para afianzar su poder en la región del Norte y Este de aquella Hispania.

En el año 506, Zaragoza (entonces conocida como Saracosta o Cesaracosta) tenía una importancia estratégica, política y simbólica destacada en el valle medio del Ebro y en el contexto del reino visigodo de Tolosa. 

Zaragoza en esos años mantuvo en gran parte sus costumbres romanas y en el año 504 todavía se celebraban juegos circenses (no sabemos en qué lugar estuvo el Circo Romano en Zaragoza, pero algún día se encontrará), mostrando que se preservaban las instituciones municipales tardorromanas. 

Cesaracosta, que significa "ciudad de César Augusto", era el nombre oficial, mientras que Saracosta era una versión más abreviada y popular. Su relevancia como ciudad se sustentaba en varios factores:

Centro político y militar: Zaragoza era una de las principales plazas fuertes del noreste peninsular. Conservaba intactas sus imponentes murallas romanas, que la hacían prácticamente inexpugnable y le permitieron resistir ataques y asedios posteriores, como el célebre asedio franco de 541. Estas murallas, con más de 120 torres y cuatro puertas principales, protegían a una población mayoritariamente hispanorromana bajo una guarnición visigoda.

Nodo estratégico en el valle del Ebro: Su localización la convertía en un punto clave para el control de las comunicaciones y el comercio entre el interior de la península y la frontera norte, así como entre el Mediterráneo y el occidente peninsular.

Centro de resistencia y romanidad: Tras la caída del Imperio romano de Occidente, Zaragoza mantuvo muchas de sus costumbres, instituciones y formas de vida romanas. Incluso en 504 aún se celebraban espectáculos circenses, muestra de la pervivencia de la cultura urbana romana.

Escenario de rebeliones: La importancia de Zaragoza se refleja también en que fue elegida como lugar ejemplarizante para exhibir la cabeza del rebelde Pedro en 506, tras su derrota por los visigodos. Este hecho buscaba enviar un mensaje disuasorio a los partidarios locales de la resistencia hispanorromana.

Sede religiosa y cultural: Aunque su gran esplendor eclesiástico y cultural llegaría en los siglos VI y VII, ya en esta época Zaragoza era sede episcopal y comenzaba a perfilarse como un centro religioso relevante.

En el año 506 Zaragoza era una ciudad fortificada de gran peso estratégico, símbolo de la romanidad en el valle del Ebro y pieza clave en la política visigoda, tanto para el control del territorio como para la integración de las poblaciones hispanorromanas bajo el nuevo poder germánico.

Nota.: La moneda es una Tremis visigoda de oro, de la Zaragoza de la época, del periodo del Rey Recadero.

Arte Urbano en GranCasa de Zaragoza


Las calles de Zaragoza son un pequeño museo al aire libre, con expresiones artísticas que, aunque a menudo pasan desapercibidas, enriquecen la vida urbana y el patrimonio cultural de la ciudad. Más allá de los monumentos y los museos, existe un arte cotidiano y vibrante: desde murales de gran formato hasta pequeños grafitis, pasando por mosaicos y otras intervenciones urbanas que sorprenden a quien se detiene a observar. ¿Deberían ser más en número?

El arte urbano, y en especial el graffiti, es un claro ejemplo de creatividad efímera. Estas obras, nacidas muchas veces del impulso y la reivindicación, transforman muros y rincones en auténticas galerías temporales. Su carácter fugaz —expuesto a las inclemencias del tiempo, el paso de los viandantes o las renovaciones urbanas— no resta valor a su mensaje ni a su potencia visual. Al contrario, su temporalidad añade un matiz especial: cada obra es única en el momento en que se contempla, y puede desaparecer o transformarse en cualquier instante.

Zaragoza ha sabido abrazar este arte con iniciativas como el Festival Asalto, que convierte barrios enteros en lienzos colectivos y fomenta la participación ciudadana. El festival no solo embellece la ciudad, sino que también promueve la cohesión social y la apropiación del espacio público, invitando a vecinos y visitantes a descubrir nuevas formas de expresión artística y a dialogar con ellas.

Un ejemplo singular de cómo el arte urbano de más calidad puede trascender su propia naturaleza efímera lo encontramos en la entrada del Centro Comercial GranCasa. 

Allí, el mosaico de Antonio Saura, realizado en el año 1997, se despliega como una suma de figuras que evocan el lenguaje del graffiti. Aunque la reciente remodelación de la fachada ha intentado reducir su visibilidad, la obra sigue siendo un testimonio de cómo las técnicas y estéticas urbanas pueden integrarse en espacios destinados a perdurar. Cada figura del mosaico invita a una observación detenida, revelando detalles y matices que a menudo pasan inadvertidos en la prisa del día a día.

Así, Zaragoza se convierte en un escenario donde conviven el arte efímero y el permanente, lo espontáneo y lo planificado, invitando a redescubrir la ciudad con cada paseo y a valorar esos pequeños grandes tesoros que decoran sus calles. Porque el arte, aunque a veces invisible, siempre está ahí, esperando a ser encontrado.

20.4.25

Mercado de Abastos de Zaragoza en 1895


Esta imagen del Mercado de Zaragoza, guardada en los archivos franceses, es del año 1895, una de las últimas imágenes que se pudieron tomar de este tipo de mercadillo histórico de Zaragoza. 

Dejo la imagen en dos parte para poderla ver un poco más grande, con más detalle, lo que era entonces el Mercado Central al aire libre en muchos de sus puestos, el de Abastos, en el mismo lugar en donde ahora está el edificio del Mercado Central.

En medio de la imagen que vemos es donde se construyó el Mercado "Lanuza"se trata de un edificio iniciado en ese año de 1895 e inaugurado en Junio de 1903, proyectado por el Arquitecto turiasonense Félix Navarro y Pérez y realizado por la empresa concesionaria "Sociedad del Nuevo Mercado" en sustitución del antiguo mercado al aire libre que vemos, y que desde la Edad Media, se situaba junto a las murallas de la ciudad, en la antigua Puerta de Toledo.



Muertos en Teruel en el año 1938


Esta imagen es del 24 de febrero de 1938, la Plaza España de Zaragoza con sus vecinos lanzados a la calle, celebrando que Teruel había caído al bando Nacional y se había derrotado a los Republicanos. 

Se ve la Plaza España de Zaragoza totalmente llena de zaragozanos, y a los milicianos con banderas en la acera de la izquierda.

En la imagen inferior se puede ver el edificio en donde estaba la Sede de la Falange en Aragón, en la Plaza de España, edificio que todavía existe pero sin los emblemas. Entre la entrada al Tubo y la Sede del antiguo Casino Mercantil y Agrícola.

En Teruel murieron miles de aragoneses. Celebrar la muerte es un despropósito. Sí, de todas las guerras. Pero también celebrarlo en Zaragoza es un despropósito cruel.

Solo en el año 1938, durante las batallas de Teruel, murieron aproximadamente entre 80.000 y 100.000 personas, siendo la batalla más mortífera de la Guerra Civil Española. Solo en el bando franquista se registraron más de 18.000 heridos por congelaciones. 

En total, las bajas (muertos, heridos y desaparecidos) entre los nacionalistas superaron las 54.000, y entre los republicanos rondaron los 60.000, de las cuales aproximadamente un tercio también fueron consecuencia del frío extremo.

Pero hubo zaragozanos que entendieron que eso había que celebrarlo en la calle a golpe de banderas y de cantos. No soy capaz de añadir más comentarios.

Nota.: La imagen con pobre calidad en su reproducción, es de la Biblioteca Digital Hispánica y tomada por Coyne.



19.4.25

Casa Montal de Zaragoza. Más que una tienda y restaurante


En el Centro de Zaragoza, en la Plaza San Felipe, tenemos una tienda y restaurante con bodega que es un ejemplo de esa Zaragoza que nunca debería perderse. Es un pequeño aviso pues tenemos cierta costumbre de ir viendo desaparecer iconos de la ciudad.

Casa Montal es un ejemplo de negocio asentado sobre unas bases de servicio excelente, que ofrece productos diferentes y de gran calidad, envueltos en una historia de la plaza, pegada sin duda a la imagen del derribo de la Torrenueva, por la que todavía se suspira en Zaragoza.

La tienda, fundada en 1919, es un lugar para descubrir sabores y productos incluso olvidados, siendo la base de un negocio completo en donde el restaurante asentado en un edificio del siglo XV ofrece, previa reserva, una restauración tradicional pero excelente, disponiendo también de un servicio de catering para celebraciones o reuniones que complementan los ofrecimientos de una empresa muy conocida en Zaragoza.

16.4.25

Zaragoza y el Arte Urbano permitido


 Podríamos preguntarnos en Zaragoza, también en Zaragoza, qué opinamos de este tipo de firmas a color que por una parte ensucian las paredes y por otra parte dan color a murales ya viejos en barrios a veces muy grises.

No hay consenso, lo sabemos todos. Hay dudas. Sobre todo en el lugar en donde poner el límite entre suciedad y Arte Urbano.

Si nos miramos en otros ciudades, se logra frenar este fenómeno con más calidad de los propios artistas, aumentando sus posibilidades de crear Arte optando por crear zonas y barrios en donde se valore estos trabajos, con ayuda municipal. 

En Zaragoza el Festival Asalto trabaja en esa dirección, pero podemos preguntarnos otra vez en donde colocamos el límite, pues nadie nace aprendido y necesita practicar para aprender.

15.4.25

El Sitio de Zaragoza del año 753


Zaragoza fue y sigue siendo una plaza muy codiciada por todos los que intentan dominar España, aunque creamos que vivimos en una zona y una ciudad sin posición estratégica. Eso les viene muy bien a los que desean que todo el Norte y Este de nuestra península sea dominado por los que ya dominan en cada momento histórico. Podríamos hablar de los romanos, de los íberos antes o de los árabe como vamos a intentar hacer ahora.

Pero también podríamos recordar que la Guerra Civil de 1936 a 1939 en la denominada Batalla del Ebro, constituyó el enfrentamiento decisivo de la contienda, ya que en ella se decidió el final de la Guerra Civil con al derrota de los republicanos tras varios cambios muy importantes en el mapa bélico de esta zona de España.

Y dentro de un periodo en el que se estaba jugando el futuro europeo, inmerso en la crisis de los Sudetes que parecía a punto de estallar, y que, efectivamente, acabaría uniendo la guerra europea con la guerra de España. Pero sigamos hablando de Zaragoza y el siglo VIII.

Al-Ṣumayl ben Hátim Al-Kilabí fue Gobernador de Zaragoza entre los años 750 y 756, zona de predominio kalbí, y estos enemigos del llegado Al-Ṣumayl. Cuando Al-Ṣumayl ben Hátim Al-Kilabí llegó a Zaragoza la ciudad estaba totalmente empobrecida, por numerosos conflictos entre árabes qaisitas y yemeníes kalbies y una gran sequia que duró cinco años, lo que llevó a la emigración a miles de ciudadanos árabes que huyeron hacia el Norte de África.

Coincidiendo con el período mas duro de la hambruna, los dos o tres primeros años, hubo un período de tregua entre los dos bandos árabes enfrentados. Pasado éste, los kalbíes, que no podían aceptar la preponderancia qaysíes, decidieron desalojar a al-Sumayl de Zaragoza.

En el mismo bando qaysi, había descontento por la posición de dominio de Yusuf y de al-Sumayl. Dos jefes qaysíes, Amir ben Asur y al-Hubab ben Rawaha, se reunieron en el Bajo Aragón y solicitaron el apoyo de los kelbíes y de los bereberes de la zona para derrocar al gobernador Yusuf y a su consejero al-Sumayl, a los que consideraban usurpadores puesto que no habían sido confirmados por el califa en Oriente.

En el año 753 los kalbíes se rebelaron de nuevo y sitiaron Zaragoza. El sitio acabó con la derrota kalbí al llegar refuerzos qaysíes enviados por Yūsuf al-Fihrí. Veamos a continuación algunos detalles de esos tiempos. 

A pesar del gobierno de As-Sumayl, en Saraqusta había bastantes yemeníes y Amir ibn Asur, que con el apoyo de al-Hubáb az-Zuhri, organizó un alzamiento en nombre del califa Al-Mansur al que se unieron fundamentalmente yemeníes y bereberes.​

Al-Sumayl envió contra ellos su caballería, que fue derrotada. Las tropas rebeldes asediaron la ciudad, apoderándose de ella el 7 de julio del 753. En el año 754 los quraysíes que eran del bando de los abbasíes tomaron la ciudad de Zaragoza, en una de las batallas de la revuelta yemení de Al-Ándalus, retirando el asedio de la ciudad Saraqusta el 26 de junio de ese año.

Los qaysíes, por propia iniciativa, reclutaron un ejército y en 755 levantaron el sitio de Zaragoza. En el ejército que fue a Zaragoza iba un cierto número de mawlas omeyas, emisarios encargados de entablar negociaciones con el jefe qaysi para lograr el paso a al-Andalus de su patrón Abd al-Rahman ben Muawiya

En el año 755 los rebeldes son entregados a Al Sumayl por la propia población de la ciudad. Zaragoza era un hervidero de luchas entre rebeldes árabes de diferente procedencia.

Realmente Al-Ṣumayl ben Hatim Al-Kilabi había sido nombrado Gobernador de Zaragoza para tenerlo lejos de los centros de poder de la actual Andalucía (al-Ándalus) y del Norte de África que era en donde se peleaban realmente por el poder. Los días de Al-Sumayl terminarán en el año 759 cuando es mandado ejecutar por Abderramán I.

Nota.: La imagen de arriba está sacada de la página (PINCHAR AQUÍ) al que agradecemos su construcción como elemento educativo muy importante en estos periodos de la Historia de España, y retocada posteriormente por mi.


Mejorar parada de Avanza en la Estación Delicias de Zaragoza


En el año 2010 puse este texto como queja y en el 2025 seguimos exactamente igual o incluso algo peor al añadirse la Línea Ci3.

El autobús 34 tiene su final y/o principio en la trasera (Oeste) de la Estación Delicias de Renfe. Pero esa parada (la 1097) es también utilizada para recoger y bajar viajeros por las líneas 51 y Ci1 y Ci3. El andén donde deben parar los autobuses de transportes urbanos de Zaragoza es amplio, pero el autobús 34 siempre ocupa la zona delantera para esperar esos minutos de descanso entre final e inicio de nuevo recorrido.

De esta forma y siendo el autobús 34 de doble coche, cuando llegan los autobuses de Líneas Ci1, Ci3 o 51 a dejar o a recoger nuevos viajeros (que en muchos casos llegan con maletas por ser la parada de la Estación Intermodal), se encuentran con el problema de tener su zona de aparcamiento junto a la señal ocupada por un autobús parado. 

El autobús que llega, o se estaciona en doble fila o para detrás del autobús 34, se encuentra sin visibilidad suficiente ni para conductor ni para los viajeros a la hora de valorar si se recogen nuevos clientes o si no hay nadie en la parada, o qué autobús llega pues entran en esta zona desde una curva.

La solución es tan sencilla como retrasar físicamente la señal de la parada del autobús 34 hasta la mitad del largo espacio del andén (96 metros lineales sin obstáculos) donde paran todos los autobuses (unos 20 metros de traslado de una señal de Avanza), o crear dos paradas o zonas de frenada de los autobuses, para dividir de forma clara este espacio larguísimo.

Y para que allí no se molesten a los autobuses Líneas 5, 34, Ci3 y Ci1 cuando lleguen a recoger viajeros y pueda permanecer parado esperando el momento de su salida.  Tendríamos en el mismo andén, al igual que ahora, parada para los autobuses 34, 51, Ci3 y Ci1, pero físicamente mejor distribuidos en el mismo espacio. 

Kase.O en San Salvador por el Rap


Tener aragoneses, zaragozanos distribuidos por los murales del mundo es un lujo para Zaragoza y para Aragón. Los artista @tntgraffiti y Stripe han creado un mural en San Salvador (El Salvador) en honor a @kaseo_real Javier Ibarra Kase.O recordándonos que las verdaderas leyendas artísticas jamás desaparecen: viven entre la rima, el beat y ahora también en las paredes de iberoamérica en El Salvador.

Kase.O se encuentra en El Salvador invitado por las Freestyle Master Series para dar un taller con raperos del país con los que compartirá estudio y, además, anoche recibió un homenaje en la entrega de premios por "su histórica trayectoria musical. Una leyenda viva, inspiración para generaciones" que está dando una gira por sus 33 años en el mundo del rap, antes de actuar en el Vive Latino de su Zaragoza.

14.4.25

Fotograbados. Un oficio ya desaparecido


La mayoría de nosotros no tenemos que saber qué eran los fotograbados ni las fotomecánicas, pero hasta hace 25 años, sin ellas no hubiéramos podido ver imágenes en los documentos impresos.

Ni imágenes, ni dibujos, ni nada que no fuera texto puro.

Imprescindibles en la tipografía, se convirtieron en fotomecánica para dar servicio al offset y la litografía. 

Y esto… ¿qué tiene que ver con Aragón o Zaragoza? 

Pues hasta los años 80, Zaragoza junto a Barcelona, Madrid, Bilbao y Sevilla lideraban en calidad el trabajo de grabados para tipografía en España y que todas las fotografías que ustedes pueden ver en los periódicos aragoneses hasta esa fecha, pasaban por las manos de muy pocas empresas zaragozanas, pues excepto Heraldo que sí disponía de un departamento propio de fotograbado, el resto tenía que encargar estos trabajos de clichés de zinc, o bien a Fotograbados Luz y Arte o a Alberto de Sola o al final de esos años a Fotograbados Época

Y un poco, en recuerdo a esas empresas, les dejo este anuncio de los años 70 de Fotograbados Luz y Arte que por aquella tenía (estábamos) unos 25 trabajadores haciendo clichés de todo tipo, para que los textos impresos fueran algo más que simples letras. 

El trabajo del grabado era muy similar al que se llevaba realizando desde hacía siglos, con planchas metálicas grabadas en ácido, en algunos casos de forma manual por profesionales del grabado. Todo un mundo ya desaparecido, maravilloso, con unas formas irrepetibles de trabajar.

Imaginar que la Hoja del Lunes salía a las 5 de la mañana del lunes de las rotativas (no se imprimía diarios para que los trabajadores y periodistas no trabajaran los domingos, excepto la Hoja del Lunes que imprimía el Noticiero pero por acuerdos entre la Asociación de Prensa), pero en la tarde de todos los domingos había que hacer clichés en zinc de todas las fotografías que se iban a publicar, sobre todo de las imágenes de los partidos de fútbol. Aquellas tardes de domingos de los años 50, 60 ú 70, los "Jefes" de la empresa iban a realizar los grabados. Cosas viejunas pero reales.

Joaquín Bozal y un viejo cartel aragonesista de 1977


El Movimiento Comunista de Aragón fue un partido político con cierta influencia social entre los jóvenes durante los últimos años del franquismo y el inicio de la Transición, allá por los finales años 70, nutriéndose sobre todo de la Universidad y sus Comités de Estudiantes Revolucionarios (CERZ), además de un sector de trabajadores al calor del auge de las protestas en las empresas.

El MCA se implanta en Aragón a comienzos de 1972 tras la fusión de un grupo del Movimiento Comunista Vasco (EMK) con una pequeña organización local, Organización Comunista de Zaragoza (OCZ).

Eran años en el que los movimientos de izquierdas bebían del comunismo para diferenciarse de aquel socialismo que había nacido y asesinado a sus siglas amigas, pero que aun siendo ideológicamente comunistas, se multiplicaron en numerosas siglas al no coincidir entre ellos en los segundo o terceros apellidos. 

Unos eran maoístas, otros leninistas o trotskistas, algunos solo marxistas, otro se acercaban al anarquismo mientras otros abrazaban hasta el límite la ruptura o incluso la violencia contra el sistema.

En Aragón destacaron, entre otros, José Ignacio Lacasta, catedrático de Derecho y secretario general, Enrique Ortego, Ernesto Martín, Virgilio Marco, Concha Rodríguez, Ricardo Berdié, Miguel Ángel García, Joaquín Bozal y Mercedes Gallizo, apellido familiar del famoso bar del barrio de la Magdalena, que fue lugar de reunión o de quedada para los opositores del Régimen.

Como recuerdo de aquellos años os dejo un cartel del Frente Autonomista Aragonés, una alianza electoral que hubo de improvisarse para poder participar en las elecciones de 1977, ya que el MCA y otros partidos más purgaban todavía en la clandestinidad, y solo PSOE y PCE estaban legalizados

Los textos del cartel nos muestran sensaciones totalmente actuales, lo que aún produce más tristeza. ¿De verdad no lo hemos logrado tras 40 años?

"Vota autonomía, para invertir en Aragón lo que Aragón produce"

"Vota autonomía, para mantener y aumentar los puestos de trabajo"

Interior del Teatro Pignatelli de Zaragoza

Dice el refrán que a falta de pan, buenas son tortas. No tengo mejor imagen que esta del interior del Gran Teatro Pignatelli de Zaragoza, el que se encontraba en la zona de la actual Plaza de Aragón, entre el edificio de Telefónica que ahora está cambiando de usos y en obras (2025) y el VIPS. 

Tras 37 años funcionando, en el año 1915 se decidió derribarlo para ordenar urbanamente la zona y por el tipo de construcción realizada, que aunque muy bella no garantizaba su conservación durante muchos años.

Construido por el Arquitecto municipal Félix Navarro; el llamado Teatro Pignatelli era en realidad un gran local de verano sin condiciones para ser empleado durante todo el año, y realizado por el mismo arquitecto que hizo el Mercado Central, el Palacio Larrinaga o la fábrica de Galletas Patria, además del edificio de la antigua Escuela de Artes de la Plaza Los Sitios.

El Teatro Pignatelli se inauguró el 14 de agosto del año 1878 para actuaciones esporádicas y sabiendo que no era una gran obra que soportara muchos años, pero fue capaz de aguantar muy bien sus casi 37 años. En su construcción intervinieron diversos gremios zaragozanos pero se realizó en solo seis meses, un récord para aquellos tiempos.

La primera sesión estuvo compuesta por la Obertura Guillermo Tell, la obra dramática “Un drama nuevo” y la obra cómica “Las cuatro esquinas”. Su aforo rondaba las 2.000 butacas y su interior estaba diseñado con las típicas columnas de hierro de la arquitectura de Félix Navarro.

Cerró definitivamente tras las Fiestas del Pilar del año 1914 al ir perdiendo espectadores por la propia competencia de otros teatros más cómodos y por la pérdida de calidad de sus instalaciones que necesitaban una reforma urgente.


Qué espíritu cofrade nos invade. Escrito un 14 de abril


Quiero ser santo y beato, sentir ser español. Ver con normalidad que un costalero de la Madalena en su camiseta porte la bandera de Aragón o de la comunidad gitana, mientras que otros no. Quiero pensar que la bandera a la que renunció el PSOE es la de todos, como cuando a un cocinero francés, incluso de origen español, le otorgan como máximo honor una chaquetilla blanca con cuello tricolor. Incluso si es de origen judío y se apellida Marx, porque oficia como gloria de Francia y punto.

Me gustaría sentir, y la siento, una atracción inocente por las cofradías como manifestación del gremialismo medieval. De barrio y oficio, conformadas por duros discípulos de franciscanos educados en la pobreza, por costaleros fabricantes de sillas de enea, por gitanos oscenses maestros en la saeta… Como manifestación cultural, así la venden para cortar las calles, en la que todos cabemos…

Nuevamente no es lo que me encuentro como espectador, redobles de tambor de bossa nova para epatar modo “algo hay que inventar o se nos irán todos a la tirolina de Hoz”, que no sé mucho si corresponde con los magníficos nombres de las cofradías: ten piedad por ti, no te laves las manos en la Junta de tu comunidad, ojalá solo lleves tres caídas de pecar de pensamiento, palabra y omisión por año, intenta no dar lanzazos por la espalda a tus compañeros de trabajo,…

Ojalá pudiera llegar a la iluminación no individual y pensar que en regalar su espalda para mortificarse o limpiar el paso, es muy fácil acompañarlo limpio como quedar conmigo arreglado sin saber a costa de quiénes lo he conseguido, es de los pocos momentos de igualitarismo del año bien entendido.

Me influencia cada cosa que leo, yo me acuso. Y vrios de los textos que más me gustan del brillantísimo periodista Manuel Chaves Nogales, son los que dedicó a la Semana Santa de Sevilla este republicano liberal y laico, desde la imparcialidad e implicación más absolutas. Son páginas repletas de versos en formato libre, emocionantes aunque contenidas descripciones, nunca recreaciones de lo que él huyó y Antonio Machado, simbolista, tanto recetó.

En definitiva, Chaves fue el primer autor que describió brillantemente una parte de la vida cultural, social y religiosa de su ciudad, entrando en el barro de las consecuencias para los favorecidos por la República (sic, el primer presidente fue un simpático terrateniente y hoy yo hubiera preferido al compañero Felipe Borbón como opción), de la abolición de las procesiones los primeros tres años de la Segunda República plasmando su desacuerdo.

Qué hubiera sido hoy de los oasis de libertad, y de “Pepe el Remero”, un costalero famoso en el mundo entero. De profesión, líder una semana al año…

Por entender el régimen imperante, el conservador de Ortega o Marañón con Ramón y Cajal de antes del Frente Popular, que las manifestaciones religiosas que ocupan los espacios públicos no tenían razón de ser para una sociedad declarada constitucionalmente aconfesional, laica y sin relaciones más allá de las protocolarias con la Santa Sede.

Cualquiera plantea el tema ahora, al alimón con el sentido del humor negro sobre minorías que han discriminado a la masa.

Chaves inaugura la justificación de la consideración contraria: considera los actos procesionales no solo como manifestación cultural del alma de la ciudad sino como propios. Rasgos de una última manifestación de aquellos gremios medievales encomendados a un santo protector, con maestros y aprendices (hoy FP dual), que reflejan ese urbanismo por barrios que especializaba a las ciudades en barrios de unos u otros artesanos (hoy reclasificadores urbanísticos que por generaciones arrojan a los jóvenes a uno u otro desarrollo urbano para financiar el partido, que nunca son ellos como usufructuarios, y los del PSOE de Bono o Page mirando por encima del hombro a los rojos agnósticos y saliendo con la banda de cada ayuntamiento en todas las procesiones, dando imagen de moderados).

El periodista sevillano de mis entretelas, ni hoy sería la Rahola ni tampoco Gabilondo porque es inimitable como el cantante Silvio, nos regaló el cuadro escrito a lo Curro Romero o el pintor que pintó a la mujer monera de que las cofradías aún hoy permiten una igualación propia de las regulaciones profesionales e incorporada por la masonería. Profundizando con sorna en que esta manifestación de imaginería popular, donaciones interminables y saetas o jotas cuyo sonido penetra la luz lechosa de la primera luna llena de primavera, eran en su tiempo inapropiables por los ayuntamientos y los políticos.

A los conductores de los pasos, quienes cantan porque no pueden evitar y dan las órdenes a los costaleros los considera personajes que subliman pertenecer a un nicho profesional cualquiera, alto o bajo, y pasan el año entre el reconocimiento silente de con quienes ellos se cruzan (y les invitan a los finos y manzanillas, invitación del señorito que no rechazan).

Lo que trasciende ampliamente en su opinión en democracia de base a lo que sería una organización y selección religiosa de los párrocos o abades de quién deba representar a la cofradía y participar o figurar en la procesión. Se dejó que la igualdad se desiguala automáticamente a las que, mujeres independientes ojo, se elige como manolas o van detrás del paso. Penitentes así perdonados en sus liberales pecados, como los arrendadores que no perdonaron a sus arrendatarios como sí hacían los monasterios, imploran la gracia de la virgen del paso. No solo se les deja estar contritos como un iraní que se autoflagela, su uniforme no es de faquir sino de modista especialista en el negro y la mantilla siempre a mano y sin pedir factura.

El talento natural para la manifestación de la piedad en forma de mortificar la propia carne, el ayuno como penitencia inevitable, el orgullo durante el resto del año de haber servido a tu barrio por elección, el origen popular y gremial de la participación en la Semana Santa como la reivindicación del origen humilde de la fiesta, choca con tanta publicidad de la pulcritud exacerbada, de las procesiones como espectáculo y su apropiación en forma de acto turístico, en Andalucía como en Aragón. Nadie se queda atrás y hay tantas vías ferratas como artesanos del tambor.

Quizá llevaríamos de otro modo el corte de calles si se mantuviera ese espíritu gremial y de barrio que todavía emociona cuando se asiste al recorrido por la margen izquierda de dos de las más antiguas de Zaragoza: la de franciscanos del Martes Santo y la de Altabás en que suenan resonantes pero humildes carracas.

Como bien me recordó un abuelo bajo aragonés en un inolvidable comentario: si aun siendo republicanos hubiéramos querido tocar el tambor en cuadrilla, para consagrar el día largo y que se plantan los huertos de verano, primero tendríamos que habernos podido comprar los tambores.

14.04 Luis Iribarren

No os voy a felicitar porque sería memoria histérica.

La zaragozana Santa Isabel de Portugal


Resulta encantador y sorprendente el gran número de esculturas de personas reales o no, que tenemos en cada una de nuestras ciudades en esculturas como homenaje y recuerdo. Muchas de ellas estarán dedicadas además de a personas que hicieron algo por su propia ciudad, a santas o santos y a alguna Virgen, pero no todas estas esculturas son bien conocidas por los habitantes de la ciudad.

En Zaragoza tenemos ejemplos de ello en varios lugares. Os pongo una imagen que decora la parte alta de la fachada de El Pilar, en el frente hacia la calle Alfonso, de una zaragozana ilustre que pronto se tuvo que ir de Zaragoza. Nació en el Palacio de la Aljafería, en donde su habitación de nacimiento recuerda este hecho con una placa.

Parece una mujer que lleva una bandeja de flores, es Santa Isabel de Portugal y de Aragón, pues aunque era hija del rey Pedro III de Aragón, cambió su nombre al casarse con el rey Dionisio I de Portugal con 11 años de edad. Jopetas.

Cuentan que Santa Isabel daba a menudo monedas del Tesoro Real a los pobres o enfermos que veía por la calle para que pudieran comprarse pan cada día. El Rey Dionisio I de Portugal sospechaba de esto, y comenzó a vigilarla. 

Cuentan también que cuando un día la Reina Isabel se dispuso a dar monedas a los pobres por la calle, el rey portugués enfurecido, fue a reclamarle la bandeja donde conservaba las monedas que repartía. Algo sucedió, pues cuando el Rey le pidió que le enseñara lo que daba a los pobres, las monedas se habían convertido en rosas.

Por eso aparece en la estatua de El Pilar con una bandeja de tela llena de rosas. Parece ser que esta zaragozana y durante su reinado ordenó construir hospitales, escuelas gratuitas y refugios para huérfanos y ordenó la construcción de un buen número de conventos.

Cuando enviudó del Rey de Portugal entro a un convento de las clarisas, pero sin profesar en la orden para poder seguir gestionando su fortuna entre los más necesitadas.

Ruinas de San Lázaro por Ramón y Cajal


Esta fotografía la realizó Santiago Ramón y Cajal, y aunque no tengo una fecha clara, se puede ver al fondo a la derecha los dos edificios de la Estación del Norte, del que ahora ya solo queda uno.

Son las ruinas del Convento Hospital de San Lázaro de Zaragoza, y que en su interior, en sus zonas bajas estaban también las ruinas del primitivo Convento Hospital de San Lázaro, el lazareto zaragozano. 

Fue arrasado en los Sitos de Zaragoza y de sus restos surgió este primer Cuartel de San Lázaro en el año 1835 por la Desamortización de Mendizábal. La fotografía será más de finales del siglo XIX.

Aque edificio, que contenía una de las mejores bibliotecas de Aragón, fue destruido casi en su totalidad en el Segundo Sitio de Zaragoza, pues se utilizó por los vecinos y soldados defensores de Zaragoza que desde el Arrabal intentaban frenar el avance francés, y para intentar que estos no tomaran el Puente de Piedra, tan cercano a él, convirtiendo el edificio casi como una fortaleza, donde Palafox instaló su cuartel general.

Ideas para la zona de la Estación del Norte de Zaragoza


En Zaragoza, vuelve a resurgir a nivel político el debate sobre una ambiciosa modificación de la zona aledaña a la Estación del Norte en la entrada del Rabal zaragozano, hoy una zona llena de tierra, sin uso claro y en una zona que no se debería consentir que fuera un vacío urbano que podría dar vida a Zaragoza y a todo el entorno de la entrada de la Margen Izquierda. 

En este periodo de vacío entre elecciones municipales, las propuestas urbanísticas se presentan como alternativas para captar el voto futuro pues no hablamos de cambio rápidos, sino de ideas para plantear retos de futuro, pero es crucial analizar su viabilidad y potencial impacto. 

De todas las maneras, hablamos de ideas y necesidades que llevan ya dos décadas sobre las mesas municipales, no es algo nuevo, sino algo que desde el Ayuntamiento (los Ayuntamientos) no se ha sabido gestionar.

Una idea en particular destacó en su momento y que además de tener el consenso de casi todos los partidos políticos y las asociaciones de vecinos de la zona, quedó aparcada por falta de osadía para llevarla a la mesa de trabajo eficaz: la creación de un espacio comercial en el más amplio sentido de la palabra, tipo Covent Garden en la Estación del Norte. 

Veamos de qué se habló, pues es algo que de forma temporal ya se hace en muy diversas ciudades de España o que incluso en Zaragoza está dividido en diversos sectores urbanos no siempre bien organizados.

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El Proyecto: Un Covent Garden en Zaragoza

La propuesta consistía en desarrollar un edificio gemelo al ya existente (ya previsto en la restauración inicial de la estación, no es pues una locura nueva), que se uniría al ya existente mediante un tejado semicircular, creando una plaza central que uniría los dos edificios gemelos para realizar en esa zona cubierta actividades al aire libre.

Un Espacio Multiusos para la Ciudad

El nuevo edificio se concebiría como un espacio multiusos, albergando restaurantes, bares, salas de exposición y pequeñas tiendas. El objetivo es crear una zona de centralidad que sirva a un amplio conjunto de barrios históricos: Arrabal, Picarral, Barrios Jesús, Av. Cataluña, La Jota y Vadorrey. Sin olvidar la cercanía al Centro de Zaragoza, a su zona más utilizada incluso por los turistas y crear en este espacio una zona nueva de centralidad comercial diferente.

Conectando Barrios y el Centro de Zaragoza

Además, se plantea la construcción de un aparcamiento subterráneo bajo esta "Gran Plaza Mayor", que facilitaría la conexión de estos barrios con el centro de Zaragoza a través del Puente de Piedra y el Puente de Hierro. Quedaría unida esta zona en donde ya existe el Centro de Interpretación del Balcón de San Lázaro con las ruinas de su convento, con una zona histórica del Rabal al que habría que prestar más atención, y un parque de Macanaz puesto en valor frente al Pilar zaragozano.


13.4.25

Crece la Semana Santa de Zaragoza


Creo que no hay ninguna duda de la calidad representativa de la Semana Santa zaragozana. La Semana Santa en todo Aragón es diferente al resto de celebraciones de otras zonas de España, pero no desmerece en nada ni a las castellanas o a las andaluzas. Y Zaragoza por su cantidad de oferentes o por su cuidada representación, marca cada año un camino que se va ampliando.

Zaragoza lleva años creciendo en su Semana Santa, en calidad sobre todo, también en cantidad de procesiones, en personas que intervienen en todos los actos. 

Son días religiosos, también festivos y turísticos y cada persona se los puede tomar con arreglo a sus creencias. Todo es válido y muy bien recibido, pues la calle es de todos.  De los que intervienen desfilando y de los que intervienen observando. Y de los que no hacen ni una ni otra actividad.

Hablamos de una Semana Santa de Zaragoza ciudad que con sus más de 700 años de historia, tiene un total de 53 procesiones, algunas de ellas únicas por su singularidad y más de 16.000 cofrades desfilando todos ellos con diferentes toques de percusión o de viento.

Soldados de Zaragoza hace 2.100 años


En el año 90 a.C. tenemos indicios claros de que tropas de la ciudad íbera de Salduie (la actual Zaragoza de hace más de 2.100 años) fueron enrolados en un escuadrón de caballería y se fueron a luchar a Italia, al entonces llamado Piceno en la provincia actual de Pescara, como tropas auxiliares en apoyo de Roma y a las órdenes del padre de Pompeyo el Grande, que ya era un militar muy conocido en su época, aunque no tanto como lo fue su hijo.

Toda esta presencia está documentada gracias al Bronce de Áscoli, una inscripción hallada en 1908 y que detalla la participación de un escuadrón de caballería ibérica conocido como la Turma Salluitana en la Guerra Social (Bellum Sociale).

En el año 91 a.C., el Senado romano ordenó el reclutamiento de tropas auxiliares indígenas en las provincias más romanizadas, como Hispania Citerior, para combatir en la Guerra Social contra los aliados itálicos que reclamaban igualdad y ciudadanía romana. Había que conseguir soldados, tropas fuertes y violentas para una guerra que se tornaba dura.

Valerio Flaco, gobernador de Hispania Citerior, organizó el reclutamiento en la región del Valle del Ebro. Salduie, por su ubicación estratégica junto al río Ebro y su puerto fluvial, se convirtió en un punto clave para reunir a los jinetes. Ya era una ciudad importante, aunque no habían llegado los romanos.

Este escuadrón parece ser que estaba compuesto por 30 jinetes ibéricos reclutados en Salduie y otras localidades cercanas como Ilerda (Lérida), Segia (Ejea de los Caballeros) y Libia (Herramélluri, La Rioja).

Esto demuestra que Salduie no era una aldea, un asentamiento de algunas familias, sino una localidad con cierta importancia, de donde se apuntaron no sabemos si de forma voluntaria cuatro ciudadanos de Salduie, y hasta otros 26 hombres jóvenes que se recogieron desde la oficina de reclutamiento a soldados de Lérida, Cariñena, Manresa, Ejera, Alfaro o Vich entre otras localidades.

Estos hombres no eran elegidos si no tenían una familia importante detrás que los avalara, no eran simples trabajadores del campo, sino miembros de la aristocracia del momento.

A finales del invierno del año 90 a.C., los soldados se embarcaron desde el puerto fluvial de Salduie, navegando por el Ebro hasta Tarraco (Tarragona), desde donde se dirigieron a Italia.

En la primavera del año 90 a.C., la Turma Salluitana se incorporó al ejército dirigido por Cneo Pompeyo Estrabón, quien lideraba el asedio a Ausculum (Áscoli) en el Piceno. Este asedio se prolongó durante dos años. La ciudad resistió durante ese tiempo (90-89 a.C.), con batallas intensas donde la caballería hispana destacó por su eficacia.

Los jinetes demostraron gran valor en combate, lo que les valió ser reconocidos por Pompeyo Estrabón con la ciudadanía romana y diversas recompensas militares, como torques, armillas y doble ración de grano. Como caballería ligera, su rol principal fue hostigar al enemigo, aprovechando su movilidad para interrumpir suministros a los rebeldes itálicos dentro de Áscoli y la exploración y vigilancia en los flancos del ejército romano, evitando emboscadas.

El 17 de noviembre del año 89 a.C., en un campamento militar cerca de Áscoli, se celebró una ceremonia donde los 30 jinetes recibieron formalmente la ciudadanía romana. Este hecho quedó registrado en el Bronce de Áscoli, que menciona sus nombres y ciudades de origen.

Este reconocimiento no solo marcó un hito para los soldados, sino también para Salduie, que ya estaba muy romanizada y utilizaba el latín como lengua franca antes de convertirse en Caesaraugusta.

Los soldados de Salduie jugaron un papel destacado como auxiliares del ejército romano durante la Guerra Social, dejando una huella histórica que refleja tanto su valor militar como el proceso avanzado de romanización en su ciudad natal. La Turma Salluitana simboliza el papel de las tropas auxiliares hispanas en la expansión militar romana.