El Museo de Zaragoza, enmarcado entre los árboles, parece escondido, recogido sobre sí mismo, para que no se le vea bien. Así lo debemos percibir los zaragozanos y los forasteros, pues no es un museo que tenga suficientes visitas para su contenido. Instalado en un edificio neorenacentista edificado para la Exposición hispano francesa de 1908, es un lugar a visitar si quieres conocer algo más de Goya, de las obras de pintores aragoneses o de arqueología aragonesa, y donde normalmente hay además alguna exposición temporal muy bien elegidas.