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27.10.25

Caesaraugusta a Saraqusta, capital de la Marca Superior de Al-Ándalus

Tras la entrada de los musulmanes en Caesaraugusta, la ciudad romana que más tarde conoceríamos como Saraqusta, nuestra Zaragoza actual, se convirtió en uno de los enclaves más importantes de la Marca Superior de Al-Ándalus. Su papel estratégico fue decisivo para la defensa del territorio conquistado en el norte peninsular.

A diferencia de otras ciudades, en Zaragoza los musulmanes entraron mediante pactos, sin grandes enfrentamientos, aunque en Huesca la situación fue muy distinta. Años después, en el 778, Carlomagno llegó a sitiar Zaragoza desde Francia, en un episodio que marcó la relación entre el poder franco y el mundo andalusí.

La importancia de Saraqusta residía en su posición estratégica como punto más septentrional del dominio musulmán, muy próximo al resto del continente europeo. Esto convirtió la ciudad en base de avance hacia Francia y en frontera militar defensiva frente a posibles incursiones cristianas desde el norte.

Durante el siglo XI, bajo el gobierno de la familia Banu Qasi (Beni-Casi), Zaragoza alcanzó su esplendor como reino independiente, consolidando su poder político y militar. Se ampliaron las antiguas murallas romanas con nuevas defensas de tapial y tierra compactada, reforzadas con arcos interiores que servían también como espacios comerciales. 

Aún hoy pueden verse restos del trazado de esa muralla medieval musulmana en la calle Alonso V, la que vemos en la imagen, y ya hecha con ladrillos en sus zonas más cercanas a los posibles lugares de ataque, que es posterior para reforzarla y que sirvió para contener temporalmente la invasión francesas en los Sitios de Zaragoza.

La ciudad se expandió tras la llegada de los musulmanes a Zaragoza hacia el río Huerva, y las excavaciones más recientes indican que llegó hasta la actual Plaza Aragón y las zonas de Miguel Servet, el antiguo Gasómetro y el Centro Deportivo Alberto Maestro. Los estudios actuales apuntan a que Saraqusta pudo superar los 50.000 habitantes, una cifra muy superior a los 20.000 que tradicionalmente se estimaban, incluyendo tropas y campamentos.

Fuera de las murallas crecieron huertas, torres de recreo, baños públicos y zonas de descanso, configurando un entorno periurbano muy activo. La construcción de la Aljafería, entre 1065 y 1081 por orden del rey hudí Al-Muqtadir, consolidó esta expansión más allá de las murallas, dando origen a los primeros arrabales musulmanes.

Las torres agrícolas y defensivas diseminadas por el entorno de Saraqusta crearon un amplio sistema de acequiaspara aprovechar al máximo el agua de riego. Este entramado hidráulico —gran parte del cual sobrevivió hasta el siglo XX— marcó de forma natural el trazado de muchas de las grandes avenidas de la Zaragoza moderna.

Un ejemplo claro es la acequia de Las Adulas, origen del trazado de la actual avenida del Camino de las Torres, en pleno centro de la ciudad actual de Zaragoza. Su creación se remonta a época árabe, aunque fue en el siglo XVIII cuando se amplió y en el XX cuando se modernizó su cauce.


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