Todavía en nuestra Zaragoza nos da reparo enseñar nuestro arte urbano, esas maravillosas obras de arte efímero que decoran nuestras calles. En otras ciudades están en las calles principales y no escondidas en solares que llaman a la reparación.
Poner en valor, supone aprender que esto es arte importante para el urbanismo y tiene un valor que no se paga. En otras ciudades cercanas supone incluso un añadido al servicio turístico, además de un servicio para la amabilidad de las ciudades.